Amelia, la chica con las mejores notas del instituto, tiene un propósito muy claro en su vida: entrar a Harvard cueste lo que cueste.
Sin embargo, nunca creyó que eso la llevaría a formar parte del equipo de porristas, a acercarse más al capitán del...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mi habitación había quedado llena de mil papeles manchados con garabatos entre frases tachadas y libros abiertos que terminaron en la alfombra felpuda de color rosa. Mi ropa se había unido al caos, llenando parte de mi cama y la otra parte del suelo. Cualquiera que entrara a mi habitación podría darse cuenta del desorden que estaba viviendo.
Menos mi mamá. Ella solamente verá su oportunidad para volver a regañarme.
Pero no puede enojarse conmigo cuando ese desastre se debe a una única cosa, algo que está sucediendo ahora mismo...
—Señorita Beckham, ¿Por qué ha elegido Harvard como su opción principal?
Hace diez minutos desde que estoy en la oficina de la Universidad de Harvard, la Universidad de mis sueños. Hace cinco minutos entré a la pequeña oficina del señor mayor que ahora me está entrevistando para valorar, y decidir, si esta fuese la primera de muchas veces que vendría a esta universidad o la primera y última vez.
La oficina es acogedora con todos los muebles de madera oscura, estantes llenos de libros y algunas pequeñas decoraciones que podría encontrarse en cualquier oficina de una importante persona. Incluso hay una pequeña estatua de la cabeza de Beethoven. Es.... raro de ver, pero no sería la primera vez que veo una. La consejera estudiantil también tiene una pequeña estatua, pero la suya es de George Washington.
—Harvard es la mejor universidad de la Liga Ivy y muchas personas conocidas han salido de aquí, personas que han hecho un cambio en la sociedad, en la historia y...
¿Y qué tiene que ver conmigo? ¿En serio mi sueño de asistir a Harvard se basó en querer recorrer los mismos pasillos por los que Barack Obama pasó? ¿Porque Elle Woods pudo entrar a Harvard para demostrarle a su ex que ella es más inteligente de lo que él y su familia pensaba?
Mi decisión de pasar cinco años en una universidad no tendría que ser tomada a base de la vida de otros...
—¿Qué carrera tiene pensada para usted? Puede elegir más de una, me gustaría saber sus opciones y razones, así puedo conocerla un poco mejor —continuo luego de unos minutos en silencio, esperando a que continuara con la anterior pregunta, pero no había palabras para poder continuar—. Tenemos una gran variedad de carreras, pero supongo que eso ya lo sabe. Hay carreras que se pueden enfocar en lo que usted ha hecho estos años como un hobby. Puede aprender más sobre los idiomas que habla, la cultura de esas ciudades en las que se originó. También hay carreras enfocadas a su pasión por la literatura o tal vez ser parte de ese mundo con su propio libro.
Tenía una lista de carreras que siempre han llamado mi atención: leyes, literatura, periodismo, incluso alguna vez me atreví a mencionar un doctorado y arquitectura. Pero siendo realista: ¿Podría ser buena en eso?
—Y nuestro departamento de arte es de los mejores.
—Lo siento —interrumpo de forma descortés, sonriéndole con timidez—, sé que debí venir más preparada a esta entrevista, pero estos últimos meses me he comenzado a cuestionar mis sueños, ya no sé ni que carrera elegir y mucho menos la Universidad. —me sinceré, porque no quería hacerlo perder el tiempo cuándo afuera ha de haber alguien más esperando su momento de entrar, alguien que estará más seguro de querer estar aquí—. Se que Harvard me abrirá las puertas a un nuevo mundo, me formará y me educará para poder sobrevivir en este mundo de locos. Sé que es mi mejor opción académicamente hablando, pero no sé si sea la mejor opción para mi felicidad.
