15. Desintoxicación en DesAmor

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Max: "Por favor, te juro que no te he sido infiel, pero no te puedo dar mayor detalles de mis actos, sé que suena cliché pero las cosas no son como tú piensas... en realidad son mucho peores y no puedo decirte por qué, quizás lo mejor sea que me dejes, pero no podría aguantarlo, no me odies y menos lo hagas pensando que yo he dejado de amarte".

Para ser una disculpa era bastante enredada, el superhombre así agachado como venía, se postró ante mí con los ojos rojos y llorosos, y noté que sus labios estaban algo secos, sus manos le tiritaban seguramente por los nervios o la vergüenza y cada cierto tiempo su voz se escuchaba temblorosa y a veces hasta lo notaba bastante disperso.

Max: "No quiero que te vayas, pero estoy atrapado en esto, no quise dañarte, sólo que se dio todo muy rápido y yo no lo pude evitar; y ahora estoy entre la espada y la pared".

Yo: "No me vengas con eso... entre la espada y la pared?, es un chiste? quizás una alegoría como entre un choque de cometas o galaxias podría hacerte algún rasguño aunque no lo creo. Bueno no importa, sólo me tomaré algo de tiempo para preparar bien mis cosas y me iré".

Max: "No puedes, no lo permitiré, jamás dejaré que te vayas".

Yo: "No puedes impedirlo".

Max: "En realidad no me costaría nada hacerlo".

Yo: "No querrás entrar en ese terreno, mejor no te lo pongas más difícil amigo. Esto ya no es algo que puedas manejar con super fuerza, ni con cariños, ni con..."

En ese instante el super ser levantó la cabeza y miro hacia todos lados no dando importancia a lo que yo le estaba diciendo...

Max: "Debo irme!"

Yo: "No!!...". Y mientras él se levantaba le tomé la mano para detenerlo, jajajajaja!! yo queriendo detener un tsunami con un grano de arena... "Lo lamento, pero la emergencia tendrá que esperar", le dije seriamente.

Max: "Tú no entiendes, debo irme no lo puedo evitar". Maximan levantó su mano tiritando y con sólo un pequeño movimiento mi cuerpo casi topó el techo. " Debo ir", sus ojos aún más rojos denotaban una profunda pena y confusión; sólo sentí una suave caída cuando me arrojó sobre el sillón y él se fue tan raudo y veloz dejando tras él el estruendoso sonido de la pared de ladrillos totalmente destrozada al contacto con su poderoso e indestructible cuerpo que desapareció al instante sin siquiera darse el trabajo de utilizar la puerta.

No me imagino cual seria la tamaña emergencia que lo puso así y del por qué de su actitud desmedida y temblorosa; y esos ojos antes de un azul intenso alegre y hoy mostraban un rojo triste; pero estaba claro que algo pasaba y aunque aún seguía lastimado, estaba preocupado por él y además , la curiosidad siempre ha sido mi debilidad.

No sabía como seguir y encontrar a un hombre que podía volar a velocidad luz, pero sí sabía como localizar a un humano común y de seguro, con antecedentes; en eso aunque me doliera tendría que valerme de las capacidades del oficial Strauss, quien obviamente me ayudó a regañadientes, pero luego de unos minutos ya tenía la dirección de ese tal Pablo Montes, así que me monté en un taxi y me dirigí a donde sabía que se encontraría mi novio con su amante.

El lugar sorpresivamente no se encontraba tan lejos pues era una casa común también a las afueras de la ciudad, bajé a una cuadra de distancia, aunque sabía que de seguro Max ya me había visto llegar, pero no me importaba, él no era mi objetivo. Me acerqué a la puerta y me aseguré de llevar conmigo una pistola eléctrica de defensa que nunca había utilizado, pero hoy no tenía muy claro a que me enfrentaba y aunque no le temía a Max, pues sé que él nunca me dañaría, quizás la podría requerir pues el tipejo ese era otra historia.

MaxiManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora