CAPÍTULO 28

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CASSIE

This is me trying-Taylor Swift

Después del beso no sé como debo actuar ni sé que pensar. Tengo la cabeza hecha un completo lío y ni siquiera puedo tomar distancia para despejar la mente pues tengo la orden de quedarme en casa de Lev hasta que Katherine o Aiden vengan a por mí y Akim para llevarnos al hotel.

Hemos tenido que pasar la noche aquí, condenando a Lev a dormir entre los restos de su pobre sillón. Sin necesidad de palabras nos dimos cuenta de que compartir cama sería un poco extraño dada la situación. Necesito distancia hasta que sepa lo que me pasa. Sé que yo no paré ese beso, me dejé abrazar por él, rodeada de un sentimiento de familiaridad inexplicable.

Estoy en la cocina, preparando un biberón para Akim y cuando noto la presencia de Lev tras mi espalda, mis dedos dejan de funcionar correctamente. Me tiemblan, se me cae en varias ocasiones la cuchara llena de polvos de leche, incluso derramo parte la leche.

¿Qué me pasa?

—Acaba de llamar Aiden. —informa como si nada. —Dice que un par de horas se pasará por aquí para llevarte a tu hotel. Y...

El tono de su voz ya me pone en alerta. Suficientes cosas malas están pasando ahora mismo como para que me suelte una mala noticia más. Apoyo las manos en la encimera de la cocina y lo miro con preocupación.

—¿Y qué? ¿Qué pasa?

Lo veo tomar aire mientras se remueve inquieto en el sitio.

—No soy yo quien tiene que contarte nada, no es algo de lo que tengas que preocuparte si es lo que te inquieta, pero Katherine tiene algo que contarte. Un secreto que ha estado guardando.

—No me gustan nada los secretos.

Se encoje de hombros como queriendo decir "es lo que hay", se gira y camina hasta la sillita de bebé donde Akim espera su biberón. La mañana de la boda de Aiden, esa que ha acabado siendo un mar de sangre, un pequeño grupo de escorpiones y compañeros de Lev llegaron con un coche a rebosar de cosas, entre ellas comida, artículos de aseo y cosas para Akim. Después nos dijeron que no pensaban alejarse de la casa y que estábamos vigilados desde varios kilómetros a la redonda. Al final resultó que nosotros éramos quienes menos necesitamos seguridad.

Remuevo el biberón antes de ponerlo entre las manos de Akim y me apoyo contra una de las columnas de la cocina. Me cruzo de brazos, suspiro.

—¿Crees que Aiden esté bien?

Pone una expresión un tanto perdida así que vuelvo a hablar.

—Ya sabes, ha perdido a su casi esposa, ¿o estaban oficialmente casados? ¿Aiden es viudo ahora?

Comienzo a divagar un poco.

—Ya era casi oficial, la ceremonia estaba llegando al final, solo faltaba la última palabra del oficiante. No había firmado aún los papeles para mandarlos al registro civil así que...supongo que Aiden aún no estaba casado oficialmente.

—Debió ser horrible. —cavilo.

—Es un hecho que Aiden nunca quiso de una forma romántica a Nicole, pero es inevitable que le haya tenido aprecio, ha dormido casi dos años con ella, convivido bajo el mismo techo. —resopla. —Conozco a mi amigo y él sabe que ha sido un cabrón con esa chica, por dentro debe sentirse como la mierda. Él intentó muchas veces que ella lo dejara, lo vi, tal vez si ella hubiese recapacitado, las cosas serían distintas.

—Ya, pero no lo son.

Los ojos de Lev me escrutan mientras cruza los brazos delante de su pecho y frunce los labios dibujando en su rostro una expresión que no sé descifrar.

El Juego del Escorpión #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora