19. El Primer Supervillano

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La corta licencia y aquellas alucinantes vacaciones ya habían quedado en nuestros recuerdos, de hecho mis amigos ya se encontraban en sus respectivos trabajos y lejos de mi fantástica realidad.

Max como siempre andaba patrullando por ahí haciendo el bien y en mi caso como siempre a esta hora, me encontraba terminando de dar mi clase, esta vez con énfasis en la vida protozoica que quizás se podía encontrar en otros planetas, virus o bacterias.

Faltaba aún para la hora de almuerzo, hora importante dado que luego del incidente en el casino, Max y yo habíamos retomado los almuerzos en la azotea  y sin dobles identidades. Pero como nunca, me había bajado un hambre endemoniada y no creo que pudiera esperar por lo que creo que iré a esa tienda de burritos de la esquina a saciar este terrible antojo.

Era un día precioso y tranquilo, las personas transitaban sin mayores preocupaciones que las de la vida diaria, todas caminaban y conversaban sin darse cuenta de mi perplejidad. No entendía como nadie reparaba en él; aparte de ser increíblemente apuesto, ser tan tremendamente musculado y llamativamente sexy, tanto que rivalizaba con el aspecto de mi super novio, pero su aura de la cual casi nunca me equivoco, era misteriosa y bastante maligna; estaba parado en medio de la calle mirándome y nadie reparaba en él, vestía un traje oscuro ceñido a ese cuerpo muy bien trabajado, en su pecho parecía haber una especie de ojo que irradiaba luz y la mismo tiempo sus verdaderos ojos se veían blancos. De pronto vi venir un auto directamente hacia él, creo que el conductor al igual que los transeúntes tampoco lo veía, me acerqué y grité desesperadamente para evitar el accidente, pero en segundos y antes de ser arrollado por el vehículo, el misterioso hombre desapareció y extrañamente sólo yo había sido testigo de esa situación.

Olvidando el hambre, volví a la Universidad bastante confundido, no estaba para nada claro de que acababa de pasar, las alucinaciones no eran lo mío y ustedes estarán claros que después de lo que he vivido, creo que todo puede pasar, así que nada lo paso por alto y necesito buscar la causa. En cuanto suba a almorzar con Max, le comentaré lo que ha pasado, quizás él tenga alguna explicación con su basto conocimiento en otros mundos.

Ya listo para mi romántico almuerzo, subí rápidamente las escaleras pensando en con qué nos deleitaría el super chef, pues hoy le tocaba decidir el menú. Apenas llegué vi su mirada de interrogación y su pose defensiva que en segundos se coloco entre mi y un algo... un algo que no andaba nada de bien.

Max: "Quién es él ?"

Yo en realidad no tenía idea a quién se refería, miré hacia todos lados y estábamos completamen... Santo Dios!!, no terminaba de girarme cuando a mi lado apareció de la nada, aquel guapo desconocido que ya había visto en la calle, realmente no entendía nada, pero mi intuición se estaba desarrollando tanto últimamente, que instintivamente me puse más cerca de la espalda de mi rojo murallón.

Sager: (Con ironía) "Espero no incomodar este idílico almuerzo. Perdón por no saludarte anteriormente Daniel, pero necesitaba mantener la incógnita, pues eras la forma más fácil de ubicar a Maximan"

Maximan: "Que quieres tú conmigo?"

Sager: "Que excelente pregunta señor superhéroe, en realidad son varias cosas las que necesito de ti, pero empecemos por aclarar quien manda aquí".

En ese instante estando detrás de Maximan, me fui lentamente a la  orilla del edificio estando listo para saltar.

Max: "Daniel que haces?"

Yo: "No lo sé, no puedo det..." y enseguida salté.

Creo que no pasaron ni dos segundos cuando ya estaba en los brazos de mi novio sin tener idea de por qué había hecho eso. Apenas volvimos a la azotea nuevamente me fui caminando al borde del edificio pero esta vez Max me detuvo antes, sin embargo yo sólo tenía intenciones de saltar.

MAX: "Qué esta pasando aquí?"

Sager: " Bueno, no entraré en detalles pero si no haces lo que te digo, Daniel muere"

En ese instante Max tomó unos fierros de la baranda del edificio, los dobló fácilmente en mi pie y con un suave movimiento lo sujetó a la pared a la misma velocidad que tomaba a ese hombre del cuello para darle su merecido.

Max: "Déjate de juegos, iremos a solucionar esto con la policía".

Sager: "Cómo quieras pero no creo que Daniel aguante mucho tiempo"

Él decía la verdad, pues desde el primer momento que me sentí inmovilizado, me llevé las manos al cuello y comencé a apretar y ya casi no tenía conciencia.

Max soltó en el acto a ese hombre y se acercó para tratar de detenerme, pero no sabía como hacerlo sin dañarme.

Max: "Por favor detente, lo estás asfixiando"

Sager : "Claro, no hay problema y ahora que está claro quien manda, necesito una prueba de tu obediencia"

Max : "De qué diablos estás hablando"

Y en ese momento mis manos apretaron con mas fuerza mi cuello...

Max: "Ok... ok... qué quieres?"

Sager se acerco a su oído y sin yo poder escuchar nada, Maximan se elevó como un bólido y desapareció en los cielos.

Yo: "No Max, no lo hagas"

Sager: "No te desgastes jovencito, también tengo unos planes para ti, aunque ahora no será el momento. Y bueno, creo que deberías comprarte un sándwich; tu novio tendrá muchas ocupaciones así que no volverá al almuerzo, que tengas buen día".

Y así como apareció volvió a parecer. estaba bastante preocupado así que llame a Max varias veces sin resultado, esto ya estaba bastante mal, que le habrá obligado ha hacer Sager. Obviamente estaba muy intranquilo y no podía concentrarme para seguir dando clases, así que me di por enfermo y me fui a la casa a esperar si Max se aparecía, llamándolo de vez en cuando.

Horas más tarde el superhéroe apareció cabizbajo por la puerta...

Yo: "Max, que ha pasado?, Qué tuviste que hacer?"

El musculoso sólo me abrazó y levantó del suelo, besándome como que el mundo se iba acabar, en un momento incluso pensé que me iba a destrozar con sus portentosos brazos, o que me asfixiaría sin darme tiempo para respirar, pero no... solo me dejó lentamente con lagrimas en las mejillas.

Max: "Me asusté tanto, pensé que te iba a perder"

Yo: "Ya estoy bien, pero que te hizo hacer ese loco?"

Max: "Nada del otro mundo, sólo quería que le robara unos prototipos de comunicaciones del pentágono"

Yo: "Pero Max eso es muy arriesgado"

Max: "No te preocupes, ni siquiera se han dado cuenta de que pase por ahí, además que puede hacer con unos cuantos aparatos de telecomunicaciones... Nada vale más que tú"

Estando junto a él ya me sentía seguro, pero no podía dejar de pensar en quien sería ese personaje y en qué tramaba; además cómo podía controlarme?. Ese villano era peligroso y estaba seguro que nos traería muchos problemas, pero por lo menos en este día la situación estaba salvada y nos teníamos el uno al otro.

(Próximo Capítulo: "El amante sin memoria")


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