El cumpleaños de mi padre estaba cerca, Candy se estaba volviendo loca con los preparativos y con la lista de invitados que no parecía tener un fin.
Quitando eso, estaban siendo días muy tranquilos en los que me dedicaba a salir a caminar por la orilla de la playa, conocer los locales más cercanos y hacerme pasar por la "hija del amigo" de mi padre. La mentira no iba a durar mucho, ya que empezaron a salir algunas noticias donde decían que no creían esa mentira, pero el mánager de la banda no cree que sea el momento de que la verdad salga a la luz.
Hablan de mi como si fuera algún tipo de mujer maravilla o bicho extraño cuya existencia cambiará el mundo como el ser humano lo ha conocido. Soy normal, gente.
Bueno, a veces digo hechizos en voz alta, pero sigue siendo algo normal si eres potterhead.
—¿Por qué tendremos un banquete con meseras normales y no a las hermosas chicas de Hootters?
El hombre que sigue insistiendo en que es mi tío ha decidido entrar al pequeño espacio donde Candy estaba con muchos papeles y cerca de un cuchillo muy afilado.
Él no es muy inteligente.
—Porque vamos a tener una cena, no que tú te las cenes a ellas.
—No tienes que ponerte celosa, Candy Can —le dice con buen humor, pasando su brazo por encima del hombro de la estresada rubia—. Te enseñaremos a que tú también puedes disfrutar de ellas.
Juro que por un momento me pareció ver la mano de Candy moviéndose hacia el cuchillo a su lado, pero luego sólo suspiró y se alejó de él.
—No estoy de humor para tus bromas. Tengo mucho que hacer y no ayudas, Xenix.
Levanté la revista que sostenía en mis manos, cubriendo mi rostro de la mirada de mi tío y de mi... ¿madrastra? Ugh, se escucha horrible. Espero que no me envenene en la cena de cumpleaños.
Cuando escucho el ruido de una silla frente a mí, bajo la revista e inevitablemente suelto un grito al ver el rostro de Xenix sonriendo como gato malvado planeando conquistar el mundo luego de asesinar a todos los humanos.
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Now Or Never
Novela JuvenilAmelia, la chica con las mejores notas del instituto, tiene un propósito muy claro en su vida: entrar a Harvard cueste lo que cueste. Sin embargo, nunca creyó que eso la llevaría a formar parte del equipo de porristas, a acercarse más al capitán del...