Capitulo diez | EDITADO

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- ¿Es enserio? - Escucho su vos algo impactada

-- Super enserio.

- Arriba, ahora.

- Se-Señorita. Pero...

- Esta bien, tranquilo. Lo perdono y todo lo que quiera pero ya... Arriba.

Me levante lo mas rápido que pude y me pose frente a ella

-¿Enserio? La verdad es que yo...

- Se por que lo hace, no se preocupe, déjeme desirle que en sierta parte si se paso, pero... Fue para salvar a mi padre, eso demuestra lo mucho que lo quiere. Si ese es el caso, no tengo problema. ¿De acuerdo?

- Entonces la de la llamada si era... Usted.

Vi como se toco el puente de su nariz y arrugó su entrecejo

- Si, y también identifique su voz.

- aaah, bueno es que.

Me miró con fastidio

- Ya basta, tranquilo. Hágame el favor de sa...

-un pequeño timbre solo en el edificio dando a entender una cosa....

- Puede salir a su almuerzo.

- Gracias, señorita.

- Claro.

ambos nos vimos por ultima ves antes de cruzar la puerta y salir con guren....una perte de mi se sentia tranquila aunque otra se sentia humillada al arrodillarse ante la jefa...pero....me sentia liberado .....

- Guren, hola de nuevo.

- Rubio, hola. ¿Como estas?

- Vivo, ¿Comemos juntos?

- Claro. Vamos.

guren se quedo viendo al asensor.

-¿Se te olvida algo?

- No, no es eso. Es solo que... Esperaba que ella bajara a comer pero como siempre, no lo hará.

- ¿Que dises? ¿No saldrá?

- Pues según ella, no hay comida bien merecida después de haber acabado todo el trabajo. Si es nesesario no come hasta el otro día por la noche.

- Osea que ella ya a estado aquí.

- Si, hace un año trabajó para su padre como prácticas. En ese tiempo pues la conocí mejor y con honestidad, no a cambiado.

- Entiendo.

➪➪➪➪.en otro lugar➪➪➪➪➪

Ambos ya nos encontrabamos en una pequeña fonda que a los dos nos encantaba el estofado de miss, simplemente delicioso.

— Ufff, ya no puedo mas, esto está delicioso pero después de dos platos creo que es mi limite. ¡Mesero, esto para llevar, gracias!

- ¿Es enserio Guren? Tal ves tu bolso quede con olor a miso.

- Lo cual no se si es premio o castigo, digo, es un olor increíble
y delicioso. — Dise entre risas.

— Supongamos — Dije con sarcasmo.

me quede viendo mi plato aun quedaba un poco. El mesero se acercó para darle su plato a Guren y aprobeche.

- Mesero, disculpa. Me pones una orden de miso para llevar. — Asintió y se alejo de la mesa.

Soy Tu Dueño, Pero Yo Tu Jefa. | En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora