CAPÍTULO 35

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♡Don't deserve you–Plumb (baile nupcial)
♡Spring–Max Ritcher (marcha nupcial)

─Eres la novia más bonita del universo. ─dice Dakota.

Dakota, una Cassie muy resacosa y yo observamos mi reflejo en el espejo. Las tres llevamos una sonrisa dibujada de extremo a extremo en los labios y nuestros ojos van a juego con lágrimas contenidas. Debo parpadear y abanicarme los ojos para no estropear el maquillaje que con tanto cuidado han puesto en mí mis dos damas de honor. Mi pelo cae en un semirrecogido por mi espalda desnuda, decorado con una pequeña tiara de flores azules. Algo azul.

─Ya solo falta el velo. ─chilla extasiada Cassie a pesar de que aun tiene un severo dolor de cabeza.

Akim suelta un gritito a juego con el de su madre, observándonos desde su silla de niños.

Contemplo cada detalle del vestido. Este es de hombros descubiertos, con unas mangas vaporosas a media manga estilo globo. Casi parezco salida de un cuento de fantasía. La parte superior del vestido es un corpiño con escote en forma de corazón, con trasparencias, brillantes y pequeñas flores blancas, La falda, lisa y blanca, vaporosa fiel al resto del vestido.

─Espera, Cassie. ─la detiene Dakota antes de que me coloque el velo.

Veo como los dedos de Dakota desabrochan el cierre del pequeño colgante en su cuello. Me rodea la garganta con él, cierra el broche y pasa los dedos hasta dejar descansando la joya sobre mi pecho. Es un pequeño brillante en forma de lágrima.

─Es de mi madre. ─explica. ─Me lo dio antes de que me fuese.

─Dakota, yo...

─Algo prestado. ─dice. ─Algo viejo y algo azul.

Las flores de mi tocado, el colgante de Dakota y la pulsera de mi madre que descansa escondida entre las capas de tela. Solo he dejado uno de los abalorios, uno parecido a una gardenia. Cordelia las amaba. Ojalá pudiese estar aquí junto a mí. Nunca soñé con una boda, pero las pocas veces en las que fantaseé con ello de niña, todo era un cuento de hadas y mi hermana siempre estaba a mi lado.

En su lugar, tengo dos hermanas de corazón.

Siento que me tiemblan ligeramente las piernas encima de mis pronunciados tacones mientras Cassie se alza sobre las puntas de sus zapatos y me coloca con sumo cuidado el velo. Este es casi kilométrico con pequeños adornos de encaje por aquí y por allá. Sujeto el ramo con flores del mismo tono que las de mi tocado y me lo llevo hasta el vientre. Las tres nos quedamos en silencio viendo la imagen completa. No soy yo quien acaba arruinando su maquillaje. Cassie comienza a llorar y me abraza sin pegar su rostro a mí por miedo a mancharme el vestido.

─Te quiero tanto Katherine. ─dice entre hipidos. ─Eres más que mi amiga. Eres mi hermana y mi salvadora. Quiero que seas feliz porque te lo mereces y ojalá la vida te devuelva una pizca de todo el amor que me das, de todo lo que haces por nosotros.

Dakota asiente junto a ella y agarra mi mano.

─Yo no hace tanto que te conozco, no como Cassie, pero sabes en que circunstancias nos encontramos. Fuiste el empujón que necesité para salir a flote y siempre te estaré agradecida por eso, nenita. ─sonríe conteniendo las lágrimas. ─Socias y hermanas, para siempre.

─Para siempre.

Nos abrazamos con cuidado y el momento se ve interrumpido por unos nudillos que golpean contra la puerta. El rostro amable de Jhon se cuela por la rendija de la puerta y sonríe ampliamente cuando me ve.

─Debo de haber subido al cielo. ─comenta. ─Porque tengo delante de mí a un ángel.

Se acerca hasta mí y me da un beso en cada mejilla.

El Juego del Escorpión #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora