John Owen
Brad de verdad pensó que tenía la partida ganada.
Días antes...
El hombre que me visitó parece decir la verdad. Debo tener mucho cuidado, no caeré en trampas de Brad.
- ¡Owen, tu abogado llegó!
Me debato en decirle, pero finalmente lo hago. Es la única persona en la que confió en este momento.
- Tu cuñado también tiene enemigos John, muchos. Si es por mis honorarios, no te preocupes, esperaré a que salgas. Pero si tu interés se debe a otra cosa, hay una manera de ver si lo que dice es cierto. Marquémosle.
Puso el móvil delante de mí y pude escuchar la conversación que sostenían.
- La defensa a invertido mucho en este caso. Enfrentar al jefe la policía genera muchos gastos.
-Sugiero revise su cuenta bancaria abogado. - En ese momento, una notificación indicaba una transferencia. – La condición para ti John sigue siendo la misma. Tienes la responsabilidad moral de ayudar a tu hermana. Quítala del camino del hombre con el que está.
Él sabía que estaba escuchando. La cuenta del abogado reflejaba un depósito muy superior a sus honorarios y yo no lo podía creer.
- Es demasiado dinero – respondió mi defensor.
- El excedente entrégueselo a John. Tendrá gastos inmediatos que no podrá solventar. Si requiere ayuda en otra cosa, solo debe decirlo.
Ambos nos vimos sorprendidos.
(...)
Justo cuando estoy con el abogado repasando mi defensa, Camila informa lo que descubrió. Mi cuñado traspaso sus propios límites por dejarme preso. Inmediatamente recurro a ese desconocido sin identidad. "Déjalo en mis manos", es su respuesta, pero también exige que Camila no se inmiscuya más, por su propia seguridad.
Ahora estoy cien por ciento seguro que su interés por mí tiene nombre y apellido, Camila Owen. No tengo la menor idea hasta qué punto es conveniente seguir. Mi hermana está casada, y así no me guste, tampoco puedo poner su honor en tela de juicio.
No obstante, el abogado me alienta a continuar. Brad no se va a detener y está es mi única oportunidad de salir.
(...)
Momentos antes de la audiencia, soy llevado a los sanitarios y me dejan sin vigilancia. Una de las puertas se abre, un hombre alto, recio, se acerca hasta mí. Me extiende un celular. Me hace señas para que lo ponga en el oído.
- ¿Sí? – preguntó al no saber que más decir.
- Liberé a los hijos de tu testigo. Mi amigo se hará cargo de lo demás. No vuelvas a caer en la cárcel, no será fácil volverte a sacar – cuelga.
Entrego el móvil, mi interrogante va del suelo al cielo.
- ¿Cómo se llama mi benefactor?
- En su momento lo sabrás. – Sale y segundos después entran por mí.
Aguardo hasta que me llevan a la sala donde me espera un largo litigio. Aquí están mis padres y mi hermana, y también el imbécil de mi cuñado. Me mantengo seguro, Brad Evans no podrá derrotarme.
En cuanto mencionan la palabra "inocente" vuelvo a respirar. El papeleo es rápido, unas cuantas firmas y estoy libre.
Puedo ver como Camila discute con su marido. Mi padre me sujeta y me advierte que no me meta. Para mi sorpresa, el mismo tipo de los sanitarios se planta en el fondo del pasillo. Hace unos cuantos movimientos con la mano. Una amenaza directa al jefe de la policía que se nota completamente desconcertado.
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BELLUCCI, LEGADO DE UNA DINASTÍA (LIBRO 3) (EN EDICIÓN)
RomanceLa vida agitada, el constante peligro, las traiciones, hacen de Vladimir un ser desconfiado. No hay cabida para el amor, solo momentos efimeros que no lo aten a nada. Un accidente automovilistico pone frente a sus ojos a Camila Owen, pronto su mundo...