Capitulo cuarenta y tres

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Naruto...
(dos meses después)
Notita: en el capítulo anterior se hizo un mini adelanto de tiempo para demostrar cuatro semanas (un mes) y pasó otro mes de búsqueda. A lo que el total son dos meses.

– ¡maldición! —grita sasuke y golpea la mesa con ambos puños.

Por mi parte solo puedo apretar los dientes para no lanzar un millón de groserías al aire.

– se lo podemos jurar, no hemos podido contactar ni con itachi uchiha y menos con el paradero de hinata hyuga. —dise el oficial.

– no puedo creer que mi hermana siga sin aparecer, dos meses ya es mucho tiempo. —dise hanabi en un rincón abrazada del hombre que no crei volver a ver.

– por favor señor oficial, nesesito que busquen más a fondo a hinata, se que ella no puede desaparecer tan fácil algo debe hacer para saber su ubicación —dise el tipo alto con lentes. Shino.

– kakashi, trata de rastrear a mi hermano de nuevo y si lo encuentras dile que venga a mi de inmediato de no ser posible otra vez contacta al sub comandante se que él no fallara—sasuke sale echo un furia del lugar y no me queda mas que seguirlo.

En estos dos meses Karin solo me explico lo que yo quería saber y es que si, ella y yo somos primos y le e pedido que de favor traiga a sus padres para que hablemos y ella dijo que si solo que sus padres son mayores y él viajar de Japón a Estados Unidos se les hace algo pesado, me pidió tiempo y yo con la preocupación por hinata me pareció perfecto.

– sasuke —le habló y el se detiene.

También en estos dos meses hemos estado hablando más ya que ambos buscamos a hinata y eso nos llevó a conocernos mejor.

– ¿qué pasa?

–deberíamos ya montar un operativo que no solo abarque Estados Unidos, ¿que tal que los muy astutos lograron sacarla del país?.

– en ese caso nesesitamos hablar con los demás países y empezar una búsqueda mundial.

Asiento a su idea y salimos de la comisaría.
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Hinata....

– ¿estamos listos? —escucho hablar a khonan y comienzo a abrir lo ojos.

– ¿qué te puedo desir? —le dise hidan.

– ¿qué creen que hacen? —dise una voz más gruesa de lo normal.

– ¡ooh! Jefe, justo pensábamos en usted, en estos dos meses ella a sido de mucha ayuda, ¿cuando sacaremos todo su dinero?

– ya será pronto. Me tengo que retirar. Aún que antes... —escucho como se hacerco a mi y me levanta la cebeza la cual está apuntó de explotar de dolor.

– mmm, hueles bien, aunque juraría que cuando llegaste olias mejor ¿me equivoco? —pregunta y Sasori de inmediato responde.

– jefe, se perdió de ese maravillo olor al llegar, deverdad no quería alejarme de ella.

– nesesito hablar con ella un segundo. Fuera. —todos salen.
– ¿estas cómoda?

– a la mierda

– hiashi te crió de una manera muy maleducada.

– él no tiene que ver en cómo te respondo, lo aprendí de tus subordinados y no vuelvas a mencionar a mi padre, odio como se oye su nombre con tu repulsiva vos.

– bueno, la última ves que hablamos no pudimos terminar nuestra conversación —eso me dio mala espina.

– ¿hablaron?

Soy Tu Dueño, Pero Yo Tu Jefa. | En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora