Los recuerdos de Alissa
Hace 8 años…
Mi cuerpo se siente pesado al igual que mis ojos, ni siquiera cuando terminó una pelea o algún entrenamiento con papá me siento así y esos son muy exigentes, me dice que tengo que esforzarme el doble que los demás para lograr todo lo que quiero.
Abro mis ojos lentamente y lo primero que veo es a un señor mayor con una bata blanca… Es un doctor.
—Buenas tardes Alissa —solo lo miro y pestañeo varias veces para acostumbrarme a la luz de la habitación—. Yo soy el doctor Fiat y te estoy atendiendo pequeña ¿Sabes dónde estás? —niego—. ¿Recuerdas donde estabas antes de haberte quedado dormida? —habla con cuidado como si tuviera miedo de mi reacción y creo saber por que.
Asiento levemente y miro hacia la ventana… El sol se cuela por ella, pero es leve, debe estar anocheciendo y los recuerdos empiezan a llegar a mi mente y con ellos lágrimas silenciosas empiezan a brotar de mis ojos. Mamá, papá, disparos, sangré… Estoy sola.
Solo soy capaz de sentir como me empieza a faltar el aire, ya no respiro, el doctor me habla, pero no lo escucho y soy consciente de cómo se mueve su boca mientras la habitación donde estoy se empieza a llenar de personas, pero me siento en otro lugar.
Luego más oscuridad…
(…)
Despierto alterada tratando de respirar. Hay una máquina haciendo un horrible sonido y tengo una mascarilla, la retiro y la lanzó al piso para después tratar de quitarme todas las cosas que tengo encima, incluyendo la aguja de mi brazo que me lastima.
Cuando lo hago la máquina empieza a sonar aun peor haciendo que tenga que tapar mis oídos cuando no puedo soportar el ruido.
«Es demasiado fuerte, quiero que pare»
La puerta de la habitación se abre y por ella entran muchas personas, oculto mi cabeza entre mis manos y mis rodillas tratando de calmar mi dolor de cabeza, la máquina y los gritos solo lo empeora todo y siento que alguien trata de tomarme del brazo, pero lo apartó con un golpe, no sé quién es y no me importa, sólo quiero que me dejen en paz.
«No quiero que me toquen…»
Tratan de tomarme de nuevo, pero no los dejo, no me pueden tocar, no deben hacerlo.
Solo escucho voces y murmullos que piden que me calme, pero no puedo, estoy molesta, necesito que lo entiendan y que se alejen de mi.
Alguien más fuerte que las personas que intentaron calmarme antes se me acerca por la espalda y me toma de los brazos evitando que me mueva. Grito y lanzó patadas hasta que me toman las piernas y vuelvo a gritar con más fuerza retorciéndome.
No son palabras, porque simplemente no me salen, sino gritos. Mi garganta arde, pero lo sigo haciendo hasta que siento un pinchazo en mi brazo y luego una sensación de sueño hacen que ya no lo haga más.
(…)
Vuelvo a despertar, pero está vez no me puedo levantar, llevo la mirada hasta mis brazos y piernas, están atadas con correas. Trato de tirar de ellas, pero no puedo y ya ni siquiera siento fuerzas para gritar así que llevo la mirada hacia un lado de la habitación y en un sillón que está pegado de la pared está mi tío Patrick dormido.
Trato de moverme de nuevo, pero en un movimiento de mi mano hago que una bandeja se caiga y haga un ruido muy molesto, de inmediato el tío Patrick abre los ojos y me mira, cuando lo hace se levanta, llaga hasta la camilla y me abraza.
Me muevo incómoda, no quiero que me abracé ni que me toque, se da cuenta y se separa, luego de un suspiro cansado sale de la habitación. Después de unos segundos vuelve con el doctor Fiat el cual entra sonriéndome.
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Fénix "INCENDIO 1" (Borrador En Edición)
Ação¿Que pasa cuando algo o mejor dicho alguien destruye tu vida y tú futuro? ¿Que ocurre cuando te destruyen en mil pedazos y te dejan roto para que nunca te puedas reparar? Todos los días pasan cosas horribles a personas que no lo merecen, cosas que l...