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Hola, cómo están? Espero que se encuentren excelente, si es COVID lo que tengo, pero todo indica que es la variante omicron, por lo que son un poco más leves los síntomas, aún así me sigo cuidando y tomando los medicamentos, cuídense mucho todos por favor que esto aún no acaba.

Les dejo capítulo 38 y espero subir por to el 39, saludos y cuídense.

Camila seguía estando levemente ofendida con Lauren cuando ella y Sofía dejaron a Kay en su apartamento. Había supuesto que, acongojada como estaba después del funeral de Demi, ella habría necesitado su consuelo. En cambio, la había enviado con Sofía, con un distraído apretón de la mano y la excusa de que tenía asuntos que atender esa tarde. Camila no lograba imaginarse qué clase de asuntos, ya que trabajaba para ella y la ferretería estaba cerrada ese día debido al funeral. Ni siquiera la había besado al despedirse.

Camila se sorprendió y se avergonzó al comprobar que eso la molestaba.
Sabía que Lauren la amaba, lo sabía con el corazón, con la mente y con el alma, aun cuando nunca lo había dicho de manera explícita. Pero el amor entre ambas era tan nuevo, tan increíble y excitantemente maravilloso, que ella lamentaba cada minuto que pasaban separadas.
Estaba claro que Lauren no sentía ese mismo pesar.

Kay bajó del auto y, volviéndose, sonrió a Camila y Sofía.
-¿Seguro que no quieren entrar unos minutos? Tengo un té de hierbas sensacional.

Mirándola por primera vez en años, Camila advirtió con sorpresa que Kay, que había sido desdeñada como mujer durante su adolescencia y casi toda su juventud, estaba ahora floreciendo. Había color en su rostro, habitualmente pálido, como si hubiera estado haciendo ejercicios o pasando tiempo al aire libre, o algo parecido. Usaba maquillaje, cosa que no solía hacer, y un perfume floral tórrido. Había teñido su cabello pardo, naturalmente opaco, en una especie de castaño rojizo bruñido, y su traje verde manzana era favorecedor. Su figura, siempre propensa a engordar, seguía siendo redonda, pero más atractiva, y Camila pensó si habría adelgazado. Últimamente había estado tan absorta en sus propios problemas, que tales cambios habían aparecido sin que ella los advirtiera.

-No, gracias -corearon las dos hermanas, asqueadas por la idea del té de hierbas.

Luego se miraron y sonrieron. Kay sacudió la cabeza mirándolas, saludó con un ademán y desapareció dentro del vestíbulo del edifio donde vivía.
-Kay se ve bien, ¿verdad? ¿Acaso estará enamorada? -inquirió Sofía mientras salían del estacionamiento y tomaban rumbo hacia Nogalera.

Conducía el auto de Camila, pues había tenido más experiencia con la manera de conducir de su hermana.
-Me estaba preguntando eso mismo.
-¿Quién podría ser? -se rió Sofía -.
Los dos únicos solteros la ciudad que se me ocurren están disputando por ti.
-¿Te refieres a Lauren y Rob? -Camila miró a su hermana.- Tiene que haber más solteros en Tylerville que esos dos solos.

Sofía sacudió la cabeza.
-He estado observando y no he visto ninguno.

Probablemente tú no lo hayas advertido, pero yo estuve ausente tanto tiempo, que veo las cosas que son diferentes cuando regreso. Los hombres jóvenes que tienen un poco de ambición tienden a irse pronto de Tylerville, y si vuelven es casados y con hijos.

Sofía sonrió con cierta tristeza, y Camila recordó por qué su hermana andaba fijándose en los solteros.

-¿Cree que te vas a quedar en Tylerville, Sofía? ¿Después... después de que haya terminado?

-¿El divorcio, quieres decir? Pues anda y dilo... tengo que aprender a aceptarlo. Pronto seré una divorciada, ¿puedes creerlo? -lanzó una risita carente de alegría.

En el Verano (Camren Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora