016. 𝗒𝗈𝗎𝗇𝗀𝖻𝗅𝗈𝗈𝖽

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— CAPÍTULO —
DIECISÉIS

"sangre joven"

"sangre joven"

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Escapar a mitad de la noche con Nick Fury no se acerca a lo que tenía en mente para este viaje. Si mamá me viera ahora seguramente se aparecería sólo para darle una mala mirada al hombre antes de llevarme.

—Stark dejó esto para ti.

Peter baja el perfil para fijarse en el estuche que le extiende Fury.

—¿En serio?

Apoyo mi barbilla en su hombro mirando las gafas que hay dentro cuando Peter levanta la tapa. Lo siento tensarse ante los recuerdos y le paso una mano por la espalda buscando hacerlo relajarse.

La muerte de Tony Stark lo afectó demasiado cuando apenas unos minutos antes vio a su mejor amiga sufrir el mismo destino.

Nunca creí posible que la muerte se sintiera tan cerca de mí como en estos momentos. Flotando a mi alrededor llevándose a todos. Y si no era la muerte pues acababa siendo otra cosa. Pero al final me estaba quedando totalmente sola.

Llegamos a debajo de los canales en donde Fury nos hace entrar a la que supongo es su guarida secreta temporal.

La idea de seguir a un tipo tuerto hacia el túnel más oscuro en un país desconocido tal vez no era la mejor, pero ya no me sentía como la Kaysa de hace un año. Ahora era otra que podía afrontar cualquier cosa que se le atravesara. O al menos eso me gustaba creer.

—Puedes quitarte la máscara. Todos aquí te han visto sin ella. Sólo fingirías anonimato y respirarías a través de spandex a lo tonto. —Peter hace lo que le dicen y entra al lugar siguiéndome de cerca. Aguardo para tenerlo a mi lado para no sentirme tan expuesta ante las personas en la guarida. —Por allá tenemos a Maria Hill. —la mujer nos da una mirada rápida. —Él es Dimitri. —un hombre con cara seria recarga su arma causando que me aparte un poco. —Y él es el señor Beck.

Elevo la mirada para ver al último que nos da la espalda con una imponente capa sobre sus hombros. Al darse la vuelta se me arrugan las cejas al reconocer su vestimenta.

Aléjate de él.

Contengo el impulso de poner mala cara sabiendo que mis expresiones eran demasiado notorias cuando algo me disgustaba.

—¿Mysterio?

Peter no puede evitar nombrarlo por el apodo que le pusieron nuestros compañeros, y eso despierta en el otro una mueca de confusión.

—¿Qué?

—No importa. Así es como te dicen mis amigos.

El de la capa avanza hacia nosotros con la mano extendida.

𝗚𝗥𝗘𝗔𝗧𝗡𝗘𝗦𝗦 | 𝗉𝖾𝗍𝖾𝗋 𝗉𝖺𝗋𝗄𝖾𝗋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora