Capítulo cuarenta y seis

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Jueves de actualización
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Naruto.

– ¿yo... Su apellido? —pregunté estupefacto

– es algo repentino, y entiendo que no este seguro pero... Me haria muy feliz

Lo procese un minuto.

– eso sería... Estupendo de mi parte.

– ¿hablas enserio? —me dise animado.

– ammm, si, creo que sería bueno empezar de cero. Supong...

No me deja terminar ya que me da un abrazo enorme y siento mi corazón algo cálido, me doy cuenta que tengo una familia y que tengo un apellido. Tengo una familia.

– te daré el tiempo que nesesitas y cuando creas estar listo haré lo que sea nesesario creeme naruto. —me dise feliz.

– Gracias, aún que ahora... Mi prioridad es...

– hyuga, ¿no es así? Me enteré de su estado, es lamentable, aunque se que ella es fuerte en muchos sentidos, dijeron que podríamos verla dentro de varios días y que podemos hablar con ella, ya sabes, para tratar de hacerla despertar.

– si, entiendo —el simple echo recordarla me duele de nuevo el pecho.

– te duele ¿no es así? —me dise y yo asiento.

– duele mucho.
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– Han pasado un par de meses y e venido a verte dos veces, en las mañanas y en las tardes de cada día, soy algo responsable ¿no?—pregunto a la mujer que está conectada a barios aparatos. – ¿cuando despertarás? Me tienes preocupado.

Ella no responde.

– naruto —me disen a la espalda. Volteo y me encuentro con una mirada oscura.

– oh, sasuke, no te había visto. ¿Como estas?

– bien, creo ¿y tu que tal? —entra y acomoda el ramo de flores en la mesita

– bien, tampoco me quejo.

– me alegro. ¿Como esta ella?

– igual. Eso me duele.

– también a mi.

Silencio.

– bueno... Me tengo que ir tengo que ver unas cosas, sasuke te la encargo.

– no me lo tienes que desir dos veces, ve con cuidado.

– Gracias.

– ¡antes de que te vallas! —interrumpe mi andar.

– ¿si?

– ya me entere de... Los Namikase

– ooh

– felicitaciones, joven Namikase.

– aún no lo soy, solo e usado este tiempo para saber más acerca del tema, así que no te tomes tantas molestias. Sasuke

Salgo de ahi directo a la oficina de los Namikase.

– ¡hola! —salido energético.

– hola naruto, ¿como esta? —me saluda un rubio detrás de un escritorio y deja de lado sus lentes de lectura

– supongo que igual.

– lo siento.

– sasuke fue a visitarla y se quedo con ella.

Soy Tu Dueño, Pero Yo Tu Jefa. | En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora