3. El Beso Francés

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A la mañana siguiente me levante muy temprano, estaba ansioso y creo que dormí máximo dos horas, hoy me reuniría de nuevo con Maximan... una cita dijo, eso sonó genial; estaba claro que había una conexión entre ambos. Sería todo fantástico si no fuera por esos detectives y además, ayer al salir de la universidad ya habían algunos periodistas esperándome, de los cuales por ahora pude escabullirme, pero claro, yo me sentía y era especial; tenía una conexión con el hombre más apuesto y poderoso del universo, él me hablaba sólo a mí, era la noticia y no sé como podría seguir mi rutina común con gente señalándome y haciéndome preguntas por siempre. Bueno, es necesario que vea las noticias, seguramente ya me encontraron y están filmando el lugar donde vivo, ni siquiera me he atrevido a mirar por la ventana, casi temo salir, pero tengo una "cita" a la cual no puedo faltar.

Queeeeé? No puedo creerlo... pero cuando ocurrió todo esto?, dejo a este hombre medio día y ya me cambia por otros. Según los noticieros, Maximan desde ayer, comenzó a saludar a cuanta persona salvó, a policías, a bomberos, etc. en todo el mundo y ni siquiera me mencionan como a una de ellas. Parece que tuvo una tarde muy ocupada, quizás cuantas pizzas repartió. De lo especial que me sentía, ahora era nuevamente un hombre común, uno de los tantos. Bueno en realidad yo me estaba haciendo ilusiones, en qué pensaba?, vamos... él es Maximan,  quizás decidió hacer amigos por todo el mundo y por qué no?, no lo podía culpar por ello... entonces por qué estaba tan enfadado?. Tomé mi chaqueta y emprendí camino a la universidad.

Como lo imaginé, todo normal y ya no era noticia, así que me hice la idea y fui a mi clase. No pensé más... mentira... pensaba a cada rato en el musculoso, pero estaba concentrando en dar una buena clase y luego haríamos un experimento de vacío, así que tenia mucho para entretenerme. Ya iba ser el intermedio para almorzar, de seguro debería ir a comprar otro sándwich, estaba algo triste, seguro que entre tantas nuevas amistades ni siquiera recordaría la invitación de hoy, y yo soñando una cita romántica... puaj!!. De todas maneras subí a la azotea, mi angelito bueno en el hombro derecho me decía ten confianza y no quise escuchar a mi diablito en el hombro izquierdo ja!!.. subí lentamente los escalones como para no defraudarme tan rápido, recién comenzaba a vislumbrar los rayos del sol y traspasar el umbral de la puerta cuando escuché: " te veía y estaba preocupado, pensé que no querías venir por lo lento que subiste", ahí estaba, como en un marco eclipsando el sol; como siempre con sus manos en la caderas y sacando pecho, como si fuera su saludo tradicional para mí.

Yo: " Nooo, claro que noo. Es que fue una mañana agotadora" 

Maximan: "Ni que lo digas, me toco rescatar personas de un terremoto en Indonesia y bueno luego detener el posterior Tsunami".

Yo: "Bueno en realidad mi mañana no fue así de agotadora" sonreí. " Que traerás de almuerzo hoy, a ti te tocaba, recuerdas?".

Maximan: "En realidad pensaba llevarte a comer fuera" y se acerco a mí dándome la espalda, woooow!!, que espalda!! y me encantaría ver debajo de esa capa, aunque mi imaginación ya está haciendo su trabajo. "Agárrate de mis hombros porque daremos un viajecito, por favor no abras los ojos hasta que te diga, está bien?"

" Si, claro que sí respondí" Trate de aferrarme como pude a sus hombros, pero eran gigantescos, como tratar de tomar con una mano una bola de boliche, me aferré a él y me apoye en esa portentosa espalda; espero que con esa invulnerabilidad de su cuerpo conocida por todos, no sienta mi virilidad como crece y se pone dura sobre él. Cerré mis ojos y le dije que estaba listo, sentí un pequeño salto y una brisa; no alcance a contar cuatro segundos cuando me di cuenta que ya tocábamos suelo, era un viaje corto; me pidió que aún no abriera los ojos,  de hecho me tomo y tapo los ojos con las manos y me giró hacia la posición opuesta que me encontraba, de pronto sacó sus manos y me dijo, " puedes abrir los ojos".

Frente a mí había una mesa de restaurant con un hermoso mantel blanco de diseño, vajilla, cubiertos y de todo para una gran cena, cuyos productos se encontraban en otra mesa mas larga al lado, en principio no atiné a saber donde estaba, era un lugar raro, metálico y corría algo de viento.

Maximan: " Bienvenido a Paris" dijo efusivo y alzando los brazos.

No lo podía creer, claro estábamos en lo alto de la Torre Eifel, jamás había estado en Paris, en realidad jamás había salido al extranjero, no lo podía creer y aún no pasaban diez minutos desde que había salido a almorzar. Me invitó a sentarme y comenzó a mostrarme todos los platillos que habían para que yo eligiera, fue mágico.

"Maximmmm" iba a decir y me detuvo con dos dedos en mis labios... " Solo Max recuerdas" regalándome esa sonrisa seductora que casi hacia que me mojara.

" Max" repliqué, "No deberías haberte preocupado tanto, esto es increíble, pero será desgastante tratar así a todos tus nuevos amigos", esto último lo dije quitándole la mirada y aprovechando de ver el paisaje. Al escucharme y verme, él soltó una gran carcajada, que de seguro espantó a más de algún pájaro.

Max: " Así que era eso, ya sabía yo que andabas raro de cuando te levantaste"

Yo: " Me viste cuando me levanté?", consulté con cara de incrédulo y medio avergonzado.

Y tomándome la mano sobre la mesa me dice: " No te he dejado de observar desde el primer momento en que te vi",  con una voz profunda y una franqueza, que me estremeció el cuerpo.

Cuando dijo eso me sonrojé, me volví a sentir el hombre más especial del mundo y también el más desnudo. Seguro esos hermosos y profundos ojos azules lo podían ver todo, cuanto y cuando deseara, me sentí apreciado e intimidado.

Me explicó que una vez que me dejó ayer, comenzó a saludar a todos de manera de sacarme del centro de atención, porque cuando vio y escucho a esos detectives, estuvo seguro que eso complicaría mi vida y además, los malhechores podrían dañarme o utilizarme para controlarlo.

Yo: "controlarte?, pero tú no estás obligado por mí, obviamente debes ver lo mejor para todos"

Max: "En realidad yo haría cualquier cosa por ti".

Cuando dijo eso me levante y le di la espalda, no podía mirarlo a los ojos, la emoción ya me sacaba de mí y mi corazón latía a full, solo quería abrazar y besar a ese hombre, pero me di vuelta y comencé a reír.

Yo: "Pero tú eres un superhéroe, debes velar por todos, protegerlos y no regalarle la luna a quien te la pida".

Max: "Deseas que te traiga la luna?" Cuando me dijo eso, puso esa misma cara seria y de franqueza que antes.

Yo: " No, no, ya sabemos que eso complicaría un poco a los terrícolas" dije sonriendo nerviosamente. Estas seguro de lo que estamos haciendo?".

En ese momento, ese hombre, ese super hombre, se acerco y me dio un beso en la boca que me hizo venirme al instante y mojarme entero, mientras su lengua jugueteaba con la mía, mi cabeza daba vueltas sintiendo un cortocircuito y por un segundo me perdí, y mi cuerpo quedó extasiado casi cayendo sin querer sostenerse si es que no me hubiese afirmado él con sus enormes y musculosos brazos; había descubierto su mejor superpoder, había experimentado mi primer beso francés.

Ya estábamos de vuelta y  justo a tiempo, no habíamos hablado nada después de ese inolvidable beso, solo sonrisas y miradas coquetas, él se elevó esta vez sin decir cuando nos veríamos, pero baje a mi salón sabiendo que sería pronto. Al llegar a mi escritorio, junto a los libros y a la pequeña lámpara, había una roca del porte de mi mano, algo oscura y muy rara; bajo ella recién arrancado, uno de mis post-it para recordatorios que decía: "Un regalo de la luna" firmado con una carita sonriente :)

(Próximo Capítulo: "Cómo No A¨Marte¨")






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