Ya en mi departamento fui llevado por esos portentosos brazos cual novia al dormitorio, aunque las cosas no se iban a dar como quizás pensaba mi superbébé. En cuanto me dejó tocar el suelo puso una sonrisa tonta, en ese momento busque poner la sonrisa más maliciosa que podía y lo empuje con todas mis fuerzas de espaldas sobre la cama, rompiéndose las cuatro patas al instante, bueno valdría la pena pensé... Me miró totalmente sorprendido pero sonriendo y se quedo ahí apoyándose con las manos a la espera del siguiente movimiento...
Yo: "Ahora yo tengo el poder Maxito, quédate ahí... es una orden". Mientras el superhombre me observaba saqué de mi cómoda algunos implementos que hace mucho no utilizaba, su cara de interrogación y deseo era enorme, poco a poco le coloqué unas esposas con sus manos detrás de la cabeza, luego amarré sus pies con un cinturón de cuero negro y finalmente le puse una venda roja como su traje para cegar su vista.
"Ahora estas a mi merced y así te quedarás" le vociferé. Era excitante verlo, ese niño en cuerpo de hombre, con los músculos tensos, la respiración muy rápida y que no dejaba de morderse los labios, maniatado y cegado totalmente sometido a mí y al mismo tiempo el chiste era que podía liberarse en menos de un segundo y someterme a su voluntad.
Le saqué sus botas, pero le dejé el traje puesto, porque me encantaba ese fetiche; lo acosté totalmente en la cama y empecé a lamerle los pies y chupar los dedos muy lentamente, enseguida rompió las esposas como papel para tocarme.
Yo: "Max!! eso no vale, vuelve tus manos atrás".
Max: "Perdón, no pude contenerme..."
Yo: "Ya llegará el momento, pero necesito que te contengas para que los disfrutes al máximo". No tenía más esposas así que busqué una corbata y volví a unir sus manos en la posición de antes, también volví a lamer sus pies y esta vez se retorció un poco, pero el nudo aguanto. Era un cuerpo delicioso, mi lengua comenzó a subir por su entrepierna y él trataba de no moverse pero rechinaba los dientes y ya jadeaba...
"Noooo!!" me decía... "Nooo!!"... luego: "Ohhh siiii... sigue... sigue...", lo tenía confundidamente loco. Llegando a su pantaloncillo negro, use mis dientes para tocar su verga y comenzar a bajarlos; una rayo de luz golpeo mi techo y algunos trozos pequeños de concreto cayeron a la cama. La venda ya no estaba en su posición...
Max: "Perdón", me dijo, aún mordiéndose los labios...
Sólo lo mire para aprovechar de ver sus perfectos ojos azules y cuando ya logre sacar su verga, comencé a circular su cabeza con mi lengua; él gritaba de satisfacción como nunca hubiera soñado.
Yo: "Quién es el superpoderoso?", le preguntaba.
Max: "Oh tú.. tú eres todo... tú tienes el poder y siempre lo has tenido".
Escucharlo me ponía mucho más cachondo así que comencé a chupársela, primero lentamente y a veces más rápido; su polla era grande y gruesa, pero trate de contenerla lo más que pude en mi garganta. Mmmmmm!! me encantaba su color, su forma, la tomaba, la mastubaba y la volvía a chupar. El superhombre se retorcía, miraba sus manos, me encantaba verlo sumiso y al también le gustaba; gemía hasta más no poder, ya su liquido preseminal me había mojado y lo pase por mi boca acercando mi mano para tocar la suya, llegando hasta que lo saboreara su lengua.
Max: "No puedo más, penétrame, te deseo por favor... penétrame... hazme tuyo"
Yo le indiqué con mi dedo que aún no era el momento...
Max:"Ufff, woow... Nooo!! por favor, dime que deseas, lo haré... Haré cualquier cosa para ti, sólo pídelo y penétrame!!...
Que tentación, estaba tan excitado escuchándolo... Yo ahí con mi lengua dando placer al hombre más poderoso del universo y él sólo quería que lo follara y me ofrecía el mundo; y realmente me lo podía dar con sólo pedirlo... Era una tentación, que cada vez me calentaba más.
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MaxiMan
Science FictionEra un superhéroe, una fantasía lejana, inteligente, super poderoso, musculoso y muy atractivo en su traje rojo. Volaba como Superman por los aires ayudando sin jamás pronunciar palabra, hasta el día que me vio.