Capitulo 40 parte 3

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Termino la breve historia y todos me miran sorprendidos sin que entienda la razón.

—No se porque pensé que sería una historia de amor —comenta Laura claramente decepcionada.

—¿Crees que yo contaría una jodida historia de amor justo en este momento? ¿O en algún otro momento?

—Buen punto —se toma su trago dándome la razón.

—Bueno, pero tenía sentido que fuera de amor por como comenzó —esta vez es Felipe quien interviene—. ¿De dónde sacaste esa historia?

—Me la contaba mi madre, el fénix era su animal favorito aunque básicamente solo es mitológico. La historia tiene varias moralejas, pero todo depende desde que punto lo mires, mi punto es que cuando te lastiman la única opción que tienes es levantarte, lo que hagas después de eso es tu decisión.

Me vuelvo a empinar la botella.

—El fénix significado renacimiento y resiliencia, por eso me gusta tanto —termino con un encogimiento de hombros.

—Si, si… Muy buena la historia, pero ¿Cómo te hiciste el tatuaje —miro mal a Mike y el solo me da una sonrisa mostrando toda su dentadura.

—Creo que todos queremos saberlo, recuerdo que el año pasado fuimos a tatuarnos y tú dijiste que los odiabas —comenta Koch y lo recuerdo.

—A mi también me dijiste que no te gustaban —evito mirar a Matt, pero se que el si me está mirando—, pero no me quisiste decir porque tenías uno.

—¿Vas a revelarnos el misterio fénix? —Terrence me mira divertido al igual que David.

—Me lo hice el diciembre pasado en Cancún, una persona loca me hizo entrar a una tienda de tatuajes por un capricho y terminé con la parte superior de mi espalda llena de tinta.

—No fue un capricho Carter —me alega David.

—Si lo fue…

—Espera, espera… Estás diciendo que cuando te desapareciste en navidad estabas en Cancún, primis.

—Si…

—Con David…

—Si —está vez es el quien afirma.

—¿Cómo? —Hannah se sienta derecha observándonos con suspicacia.

Me encojo de hombros sin querer dar explicaciones, pero David no parece entenderlo.

—Alissa llegó a las tres de la mañana a mi casa, borracha y con dos boletos de avión a Cancún. Simplemente nos fuimos.

—¿Y porque quisiste entrar a una tienda de tatuajes de repente? —Vraida parece verdaderamente interesada en la historia.

De hecho todos lo están, pero sigo evitando mirar a Matt porque no se que expresión tenga y estoy bastante relajada por el alcohol, de hecho siento la sonrisa boba en mis labios recordando ese viaje.

—Porque quería tatuarme, pero yo no la obligue a hacerse el suyo.

—¿Y tu que te hiciste? —pregunta está vez Percy.

—Sus labios —me señala con la cabeza y no sé porque yo bajo la mía queriendo meterla bajo la tierra con el sentimiento de vergüenza que me invade.

—Espera ¿Qué? —todos nos miran con diversión y la exclamación de Hannah pareciera haber hecho eco.

—Tengo una impresión perfecta y muy exacta de sus labios en mi pecho —se mofa el imbécil como su fuera el mayor logro de su vida.

—Oh, así que esos son los labios de Alissa —comenta Silver con un tono demasiado coqueto.

—Eso no me lo esperaba, cuando te pregunté el significado me dijiste y cito: “Es mi regalo de navidad” —se le burla Koch.

—Es que lo fue.

—Yo quiero verlo —suelta Laura arrastrando las palabras, pero los que no han visto el tatuaje la secundan.

David me voltea a mirarme antes de enderezarse y quitarse la sudadera alborotándose el cabello y quedando con el torso completamente desnudo.
Tienen varios tatuajes que resaltan en sus músculos marcados lo que lo hace ver tan…

«Piensa en algo feo Alissa, piensa en algo feo»

Volteo fingiendo que no me importa el que esté así a mis pies.

—Vaya, es increíble —lo halaga Hugo.

—Es muy bonito —por el tono que utiliza Laura puedo asegurar que está haciendo un puchero.

No necesito verlo porque lo conozco a la perfección, justo en su pectoral izquierdo, en dirección a su hombro reposa una impresión de un beso dado por mis labios en la tinta roja más viva que jamás haya visto. Cada detalle es exacto y milimétricamente pensando dando como resultado un trabajo muy profesional.

—Esta muy cool, pero ¿Por qué quisiste tatuarte eso David? —maldigo la curiosidad de Hannah.

—Prefiero guardarme esa información para mi —de reojo veo como se empieza a poner la sudadera nuevamente.

—Ay ya dinos —insiste, pero David niega—. Entonces dilo tu Alissa —me pide a mi cuando no consigue nada.

—Es que ni siquiera yo lo sé, el quería eso y yo solo se lo di —me encojo de hombros y mi voz suena chistosa por el alcohol.

—Que aguafiestas son… —después de eso todos nos quedamos en silencio tomando hasta que de repente Hannah vuelve a hablar—. Juguemos verdad o reto —propone.

—¿Qué? Esa mierda es de pubertos hormonales —se queja Terrence.

—Uy, perdón señor “tengo edad para ser su padre”, se me olvidaba que eres el chaperón —se le burla Silver—. Yo si quiero jugar.

—Yo también, tengo mucho tiempo sin hacerlo —la apoya Vraida.

—Yo lo jugué en la universidad hace poco… No termino bien —comenta Hugo con cara de terror.

—Yo nunca lo he jugado ¿Cómo es? —murmura Carla apenada.

—Yo tampoco lo he jugado, pero si se como es —confieso.

—¡¿Qué?! —suelta Hannah con horror—. Definitivamente tenemos que jugar. Para los que no saben cómo es les explico, alguien gira una botella en un círculo y a la persona que señale el pico de le botella se la pregunta “¿Verdad o reto?” Si responde verdad la persona que pregunto tiene derecho hacer una pregunta, afirmación O cualquier derivado a lo cual la persona deberá responder con la verdad y sin evasión y si responde reto la persona le pondrá un reto que deberá cumplir sin réplicas, si la persona a la que se le pregunto no dice la verdad o no cumple el reto será castigada.

—Interesante… Me gusta, juguemos —acepta Carla.

Resignada y con un poco de curiosidad por cómo terminará esto acepto, todos nos levantamos y nos acomodamos de manera que formamos un círculo grande de personas con una mesa en el centro, algunos sentados con cojines en el piso y otros en las tumbonas de la piscina.
De alguna manera quedó entre Mike y Terrence.

—¿Cuál será el castigo si no cumplimos? —pregunta Kino quien quedó entre mi prima y Vraida.

—No lo sé ¿Alguien tiene una idea? —Hannah mira entre todos con cara de asesina serial.

—¿Qué tal tomarse un trago misterioso preparado por la persona que impuso el reto o la verdad?

—Um… No lo sé, la verdad ya todos estamos borrachos.

—O algo mejor, el castigo será que salten a la piscina sin ropa —propone Mike.

—¡Solo quieres vernos desnudas animal! —le grito con diversión fingiendo estar ofendida.

—Para que te digo que no si si.

—Ya se, porque no las dos cosas, quien incumpla se toma el trago y salta a la piscina, pero en ropa interior —termina por proponer Silver.

Todos asentimos y una vez de acuerdo con eso empezamos a jugar.

El primero el girar la botella elegida en la mesa es Max, el objeto selecciona a Thomas y este elige reto ganándose una ovación por la valentía, el reto que le impone Max es llamar a su ex y decirle que la extraña cosa que el chico no toma muy bien, pero lo termina haciendo a rregañadientes.

Una vez termina la llamada la cual estaba en altavoz su cara expresa puro sufrimiento, al parecer la chica es una intensa que se creyó todo lo Thomas le dijo y ahora no va a querer dejarlo en paz.

Siguen girando y a Vraida le toca lamer el pie de Maison lo cual fue asqueroso, a Koch le toca mostrarnos el tracero en el cual tiene un extraño lunar en forma de lo que parece una deforme calabaza, Carla que fue la primera en elegir verdad confiesa que su ex tiene el miembro más grande que Felipe lo cual fue un golpe en el ego para el y a Max le toca meterle la lengua en el oído a Kino.

—Bien, mi turno —Percy toma la botella y la gira, cuando se detiene queda en mi—. Alissa… —esta casi frente a mi y me mira como si tratará de buscar los secretos del universo—. ¿Verdad o reto?

—Um… Verdad.

—Aburrida.

—Aburrida no, te conozco Percy. Tienes una mente demasiado perversa.

—Bien, para que veas que no soy malo te lo voy a dejar fácil… Dinos el nombre de la persona con la que perdiste la virginidad —exige mirándome con malicia.

Retraigo mis labios para ocultar mi sonrisa de incredulidad y niego repetidas veces no por negarme a responder si no porque no creo aún que me ponga en esta jodida situación.

Es un maldito…

Tomo de la botella que había dejado a mi lado mareándome cada vez más y:

—Soy virgen… —confieso y no sé si es el alcohol, pero verdaderamente me da risa la reacción de algunos.
Mike escupe el trago que estaba bebiendo, Maison tiene los ojos y la boca muy abiertos al igual que Silver, Koch no sabe a dónde mirar, me atrevo a mirar a Matt y este tiene una expresión de póker que me intriga y David pues, creo que su mirada es la más significativa de todas, pero no me atrevo a profundiza en ella.

