Capitulo 63: Atajos.

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Maratón 2/3

Corro hacia la calle principal de Alexandria en busca de Glenn.

Una vez que lo veo me dirijo con rapidez hacia el, se encuentra con Rick.

— Maggie no está bien, se ha quedado con Enid, necesita asistencia ahora mismo.. —hablo preocupada.

El grupo ha estado visitando la comunidad de Jesús; Paul Rovia, la cual parece ser mas o menos de confianza.

Tienen suministros en abundancia y no parecen ser una amenaza..

Acompaño nuevamente a la casa a Glenn y a Rick, entramos y Maggie se encuentra allí junto a Enid y.. Carl quien parece acabar de llegar.

Entre los cinco tomamos como podemos a Maggie y la llevamos hacia la casa rodante.

Rosita y Eugene se acercan a ayudar e ingresamos todos juntos a la casa rodante.

— Debemos llevarla con urgencia a la comunidad de Jesús, tienen un médico y creo que sabrán tratarla —habla Rick.

Observo a Maggie quien sigue retorciéndose de dolor, está pálida como nunca antes la había visto, a su lado está Glenn mientras la observa con preocupación.

— Maya, hemos comunicado a Tobin lo que pasaba, si llegaban para hoy Daryl y los demás les informarán sobre lo que está ocurriendo, manten la calma y necesito tu ayuda.. —me habla Rick manteniendo la poca calma que hay. — Empaque unas cuantas armas y municiones en el bolso junto al asiento de copiloto, ve y prepara las armas en caso de encontrarnos con caminantes o con alguna amenaza. Prepara las armas y dáselas a Carl y a todos para que estén seguros, y toma tu también, pero toma dos, necesitaré que estés atenta en todo lo que hagamos y sobre todo.. necesito de tu ayuda con Maggie, sé que eres capaz de hacerla sentir segura y calmada, no quiero que entre en shock —me habla y asiento con la cabeza.

Hemos emprendido marcha hacia la comunidad de Jesús. O Paul Rovia.

Giro y me dirijo hacia el asiento de copiloto para agarrar el bolso con las armas de las que me habló Rick.

— Dame la más atractiva, y llenala de balas —me dice Glenn y sonrío.

— Seguro —asiento.

Coloco la bolsa en la mesa de la casa rodante y comienzo a sacar las armas, hay cuchillos también, coloco uno en mi cinturón y aparto las demás.

AK-47, 9mm, 32mm, calibre 22, metralletas, entre otras.

Escuchar a Maggie gemir de dolor me causa mucha tristeza, espero que nada se ponga peor y que puedan ayudarla allá.

La casa rodante se detiene y solo escucho a Glenn decir que hay un problema, algo recorre mi espina dorsal y presiono mi mandíbula con fuerza.

No ahora.

— Yo me encargo.. —habla Rick y se dirige a la puertilla.

— Rick.. ¿necesitas que te cubra? —le pregunto, me mira y asiente.

— Si algo pasa, espera mi señal para jalar el gatillo, pero no creo que sea necesario —habla.

Bajo detrás de el para encontrarnos con un montículo de troncos de arboles encendidos fuego, tapando toda la autopista.

Arriba hay un caminante colgando, éste se mueve para todos los lados y el fuego sobreabunda en los treinta troncos aproximadamente, apilados.

— ¿Qué significa esto? —pregunto.

Noto la tensión que se produce en Rick, lo veo apretar su mandíbula.

— Tomaremos otro camino —habla y camina nuevamente a la casa rodante, subo detrás de el y cierro la puerta.

Rick se dirige hacia Glenn para hablar sobre otros atajos.

Me vuelvo a acomodar en las mesas y recojo las armas, le paso unas a Rick, luego un AK-47 a Glenn quien continúa manejando.

— Buena elección Dixon, tu si sabes como se hace esto —me sonríe y hago igual.

Le paso una a Rosita y luego tomo dos 9mm para llevárselas a Carl quien se nota pensativo y algo preocupado, mientras juega algo nervioso con sus uñas.

— ¿Todo bien? —digo mientras me agacho un poco y coloco las armas en su cinturón.

— Creería que sí.. —dice y ríe por lo bajo. — gracias amor.. —dice y me mira fijamente.

Le sonrío, llevo mi mano a su barbilla para acercarme y depositar un beso en su mejilla.

[...]

Comienza a oscurecer y todo parece ir mas o menos bien.. aunque la casa rodante acaba de parar y Glenn llama a Rick.

Me dirijo un poco hacia adelante para visualizar a sesenta metros a muchos hombres armados, parados en mitad de la calle.

Obstruyendo el segundo atajo que estamos tomando.

¿Qué es esto?

¿Quiénes son estos?

¿De dónde rayos salieron?

Rick baja y se acerca un poco.

Bajo detrás de el con suma lentitud, observo a aquellos hombres y entre ellos visualizo al que me topé.. mierda.

El recuerdo de esa vez me azota, los nervios se instalan en mi sistema y por un momento vuelve la sensación de que tenía que haber dado aviso a Rick y a los demás sobre aquel encuentro.

Éste me mira y sonríe a lo lejos.

No quito mi mirada amenazante hacia éste.

— No los dejaremos pasar —habla uno de estos.

Protegeme 2 [CarlGrimes] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora