Snowfall

XII. Una idiota con un gran ego

Hola todos feliz lunes.

Espero disfruten el capítulo, no se olviden de votar y comentar.

Cómo regalo navideño estaré contestando todas las preguntas que quieran hacerme, sobre mis historias o sobre mi.

...

Kara tenía una extraña sensación de querer sacar aire por la nariz, para eliminar el bloque de sangre, sabía que si lo hacía la hemorragia regresaría pero su cuerpo se lo estaba pidiendo, era algo tan contradictorio, su conciencia quería algo pero su cuerpo otra cosas totalmente distinta.

-¿Cómo te sientes cariño?, ¿Quieres que busque algún analgésico? – Kara volteo ver a Lena y negó con la cabeza.

-Estoy mucho mejor, gracias por acomodar mi nariz, por favor no te enojes con Alex ella nunca ha sido buena controlando sus emociones, quita esa carita de enojo. – Kara frotó con su mano la línea en la frente de Lena.

-No me importa, no debió golpearte, entiendo que le ganó la emoción pero esas no son formas de tratar a su hermana. – Lena estaba muy molesta, quería emparejar las cosas con esa tal Alex, pero se detenía por Kara.

-Tranquila más tarde hablaré con ella y arreglaremos esto, por ahora necesitamos descansar. – Kara no iba a seguir discutiendo con Lena por culpa de Alex, su hermana siempre tenía esa habilidad para arruinar la armonía.

-¿Dónde dormiremos?, Espero que con tu hermana no. – Lena hizo una mueca de desagrado bastante tierna.

-En mi casa, vamos por las mochilas y a descansar cariño. – Kara beso a Lena muy lento para no lastimarse y después comenzó a buscar las mochilas.

Lena estaba muy nerviosa por conocer la casa de Kara, pero tomando en cuenta que ya casi había golpeado a Alex y que incluso la calló, conocer la casa de Kara era solo un paso más en su relación creciente, ayudó a su chica con las mochilas, Kara se llevó a los conejos y el pequeño mouse las seguía muy pegado a sus piernas, el pobre sentía el ambiente hostil.

La casa de Kara era bastante bonita, tenía una cerca blanca rodeando el jardín delantero y un garaje, estaba pintada de color azul cielo y tenía dos pisos, en la puerta principal contaba con una lámpara que iluminaba la entrada y el pórtico vacío, a Lena le encantó en seguida, Kara los dirigió con cuidado por el camino que atravesaba el jardín, llegó hasta su puerta y abrió, adentro todo estaba obscuro.

-Seguramente no hay electricidad Alex debe de haber tomado mi combustible para ella, en fin, vamos a descansar.- Lena dejó las mochilas lo más ordenadamente posible a un lado de las escaleras y siguió a Kara hacía arriba.

-Puedes dormir aquí, te buscaré cobijas limpias, mi habitación está al final del pasillo, ese de ahí es el baño. -Kara estaba explicando todo apresuradamente.

-Ammmmmm Kara pensé que dormiríamos juntas, no crees que es innecesario separarnos. – Lena se sentía bastante confundida por la actitud de la rubia.

-Pensé que querrías dormir sola, pero si no es así, entonces ven conmigo, lo siento solo asumí que deseas recuperar tu libertad. – Kara se puso muy roja y Lena la abrazó.

-La verdad ya no podría dormir sin ti, me tranquilizas y aparte eres mi calentador personal. – dejó un beso delicado y suave en la mejilla de Kara.

-Bien, entonces vamos a dormir cariño, estoy muy cansada. – Kara las arrastró prácticamente hasta la habitación, todo estaba oscuro, pero lo poco que se veía parecía  ordenado.

-¿Quién te ayuda a limpiar aquí?, Todo está en orden después de tanto tiempo. – Lena tenía genuina curiosidad sobre la vida de Kara.

-La señora Henderson, yo le digo que no es necesario pero ella insiste en hacerlo, luego te los presentaré, por ahora hay que dormir. – Kara abrió las cobijas y comenzó a acomodar las almohadas.