C.16 ENTRE LAS SÁBANAS

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Vladimir...

Despido a Gianni en el lobby del hotel, tiene que ir por Anhya y sus hijos al aeropuerto. André, Bruno y Frank me llaman para tomarnos una foto, quieren un recuerdo de este día. Al separarme, Mateo pasa por mi lado y susurra.

- A las 9, amante de tu rival a la vista, está vestida de negro.

Con disimulo giro y ubico el objetivo. Los Evans no se han dado cuenta de su presencia. La sigo con la mirada cuando luce perdida. Voy hasta ella y capto su atención.

- ¿Busca a alguien señorita?

- A Brad Evans – Es atractiva, joven, pero nada que ver con el estilo de Camila.

- Lo vi por allá, acompáñeme. – Le ofrezco el brazo que acepta de inmediato. Los ojos de Camila son balas a punto de dar en su objetivo, yo. La guio hasta los Evans.

La cara de Robert es de enojo total al verla. Brad casi expulsa la champaña que está bebiendo. Algo me dice que llegó sin ser invitada.

- Está hermosa joven te busca.

- ¡Cielo! – Tras esa palabra de cariño miro sorprendido a Brad.

De reojo puedo ver a Mateo y Lía hablar, ambos nos miran. Y como es de esperar, mandan a Camila con nosotros para poner en aprietos a Brad. Él está más pálido que una hoja de papel cuando la ve venir.

- ¡Buenas noches! ¡Bienvenidos! – Ellas no se conocen, no hay indicio que diga lo contrario.

- ¡Gracias! – Liz es la única en responder. Se coloca a lado de Brad como si tuvieran una relación de pareja normal. Si Robert tuviera un arma, ya habría asesinado a su hijo.

- ¿Pasa algo? – Camila observa a su esposo y a su suegro, pero no pone atención en la actitud de la chica.

- Nada linda – responde Robert tomándole las manos, tratando que centré su atención en él. – Permíteme felicitarte. Los comentarios de tu trabajo endulzaron mis oídos. Eres un orgullo para mi familia, no pude conseguir mejor nuera que tú.

Liz la recorre de pies a cabeza. No sé qué imagen tenía de ella, más creo es diferente a lo que ve. Alza un gesto desafiante y molesto.

- Le agradezco señor Evans. ¿Está bien atendido? Perdón, ¿están bien atendidos? – Demuestra una educación superior a ellos.

- Si preciosa. – Brad ya ha puesto distancia de Liz, ocupo el lugar a lado de Camila. – Te ves deslumbrante. Tu vestido es una locura, no recuerdo habértelo comprado. – Toso cuanto le toca la espalda.

- ¡Disculpen! – Frank interviene sin saber quiénes son las personas frente a él. - Camila, necesito presentarte a un nuevo inversor. Quiere una minuta detallada de la operación de los casinos. – Se disculpa y acepta el brazo de Frank con su debida distancia.

El ambiente se siente tenso, mejor irme y que se despedacen solos.

- Síganse divirtiendo. – Robert no me deja avanzar.

- Disculpa a mi hijo. A veces no entiende que debe mantener a sus zorras en su lugar. – El momento es muy incómodo, y lo siento por esa chica. – Espero que este inconveniente no se sepa, tú sabes.

- No será por mí que Camila se entere. – Liz mira lo que Brad no deja de ver, a Camila. Su gesto no me gusta, hay deseo en su mirada. – Considérese bienvenida señorita. – Me alejo de Robert. Es un hombre desagradable y Brad un imbécil.

Leroy escucha atento cómo funciona el casino. Alterno la mirada en los dos, sus ojos son similares y su gesto parecido.

- ¿Tenía curiosidad de ti? – dice dando un trago a su copa.

BELLUCCI, LEGADO DE UNA DINASTÍA (LIBRO 3) (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora