23

7.1K 494 72
                                    

Hola, les dejo capítulo 23, si ven algún error por favor me ayudan a marcarlo para poder corregir, saludos y que se encuentren excelente.


-¿Qué es lo que sé?

La pregunta de Lauren Jáuregui encerraba humor y también cierta tensión. Estaban tan cerca, sus caras casi se tocaban, las miradas cruzadas, en una postura que habría debido parecerles ridícula, pero no lo era, porque lo que estaba pasando entre las dos era muy serio.

-Que estoy loca por ti.

Camila Cabello casi susurró esta confesión. El volante le perforaba la espalda, pero ella no lo advirtió siquiera. Entre los asientos, la consola se hundía en su muslo, pero ella tampoco lo sentía. Su ser entero estaba centrado en descifrar lo que pasaba tras la opaca pantalla de los ojos de Lauren Jáuregui.

-¿A pesar de todo?

La leve ronquera en la voz de Lauren indicó a Camila que no sabía con certeza lo que había significado para ella su revelación.

Las manos de Lauren hallaron la cintura de Camila, y de pronto ella estuvo sentada en sus rodillas, la espalda contra la puerta, los brazos colgados de los hombros de ella.

-También yo estoy loca por ti, maestra -dijo ella con suavidad; después la besó.

Su boca estaba muy tibia y sabía un poco a menta. Camila se apoyaba en los músculos del antebrazo de Lauren, que se interponía entre su cabeza y la puerta. Sentía la barbilla de Lauren rozarle suavemente la mejilla, y advirtió, con esa pequeña parte de su mente que aún era capaz de percibir, el calor que emanaba de su cuerpo. Bajo los brazos y las manos de Camila, los hombros de Lauren eran firmes.

El corazón de Camila Cabello latía apresurado, sus ojos se cerraron cuando la besó a su vez. Sus dedos encontraron la goma que sujetaba- los cabellos de Lauren sobre la nuca y, se la quitó para poder pasar los dedos entre los mechones negros.

-Ay -protestó ella, apartándose un poco cuando los dedos de Camila se enredaron en una maraña.

-Te hace falta cepillar tu cabello -respondió, y cerró los ojos al inclinarse de nuevo sobre la boca de ella.

-¿Ah sí? Yo pienso que el cabello desordenado me da cierto aire sexy, ademas deberías dejar crecer el tuyo, me gustas mis mujeres con el cabello largo -repuso Lauren. Continuó besándola, con besos breves, sensuales sobre el centro de su boca y luego a uno y otro lado.

Camila, se enfadó pero no tanto como para que se apartara de la boca de Lauren, que le recorría su mejilla.- ¿Me estás diciendo que ahora puedo considerarme una de tus mujeres?

-No -repuso Lauren con voz un tanto apagada mientras exploraba con la lengua una oreja de Camila y luego aplicaba un beso acalorado, en el sensible hueco situado debajo de ella.

-¿No? -Seguir el hilo de la conversación se tornaba cada vez más difícil. Camila se sentía floja, casi mareada, las piernas y los brazos muy pesados, y su cuerpo iniciaba ya las rítmicas contracciones del deseo.

-Puedes considerarte mi mujer. En singular. Si quieres.
Lauren le besó el cuello, lo mordisqueó en realidad. Camila inclinó la cabeza a un lado y alzó la barbilla.

-Lauren... –a su cerebro acudían en tropel las objeciones de ser la mujer de ella. La diferencia de edades, la diferencia de estilos de vida, la profesión respetable de ella,, su familia, la mala fama de Lauren. Pero así como las objeciones acudían a su mente, también se disipaban al pensar que ella la conocía hasta el fondo del alma... El beso de Lauren fue lento, sensual, embriagador. Cuando deslizó la boca bajo la barbilla de Camila, ella quedó tan confundida que apenas si sabía dónde estaba.

En el Verano (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora