004. 𝗐𝖾 𝖼𝖺𝗇 𝗐𝗋𝗂𝗍𝖾 𝗈𝗎𝗋 𝗌𝗍𝗈𝗋𝗒

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CAPÍTULO
CUATRO

"podemos escribir
nuestra historia"

"podemos escribir nuestra historia"

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Tras horas esperando para obtener la ubicación de los malos, tuvimos un resultado. Se detuvieron en Maryland, así que el problema recayó en cómo llegaría Peter allá.

Aunque un comentario rápido de Tess sobre que no estaba tan lejos de DC fue suficiente para que de la nada Peter decidiera sumarse al equipo para el Decatlón nuevamente. Ese fin de semana él y Ned irían a Washington.

Entonces tuve que pasar esos días en casa totalmente preocupada de si Peter se metería en más problemas de los que podrían acabar matándolo. De verdad estaba que estallaba de los nervios. Peor que una mamá cuando llamaba cada diez minutos después de irte de casa. Obviamente otras mamás, no la mía.

—Deja de mirar el teléfono. Estarán bien. —Tess mastica una rebanada de pan con mermelada subiendo el volumen del televisor.

Su idea para tranquilizarme era instalarse en mi sala, comerse mi comida, y hacer un maratón de las películas de High School Musical.

—Me voy a sacar los ojos. —se queja una segunda voz.

Monique también se vio en la obligación de acompañarnos. Aunque inicialmente fue su idea que pasáramos el día juntas para asegurarse de que no me diera un un colapso. Adiviné que en sus planes no entraba el ver adolescente cantando y bailando de la nada. Supongo que los musicales no eran para todo el mundo.

Extiendo la mano hacia el tazón de palomitas en la mesa y lo hago levitar hasta tenerlo en mis piernas. Adoraba la magia, hacía tan fáciles las cosas. Y usarla en casa sin asustarme de que alguien me viera era mejor.

Sin embargo, al bajar la vista hacia mi mano veo que se me marcan las venas en la base la muñeca. Lo cual no sería nada raro si no estuvieran de color negro. Desde la fiesta cuando sentí esa explosión de poder desenfrenado me empezó a pasar cada que usaba algún hechizo simple. Me temblaban los dedos y se me nublaba la vista, pero ahora era como si la magia oscura quisiera salir por donde pudiera, y eso me asustaba.

Yo no quería la magia oscura. Ni siquiera entendía por qué me pasaba esto si jamás había hecho nada fuera de lo común.

Miro sin mucha atención la escena donde Troy cantaba en el balcón de Gabriella para que la perdonara pensando en lo absurdo de la situación. En la vida real una canción no era una buena disculpa después de hablar mal de alguien a sus espaldas, y tal vez por eso me gustaba tanto. La ficción resultaba menos complicada y era menos problema que me lastimara.

Vuelvo a girar la pantalla del teléfono esperando tener alguna noticia de Ned o de Peter. Cuando lo único que tengo son notificaciones de YouTube, me rindo.

𝗚𝗥𝗘𝗔𝗧𝗡𝗘𝗦𝗦 | 𝗉𝖾𝗍𝖾𝗋 𝗉𝖺𝗋𝗄𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora