Kenma
—¡Habla!— Me gritaron para continuar golpeándome. Negué nuevamente.
—No les diré nada.— Respondí escupiendo la sangre de mi boca.
—Sabes omega, tengo permiso de lastimarte hasta que hables.— Comento uno de mis agresores. Me reí fuertemente ante aquello, porque ellos creían que tenían el control pero lo que estaban haciendo era hundirse cada vez más.
—Tú sabes una cosa.— Le miré directamente a los ojos. —Me has lastimado más de lo que deberías y tristemente para ti morirás, lo gracioso es que no seré yo quien te mate.
El chico de cabello rojizo se cruzó de brazos. —¿Y quién será, omega? ¿Tú juguetito? ¿Ese a quién utilizas?— Preguntó burlón.
Sin quitarle la mirada de encima sonreí. —¿Cómo sabes que él no es el que está utilizándome?—
Y con un nuevo golpe justo en mi mejilla, caí inconsciente.
+
—Joder Shoyo.— Exclamó Tobio pasándose las manos por la cara.
—¿Podrías dejar de quejarte?— Preguntó Shoyo tecleando algo en la computadora.
—¿Acaso si sabes utilizar una computadora?
—¡¿Sabes qué?, hazlo tú! — Le gritó Shoyo levantándose de la silla para colocarse al lado de Tobio.
—Anda, ya que tú sabes tantooo, ve ilumíname.
Tobio observó a Hinata totalmente molesto y pensó que tal vez si se había pasado un poco.
—Hey Shoyo, yo no...
—Ya está aquí. — Se oyó una tercera voz en la habitación.
Ambos chicos se voltearon y vieron a Chifuyu entrar en la habitación junto con un chico rubio de lentes.
—Chicos, él es Kei Tsukishima, el mejor en computadoras que conocemos y primo de Kenma.
Tobio y Hinata se vieron por un segundo y luego a Tsukishima.
—¿Primos? — Preguntó Shoyo. —No sabía que Kenma tuviera primos. — Comentó Tobio.
—Kenma no habla de la familia, pero si necesita ayuda suele llamarme, aunque la última vez fue hace unos cinco años.
Tobio frunció el ceño pero asintió.
—Bien, Kuroo lo mando a llamar para que nos ayudara a rastrear el auto que se llevó a Kenma. Así que, Hinata, me habías dicho que habías visto una camioneta sospechosa cruzarte por al lado el día del secuestro.
Hinata asintió. —Era totalmente negra y polarizada. — Kei asintió y se sentó enfrente de la computadora. —Necesito más que eso, y aparte ¿Qué intentaban en la computadora? — Preguntó riéndose al ver el desastre de páginas abiertas.
—Buscábamos pistas...— Comentó apenado Hinata, Tobio notó aquello y tiro de brazo para que estuviera más cerca de él. Hinata no se quejó.
—Bueno chicos, los dejo, tengo que ir a ver a Kuroo. — Habló Chifuyu partiendo de la habitación.
—Ok Hinata, ¿viste la marca del auto? — Preguntó Kei tecleando sin parar. —Era un Chevrolet. — El beta asintió. —¿No llegaste a ver la matricula cierto? —
El omega iba a negar hasta que se acordó que la vio pero solo algunos dígitos.
—¡Vi algunos dígitos! — Exclamó el omega tratando de recordar. —Era... A...32. — Hinata asintió para sí mismo. —A32 pero no logre ver el resto.
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Omᥱgᥲ // Kᥙrokᥱᥒ
أدب الهواةJefe de una mafia, respetado por todos su personal y querido por sus amigos, ese era él, un omega que comandaba a una de las mafias más poderosas que existía en Japón. Un día recibe varias noticias sobre omegas secuestrados y siendo utilizados para...