Capitulo cuarenta y dos

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sabado de actualizacion

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– ¡policía!, ¡policía! —llegué a la estación más sercana estando empapada y me dirijo a la recepción.

– ¿señorita se encuentra bien?

– ¡hubo un secuestro! ¡Secuestraron a alguien en la avenida dos, centro.!
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Naruto.

Llegó literalmente aventando a todas las personas que se me atraviesan enfrente para encontrarme con guren esperándome en la estación de policía.

– ¡naruto! —ella me llamó y me dirijo a ella. Al estar más serca noto que hababi esta con un tipo de traje negro llorando en su regazo.

– ¡guren! ¿Que paso? ¿Donde esta hinata? —la busco desesperado

– naruto, ella aún no aparece están hablando con la persona que la vio como se la llevaban.

– ¿dónde está? Nesesito hablar con ella.

– dentro de... —no la dejó terminar y me encaminó para encontrarme con Karin y el abogado de la familia hablar con una chica de cabello largo color rojo muy oscuro y con lentes morados, su rostro es algo redondo y trae una manta alrededor.

Al escucharme entrar se giran hacia mí.

– ¿naruto? —dise Karin pero no tomó atención y me dirijo a la chica.

– ¿dónde está hinata?—la tomó de la manta que tiene

– ¡oye me estás lastimando neandertal! —se queja

– ¡naruto sueltala! —me grita kakashi. Y así lo hago.

– ella nos está explicando como pasaron las cosas. —me explica, me disculpo para desirle que hable.

– bien, como les desia. Yo salía de la tienda de mangas, cuando me di cuenta que estaba lloviendo así que cruze la calle y gire varias esquinas lo mas rápido que pude, camine y derrepente el chirrido de una llantas me llamaron la atención, así que pensando si fue un accidente corrí en dirección al sonido y me encontré con el escenario, una chica siendo sometida a la fuerza a una camioneta de cuatro puertas por un chico más alto que ella y con una capucha negra y unas raras figuras rojas.

– ¿tenían forma de nube acaso? —preguntó kakashi.

– ¡exacto! ¡Nubes, eran eso! —ella termina disiendo que fue todo lo que vio y que la camioneta no tenía placas.

– bien, gracias señorita...

– Aretta, Aretta Tachibana.

– tomemos cartas en el asunto ya mandamos a muchos hombres a rodear la ciudad. Esperemos encontrarla a tiempo. Ya que estamos hablando de akatsuki...

– ¡lo aremos! —grito al imaginarme lo peor al no encontrarla.

Todos comenzaron a dispersarse y agradesi a Aretta.

Al salir quería correr a rescatarla pero no sabía exactamente dónde.

– oye. —siento como tocan mi hombro y me giro para encontrarme con una mirada neutra y algo fría.
—¿podemos hablar? —me indica la oficina principal. Y yo asiento.
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Hinata...
(salto en el tiempo +4 semanas)

– ¿qué?... ¿Ya te dolio? —me pregunta y yo solo me quejo. Y díganme quién no lo haría si has estado más de dos horas al dia colgada solo de los brazos y cargas con todo tu peso.

Soy Tu Dueño, Pero Yo Tu Jefa. | En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora