El Misterio Detrás De Él(COMPLETA✔️)

Capítulo 10

Capítulo 10
Vuelta atrás

Alan Miller

Han pasado varios días desde que me escondí en aquel armario con el olor a fresas de Raquel. La mentí, esa noche no podía dormir, tenía la maldita voz de ella metida en la cabeza. ¡No la aguanto, joder!

Pero entras a su habitación...

Ignoro a otra vocecilla que se cuela por mi mente. Ni caso. Saco mi móvil y llamo al jefe. Respiro hondo cuando al fin me responde.

—¿Sí?

—Soy yo.

—¿Has averiguado algo importante?

—No mucho, pero he oído que ha pasado página sobre alguien. ¿Quizás esa persona sea quien va detrás de ella?

—Puede ser cualquier persona, a lo mejor habla de alguna amiga o amigo. Está en peligro. Tarde o temprano le harán daño. No podemos permitirlo.
Debes de protegerla todo lo posible y ser su sombra, que confíe en ti.

—¿Por qué quieren herirla?

—No puedo responderte a eso en este momento. Es algo complicado... Te ruego que, aunque no la soportes, intentes pasar tiempo con ella. —escucho murmullos junto con la voz del jefe, éste suspira. —Debo colgarte chico. Nos vemos.

—Entendido. Está bien, ya hablaremos.

Finalizo la conversación telefónica y guardo mi movíl en el bolsillo del pantalón. Tengo una misión y la voy a cumplir, me da igual si tengo que ponerme una maldita gorra negra y gafas oscuras para ir detrás de ella todo el rato. Le debo un favor al jefe.

Gracias a él mi padre está vivo. Aunque no esté aquí conmigo, vive en otro país. El no poder verlo ni poder echar unas partidas con él a las cartas, me duele. Joder duele mucho. Pero prefiero que esté sano y salvo a estar aquí conmigo, en un pueblo intranquilo con una ciudad peligrosa.

Antes de vivir en este pueblo, Lasput, ya vine una vez a la ciudad junto con mi padre cuando tenía 14 años.

Fuimos de visita para conocer lugares diferentes, lo típico. La sorpresa fue que al llegar todo era muy solitario, sin vida. Ha medida que íbamos conociendo el lugar nos dábamos cuenta que algunas personas nos observaban a través de las ventanas de sus casas. ¿Por qué se esconden?—nos preguntábamos.

Mientras caminábamos por las calles silenciosas, por primera vez desde que llegamos, vimos a una persona a lo lejos, apoyada en un coche. Nos acercamos poco a poco, es un hombre. Éste se gira y nos ve, no estamos muy cerca de él pero pude ver como abría los ojos como platos. ¿Él también está sorprendido de ver a alguien? Mi padre me agarra del brazo.

—Alan, da media vuelta y sal corriendo.

Confunso, lo miro—¿Por qué? ¿Qué pasa, papá?

—Tiene una pistola en una mano.

Me quedo quieto. ¿Una pistola? No me jodas. ¿Nos va a matar? ¿Por qué lleva una? