—Tengo sed Akaashi. — Le decía el omega molestando a su compañero, moviéndolo de un lado al otro.
—Por el amor al creador, Shoyo, son las 4am, ve tú. — Akaashi se intentaba cubrir más con las sabanas pero le era imposible continuar con Shoyo jalándole.
—No quiero ir solito...— Le pedía con un lindo puchero a su amigo.
Akaashi rodó los ojos, y se dispuso a levantarse.
—Eres molesto.
Shoyo sonrió y se puso sus pantuflas de cuervo.
—Vamos.
Ambos omegas bajaron lentamente las escaleras de aquella mansión, la casa era enorme, y algunas veces lograban perderse por eso Hinata no le gustaba bajar solo.
Desde que habían llegado a esa casa, les había asustado de cierta manera, nunca ninguno de los dos chicos habían estado en una casa tan grande y elegante como aquella, la primera semana ambos chicos les pedían a Tobio y Bokuto que los acompañaran para cualquier cosa porque definitivamente temían caerse por esas escaleras o que cuando llegaran abajo un psicópata los esperara para clavarles un par de cuchillos.
Sí, ambos tal vez exageraban un poco.
Cuando llegaron a la cocina, Akaashi se sentó en uno de los taburetes que había y Shoyo se fue a servirse su vaso de agua algo fría.
—Dios, que sueño. — Comentó Akaashi bostezando.
—Lo siento, es que me da miedo bajar por esas...— El ruido de una puerta forcejándose retumbó en los oídos de ambos.
Hinata miró rápidamente a Akaashi y viceversa. La puerta volvió a sonar.
—Creo que mi pánico de que viniera Anabelle por nosotros no era solo un sueño.
—Tenemos que ver quien es, Akaashi.
El omega frunció el ceño.
—¿Estás loco? Si es un psicópata nos va a degollar.
Hinata aun temblando negó.
—No nos matamos practicando para quedarnos a jugar Barbie mientras nos arrastra una muñeca fea.
—¡Tú también crees en la muñeca!
—¡Cállate! — Gritó Shoyo cuando oyó la puerta ser abierta finalmente.
—Jodida mierda, apaga la luz, y sígueme.
Akaashi se bajó del taburete rápidamente y observó un segundo a Hinata quien tomaba un cuchillo de la cocina. El omega tomó una paleta de madera y apagó la luz, dirigiéndose a la sala, a la puerta principal.
Hinata iba al frente, intentando ver pero le era muy difícil con todo completamente oscuro. Hasta que vio una pequeña luz de un celular alumbrando la sala.
Era el momento.
—¡Akaashi ahora!
—¿Pero qué...?
Ambos omegas se lanzaron abruptamente contra las personas que estaban en la casa, pero ambos recibieron unos empujones antes de poder dañarlos.
Pero fue Akaashi quien lanzó la paleta de madera.
Justo en el ojo de alguien.
—¡Joder!
Ambos omegas iban a seguir hasta que percibieron de quien era esa voz.
—Ay no.
Las luces fueron prendidas y dos alfas completamente enfadados se dieron a ver, uno cubriéndose el ojo que le dolía como el demonio.
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Omᥱgᥲ // Kᥙrokᥱᥒ
FanfictionJefe de una mafia, respetado por todos su personal y querido por sus amigos, ese era él, un omega que comandaba a una de las mafias más poderosas que existía en Japón. Un día recibe varias noticias sobre omegas secuestrados y siendo utilizados para...