Capitulo cuarenta y cinco

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¡Listo! desde ahora comenzaré a subir otra historia y espero que les guste.

Actualización.
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Naruto.

Mi padre...¿Al menos esta vivo?—preguntó algo extrañado.

– karin—él señala a la chica ami lado y la volteo a ver.

– podría programarte una cita con el mañana.

– nesesito una hoy mismo. —digo firme.

– vale—se lavenata y se dirije a la cosina con su teléfono en la oreja.

– tío, ¿no es así? —preguntó con un nudo en la garganta.

– claro, kurama uzumaki mucho gusto —me extiende la mano y yo me abalanzó sobre él y darle un fuerte abrazo.

– wow, uzumaki, más uzumakis esto es increíble.

– ni que lo digas, estás más que grande naruto.

– Gracias. —digo con una gran sonrisa y lágrimas en los párpados.

– también es un gusto conocerte naruto

– tía, —la abrazo de igual manera y ella me da un beso en la mejilla.

– ¿listo? —dise Karin saliendo de la cocina.

La interceptó y ella me mira algo extraña

– ¿pasa al...

No la dejo terminar y le doy un fuerte abrazo.

– Gracias, prima—siento como se pone rígida y después me devuelve el abrazo.

– oh primo tonto. —nos quedamos así unos segundos y se nos unen sus padres.

— anda—me disen separándose de mi.
—ve y averigua quien eres naruto.
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El auto se estaciona frete a un restaurante lujoso, me recuerda al que fui con el señor hiashi.

– algo que debes saber naruto, es que...

– ¿qué pasa?

– ¿recuerdas cuando te detuvieron y estabas en la comisaría? —asiento
—bueno es que él... Pago tu fianza para que salieras.

Eso me hace fruncir el ceño con duda.

– pero... ¿Como el...

– yo le pedí que lo hiciera, y de todas formas cualquier duda el te las responderá, ahora vamos

– Gracias, Karin. —le doy un beso rápido en la megilla y salgo.

Arreglo mi traje que obviamente me cambie ya que no vendría con las fachas con las que recibí a mi familia. Karin viene detrás de mi para mostrarme menos nervioso

Entro y me piden el nombre, lo doy y ellos buscan rápidamente digo en la mesa 09 y ellos me sonríen

– por aquí jóvenes. —nos guian por barias mesas y subimos unas escaleras para llegar al segundo piso que tiene un balcón.
— él está en la última.

Nos dise y se aleja.

Llegamos a la mesa y veo un cabello rubio como el mío, un traje negro muy bien planchado, está de espaldas así que es lo único que veo.

– señor—habla Karin – ha llegado.

– uzumaki, —me dise y veo como él da un respingo.
—él es —se levanta
—tu padre. —y me voltea aver.

Soy Tu Dueño, Pero Yo Tu Jefa. | En Edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora