MaxiMan

8. No enojes a un Super Ser

Los días continuaron tranquilos  en la ciudad y el mundo, la entrevista había servido para que la gente viera a Maximan más cercano y cotilleara respecto de su intimidad; en mi caso sirvió para darme cuenta que como en toda relación, no es bueno idealizar a la pareja sino más bien, querer al otro amando sus virtudes y aceptando sus defectos; claro que todo tiene un límite y esta mañana él acababa de pasarse uno. 

Pues me encontraba atrasado para ir a la universidad y para no molestar a mi novio, quien se encontraba flotando para limpiar las canaletas; decidí ir en su auto el cual aún no había utilizado, sin embargo no encontraba los papeles y cuando le pregunté por ellos, supe por su propia boca que el auto en realidad no era de él, sino que había sido otra cosa "obtenida por favores efectuados a una automotora", solo que más encima a este apuesto jovencito se le había olvidado pedírselo al dueño y por ello los papeles no estaban en regla.

Yo: "Pero eso es derechamente un robo Maximan!!..."

Max: "Ya sabes que me gusta que me digas Max; y bueno, el dueño estará encantado de darle un auto a un superhéroe como, los atraeré en lo que se demore en entregármelos".

Yo: "Pero me mentiste pues el auto no era tuyo, cuántas más mentiras me has dicho?"

Max: "Bueno quieres que vaya por los papeles o no?", se calmó y descendió frente a mí con su encantadora sonrisa como queriéndome abrazar y darme un beso, pero yo no me vendo tan fácilmente por un hombre hipermusculoso que vuela y tan atractivo como un Mister Mundo; bueno, por lo menos no hoy... y por primera vez lo rechacé y le di la espalda.

Yo: "Ese no es el punto MAXIMAN"...

Me volví a mirarlo con pose de novio herido y pude contemplar como esos preciosos ojos azules se tornaban rojos, creo que al parecer nunca había sido rechazado y estaba lidiando con un nuevo sentimiento. Se dio media vuelta y caminó unos pasos hacia el auto, lo miro de lado a lado con rabia y dando un fuerte grito le dio una patada que de  seguro se convirtió en una nueva nave espacial rumbo a los albores de nuestro sistema solar; yo quedé impertérrito y antes que le dijera nada, sin mirarme dijo que iba a patrullar el planeta y se fue volando, no sin antes sacar la canaleta de un manotón para golpear el bote de basura hacia el espacio; seguramente para que el auto no anduviese sólo.

Mientras iba en el bus bastante preocupado pues nunca había visto a Max tan enojado y no sabía de que sería capaz en ese estado ni en que pie se encontraba nuestra relación; así que lo llamé más de una vez, pero no llegó, incluso fingí pedir auxilio, pero obviamente me podía ver desde cualquier parte.

No terminaba de llegar al salón cuando vi a todos obsesionados en sus celulares más de lo de costumbre y escuche que murmuraban acerca de Maximan, así que saqué de inmediato mi teléfono para ver que sucedía y fue fácil encontrar la noticia pues estaba en todos los portales; Max con su visión calorífica en cosa de minutos había secado lo poco y nada que quedaba del mar de Aral sin razón aparente, aunque los noticieros lo respaldaban diciendo que de seguro era un tema de fuerza mayor ; y así tan fácil como apareció desapareció. Aún intentaba comprender que había pasado cuando luego escuche que lo veían en Grecia levantando en sus portentosos brazos una ciudad que seguramente había estado sumergida por siglos y luego frente a los ojos de turistas sorprendidos y asustados la lanzó a un sitio vacío cerca de la gran Acrópolis diciendo: "ahí tienen otras ruinas para ver"... los noticieros indicaban que era el descubrimiento arqueológico del siglo, pero yo sabía que todo eso escondía una rabia dentro que debía controlar antes de que alguien saliera herido. Así que fui a la dirección y pedí el dia por un gran problema familiar lo que en realidad era muy cierto.

Al poco tiempo de ir dejando la universidad me flanqueó aquel detective que me interrogó cuando conocí a Max....

Detective Strauss: "Sr. Mayer...Daniel Mayer, que bueno encontrarlo, necesito hacerle algunas preguntas".