—No te creo —me acusa Percy—. Estas mintiendo.

—¿Por qué habría de mentir?

—¿En serio lo preguntas? Alissa, eres una de las chicas más jodidamente sexis que conozco y te he visto ligar muchas veces con chicos.

—Una cosa es coquetear y otra muy distinta es acostarme con ellos —me encojo de hombros—. Y gracias por lo de sexi, sabía que te gustaba —le guiñó un ojo con coquetería y se ríe con incredulidad.

—¿Cómo es que no lo has hecho?

—Es una sola pregunta, el siguiente.

Corto el tema y Maison toma la botella girándola, está cae en mi prima.

—¿Verdad o reto?

—Reto —dice inusualmente emocionada.

—Um… Tenemos una valiente jovencita aquí, dime Laura ¿Eres hetero, homo o bi? —con esa pregunta me hago una idea de adónde va.

Mi prima lo mira desconfiada.

—Soy hetero.

—Es bueno que estés tan segura cielo, te reto a que beses a Silver —suelta de repente y Laura abre los ojos como si fueran dos grandes platos.

Mira a Silver, luego a el, después voltea a ver a Dereck, pero quita la mirada de el rápidamente, yo si me quedo viendo al rubio que parece intrigado hasta que siente mi mirada y vuelve sus labios una fina línea.

—Yo… Eh.

—Si no quieres dime y te preparo el trago de una vez, además estoy seguro de que el agua de la piscina está tibia.

—Yo… —conociendo a Laura se que no querrá desnudarse frente a todos.

Mira a Silver buscando una salvación, pero está solo la mira con diversión.

—No me mires así Laura, te aseguro que se besar muy bien.

No quiero que Laura se sienta incómoda, se de las preferencias de Silver y al ser bisexual no le importa besar a una chica, pero mi prima según tengo entendido nunca lo ha hecho, aún así ella eligió reto.

Al final termina asintiendo y se levanta a paso tembloroso.

Silver hace lo mismo y ambas se encuentran en el centro del circulo, Laura parece un tierno hámster asustado y Silver al darse cuenta toma la iniciativa, agarra sus mejillas con firmeza y une sus labios a los de ella causando que los chicos estallen en aplausos y silbidos.

Es un beso corto y no muy profundo, Silver se separa, le da una sonrisa amable y vuelve a su sitio.

Laura hace lo mismo un poco más sorprendida, pero se sienta en silencio.

—Es mi turno —murmura Terrence a mi lado y gira la botella, después de lo que parecen ser tres mil vueltas que me marean se detiene nuevamente en mi—. ¿Verdad o reto, fénix?

—Reto —digo de inmediato.

Todos corean un “uhhhh” y Terrence se inclina hacia mi susurrando en mi oído:

—Te reto a que pongas caliente al rubio oxigenado que tienes al lado sin tocarlo —solo yo lo escucho y la sonrisa de superioridad que suelto intriga a todos—. Demuestra lo que ese trasero virgen puede hacer.

Este más que un reto por un juego es un reto personal y yo lo acepto con gusto.

—¿Cuál es el reto? Tienes que decirlo en voz alta, sino no vale —se queja Hannah.

Me levanto sobre mis rodillas sin prestarle atención y volteo mi cuerpo con dificultad por el mareo hacia Mike, apoyo mis manos en mis muslos y me inclino hacia su oído de manera seductora llevando todo mi cabello a un solo hombro dejando mi escote descubierto.

—Mike… —murmuro de manera lenta muy cerca de su cuello haciendo que se sobresalté por mi aliento contra su piel—. ¿Recuerdas cuando nos conocimos? —asiente mirando al frente y está muy serio—. Pues tengo que confesar que cuando te vi por primera vez me encantaste.

—No seas mentirosa —susurra.

—No lo soy —estamos rodeados de completo silencio y estoy segura de que nos miran expectantes—. No te estoy diciendo que me gustas o que estoy enamorada de ti, el punto al que quiero llegar es que eres jodidamente caliente —se tensa notablemente.

Puedo ser muy joven, pero una de las cosas que he aprendido en este trabajo es que la seducción es un arma mucho más poderosa que un cuchillo y hay muchas maneras de seducir sin siquiera llegar a tener algún contacto físico.

Mike en este caso es presa fácil ya que tiene una debilidad por las chicas y el no es indiferente a mi.

—Dime Mike, ¿Yo te parezco caliente? —vuelvo mi tono de voz aún más dócil y mimado.

—Sabes que si —murmura con los dientes apretados tomando de su trago.

—Si, lo sé. Y si yo te dijera que estoy dispuesta a cumplir el reto que me puso Terrence ¿Tu me ayudarías?

—¿Cuál es el reto?

—Es algo que va a resultar muy divertido, satisfactorio y un poco, pero solo un poco inmoral —se aclara la garganta moviéndose incómodo—. Mike, ¿Me has imaginado desnuda? —se voltea ligeramente en mi dirección y suelto una ligera risita.

—Mas veces de las que puedo contar.

—Umm… ¿Me preguntó que tan acertado estarán tus pensamientos? Supongo que has tratado de imaginar mis pechos, firmes y suaves, mis pezones, rozados y duros, mi vientre lleno de sudor mientras se contrae de placer y…

—¡Mierda! —exclama pasándose las manos por el cabello y soltando un sonoro suspiro.

—¿Te has tocado pensando en mi Mike?... —suelto la pregunta en un leve jadeo y se levanta cubriéndose los pantalones con las manos yéndose sin mirar a nadie.

Terrence y yo estallamos en carcajadas y chocamos palmas a modo de celebración.

—Nunca me subestimen perras —me tambaleó tratando de acomodarme y Terrence me sostiene sin dejar de reír hasta que logro sentarme por completo.

Estoy muy mareada.

—No entiendo, ¿Cuál fue el maldito reto? —Se exaspera Dereck.

—Tenia que poner caliente a Mike sin tocarlo.

—Y a juzgar por su reacción lo lograste —la ironía en las palabras de Matt es como una daga filosa.

Me río ligeramente y con la cabeza en alto volteo a mirarlo, sus ojos chocan con los míos y su mirada en vez de molestarme me divierte.

Muerdo mi labio y suelto lo siguiente con mucho orgullo.

—Soy la puta ama de la seducción y lo se usar muy bien cuando me lo propongo niño bonito, cuando quieras te lo demuestro —se tensa, pero no dice nada a lo que yo suelto una sonrisa de superioridad.

—Por esa puta razón no puedo creer que seas virgen maldita perra —Percy levanta su bebida en mi dirección y yo hago lo mismo brindando con el.

—Salud por eso.

Continuamos jugando y riendo por las cosas absurdas que nos toca hacer y decir, Mike regresa después de varios minutos y me mira enojado a lo que le lanzó un beso en el aire, pero se termina sentando en el lado contrario a mi.

Hannah gira la botella y está cae en David, elige verdad y Hannah lo mira con malicia.

—Queridísimo profesor Maxwell… —se le burla y todos reímos—. ¿Cuál ha sido la fantasía sexual más loca que ha tenido? Esa que lo ha hecho querer crucificarse por pensar en tal cosa —volvemos a corear un “Uhhhh” y David la mira con mucha diversión, pero en sus ojos hay algo más, algo intenso que asusta y más cuando me mira de soslayo.

Algo casi imperceptible que apenas noto.

—Eres perversa, Hannah —la voz la tiene rasposa y más gruesa de lo normal debido al alcohol.

Lo perverso es lo que me hace pensar hablando así…

El alcohol y las hormonas no son buena combinación.

—Tan malo es.

—Umm… —hace un gesto pensativo—. Digamos que por si sola la fantasía es bastante inapropiada, pero lo es aún más la persona que esta implicada en ella —acepta y por alguna razón la mirada de algunos va a mi.

Terrence, Koch, Silver, Hannah, Felipe y Hugo me miran de manera “disimulada” y no sé si alguien más lo noto, pero eso me hace querer ahogarme en la piscina.

Todo lo contrario a eso vuelvo a tomar de mi botella, ya casi vacía, logrando que el mareo se intensifique aún más. Agradecería mucho si me desmayo en este momento, eso me salvaría de lo que viene.

—Bien… —acepta Hannah—. Te dejo pasar el contar la fantasía si dices el nombre de la persona.

¡Grandísima perra!

Es lo único que suelta mi cabeza cuando propone tal barbaridad.

Hace unas pocas horas era ella quien me pedía que me pusiera en el lugar de Matt y ahora se empeña en echarle leña al fuego.

—No creo que sea conveniente, además por tu cara se ve que lo supones.

—Yo no supongo nada, así que decide ¿La verdad o el castigo? —quisiera poder cachetearla por telepatía.

Ruego internamente que David no cometa una tontería, pero el universo es tan mierda conmigo que seguramente no me escuchara.

—Uf, como que no quiero mojarme tan tarde —murmura con ironía y yo aplastó mi palma abierta sobre mi frente rogando que esto no se valla a la mierda porque el imbécil va a abrir la boca.

Fénix "INCENDIO 1" (Borrador En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora