019. 𝗂'𝗆 𝖺 𝗆𝖾𝗌𝗌

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— CAPÍTULO —
DIECINUEVE

"soy un desastre"

"soy un desastre"

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Colarme en mi propia habitación de hotel fue tal vez la cosa menos extraña que me hubiera pasado en estas vacaciones. Pero al menos no me encontraba sola.

—Este viaje ha sido una locura. —murmuro abriendo la maleta para sacar sacar algunas prendas para tirarme a dormir.

Tess se deja caer en mi cama con su teléfono en mano.

—Podría ser peor. —rueda sobre su estómago para mantener contacto visual conmigo. —¿Un viaje a Europa? Sólo tú podrías quejarte.

Sonrío de lado revolviendo la ropa en la maleta hasta que consigo lo que buscaba.

—No es precisamente el viaje de mis sueños. —digo entre dientes más para mí que para ella.

Tess se me queda viendo tras apoyar el peso de su barbilla en su puño. Sus ojos, tan intensos como los recuerdo, me recorren entera hasta dejarlos clavados en el piso. Tuerce los labios en gesto pensativo.

—¿Cómo pasó?

—¿Qué cosa?

—Monique.

Estaba por cerrar la maleta hasta que me quedo casi paralizada. No me gustaba la manera en la que todos mis músculos se tensaban, mi respiración se detenía, y me asaltaban unas ganas enormes de evadir el tema. No quería reaccionar así por el resto de mi vida cada que alguien dijera algo que me devolviera a ese día en Titán.

Porque no era solamente lidiar con la idea de que el mundo avanzó sin mí. También estaba el no poder volver a ver nunca más a mamá o a Monique. La única diferencia es que por lo menos sí que podía intentar regresar a una de las dos conmigo.

—Fue... —comienzo a decir, pero de inmediato se me cierra la garganta. No encuentro las palabras para contarle el resto. ¿Qué se supone que dijera para hacerlo parecer menos horrible? ¿Cómo verla a la cara sabiendo que todo en mí se estaba por derrumbar? —Ella estaba ahí, y un segundo después... sólo dejó de respirar.

¿Podría dejar de escuchar en mi cabeza el crujir de sus huesos algún día? Pues no se sentía así. No había podido tener ni una sola vez en que no se repitiera ese sonido siempre que algo me recordaba a ella.

Ya no podía escuchar sus canciones favoritas, ver alguna obra de arte, hablar con mi hermanito, o simplemente estar junto a Peter sin oír un crujido en lo más profundo de mi alma. Y nunca era suave, más bien parecía una avalancha que me quería aplastar hasta sacarme todo el aire.

—Fui a su funeral. —dice Tess sacándome de mis pensamientos.

Elevo la mirada con curiosidad.

—¿En serio?

𝗚𝗥𝗘𝗔𝗧𝗡𝗘𝗦𝗦 | 𝗉𝖾𝗍𝖾𝗋 𝗉𝖺𝗋𝗄𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora