Hardest of hearts-Florence +The machine
Desde que el tren llamado Alina Romanova descarrió en nuestras vidas, han pasado cerca de cuarenta y ocho horas. Cassie hace apenas unas horas que llegó y no puedo evitar preguntarme como le irá. Aiden fue a buscar a su amigo y lo encontró sumido en el caos más absoluto. Eso ya no es una casa, es el recuerdo de una.
Me relató el estado lamentable de Lev, tirado en el suelo, con las heridas de las manos sangrando, el pelo de todo un desquiciado y la casa completamente destrozada a su alrededor. Después, cuando me dijo que Cassie estaba de camino aquí, no pude evitar pensar que tal vez ella es la única capaz de sacarlo de su estado. Ella más que nadie sabe lo que es estar sumida en el fondo de un pozo.
Sostengo con fuerza a Akim en mis brazos, tapándole con la mano la escena que hay detrás del cristal. Alina y Dimitri están en una sala aislada, con ella encima de una camilla y él con un traje especial. Al parecer tocar su piel tiene un efecto abrasivo sobre la piel cuando están demasiado tiempo en contacto. Además de todo eso, hemos descubierto que su saliva es altamente venenosa. Y su sangre es todo un cóctel letal.
—El niño va a tener pesadillas con esto. —apunta Aiden.
—Por algo le tapo los ojos. —entrecierro los ojos genuinamente. —Además, es demasiado pequeño. Seguro que lo olvidaría.
—A esta edad son como esponjitas. —hace un sonido con la boca absorbente. —¿Verdad, Akim?
El niño no deja de mirarlo con los ojos abiertos de par en par, cada vez que aletea sus enormes pestañas siento un pinchazo en el pecho. Es todo un muñequito.
—Mírate, ya le hablas. —permanecemos un poco ajenos a lo que pasa dentro de la sala aislada. —Seguro que serías buen padre después de todo.
—Tú seguro que serías maligna, los obligarías a comer brócoli, dormirse temprano y todas esas cosas de madre estirada.
Quiero reír ante su ocurrencia, pero una sombra desciende sobre mí. Yo no puedo ser madre, no de hijos biológicos. Me lo dejó muy claro el médico de papá. Las heridas en mi útero, hacen que no sea una "casa" acogedora para un bebé.
—Oye, no quería... —se dibuja preocupación en sus facciones.
—No te preocupes.
Le resto importancia intentando sonreír y aún así veo que en sus ojos la preocupación no se disipa.
La puerta automática de la sala se abre saliendo Dimitri por ella y en cuanto esta se cierra, comienza a sacarse el traje. Se quita los gruesos guantes de las manos y resopla como si le faltase el aire.
—¿Alguna novedad? —pregunta Aiden detrás de mí.
Dimitri parece cansado. Desde que trajimos a Alina a los laboratorios, Dimitri no ha cesado en sus investigaciones. Ha extraído su sangre, examinándola e intentando identificar todo lo que carga esta y que forma hay de contrarrestarlo. La búsqueda del antídoto milagroso por el momento ha sido un fracaso.
—Nada. —dice resignado. —Aunque al menos sus parámetros se mantienen estables y sus heridas físicas parecen estar recuperándose. —se pasa los dedos por el pelo. —Estoy haciendo todo lo que puedo para hallar algo.
—Espera. —de repente recuerdo algo. —Hace dos años, Ashton descifró varios documentos de Roy O'Kelly y sus socios, ahí se hablaba de componentes químicos, venenos...tal vez pueda ayudarte de alguna forma.
—Hablaré con Ashton. —dice Aiden. —Y si aún lo tiene en su poder haré que te lo mande a los laboratorios.
Dimitri asiente mientras recoge un enorme y pesado maletín y se aleja de nosotros para volver a su lugar de trabajo, con todos sus microscopios, anotaciones y probetas. Observamos como se aleja en silencio y cuando quiero darme cuenta, Akim se ha dormido contra mi pecho. Le acaricio su mata castaña con los dedos e inconscientemente aspiro su olor a bebé.
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El Juego del Escorpión #2
RomanceBILOGÍA JUEGOS ENVENENADOS (II LIBRO) Dos años no parecen ser suficientes para disipar el rencor y hacer volar las cenizas de donde ardió una pasión sin límites. Katherine lleva todo este tiempo preparándose para una batalla que sin lugar a dudas l...