Snowfall

III. Regresando a casa.

Hola Lectores.

Es jueves y como lo prometí aquí está el nuevo capítulo,disfrútenlo y no se olviden de votar y comentar.
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La casa de Winn estaba oscura, apenas iluminada por la luz que entraba de la luna, Kara estaba dando vueltas en el sofá, no sabía por qué había aceptado esa misión, seguramente podría haber pagado de alguna forma diferente, tal vez trabajando para ellos un tiempo, pero no, aceptó ir al lugar más maldita mente abandonado y congelado del planeta, a rescatar a una mujer que seguramente ya estaba más que muerta.

Kara se levantó y buscó un poco de agua, la bebió mientras observaba por la ventana la nieve cayendo, esperaba que al menos el clima se apiadara un poco de ella, no quería tener que viajar con una maldita nevada encima, terminó su agua y regresó al sofá, cerró sus ojos y poco a poco se fue durmiendo.

Pasaron tal vez un par de horas cuando el olor a comida la hizo abrir los ojos, Winn estaba en la cocina cantando y cocinando algo, volteo hacia Kara y le señaló un plato con panqueques y honestamente Kara amaba los panqueques, Alex nunca le permitía pedir suministros para hacerlos, le parecía injusto pero no podía hacer nada su hermana era así.

Con pasos lentos y rascándose un ojo, Kara caminó hasta la mesa, tomó una taza y se sirvió un poco de café, esa hermosa y preciosa bebida era un lujo, así que no llenó su taza, sólo tomó lo suficiente para saborearlo.

-Puedes llenarla Kara, después de todo tu estás pagando este desayuno, la guardia negra me ha dado cosas por tu revólver. – Winn se sentó frente a ella y le dejo unos trozos de tocino en el plato, Kara casi se cae cuando vio la deliciosa carne.

-¿Qué te han dado? Pensé que no habías podido venderlo, ¡Esto huele delicioso! – Kara comenzó a escarbar en su plato comiendo muy rápido.

-Me dieron el trineo que pediste y el jefe del almacén dijo que lo llenaría bien para ti, creo que tu hermana se pondrá feliz, yo conseguí algo de equipo y comida.- Winn vio a Kara sonreír genuinamente tal vez por primera vez desde que se conocieron.

-¿Puedes conseguirme una caja de cereales con bombones? A mí sobrina le gustan y se los prometí.- Kara no quería fallarle a esa pequeña, ya le había fallado a todo el mundo pero al menos la niña aún creía en ella.

-Tranquila, se que siempre los buscas así que pedí unos cuantos, mira.- Winn apuntó hacia la alacena dónde había cuatro cajas rojas de cereales con bombones.

Cómo se lo había prometido al jefe de la guardia, a primera hora se presentó en la entrada de la comunidad, ahí ya estaban hombres de la guardia descargando un gran camión de lo que parecían ser alimentos y medicinas, Winn y ella observaron interesados los tratos sucios que se hacían ahí.

-comandante Danvers señora, mi jefe me ha enviado para que la escolte a nuestra base. – un hombre alto y con cara de tonto le hablo a Kara.

-soy solo Kara por favor, Winn por favor cuídate mucho, espero volver a verte amigo.- Kara y Winn se abrazaron ante la mirada de los hombres de la guardia.

Kara subió sus cajas de comida al camión y su mochila, pensó que le taparían la cabeza pero no fue así, la dejaron ver hacia donde iban, pronto supo por qué, en realidad no iban a la base dónde había. Estado anoche.

Llegaron a una especie de bodega llena de suministros y vehículos, muchas personas iban y venían cargando cajas y más cajas, llenando camiones de diferentes productos, todo estaba vigilado por hombres grandes y armados hasta los dientes.

-Comandante Danvers, venga por aquí. – Kara sintió ganas de golpear al hombre con cara de tonto por seguirla llamando de ese maldito modo.

Camino tras aquel sujeto observando todo, las personas ni siquiera se tomaban el tiempo de regresarle la mirada, eso estaba bien a Kara no le gustaba llamar la atención, su escolta se detuvo frente a una gran puerta, Kara entendió el mensaje, se adelantó y la abrió encontrándose con una habitación.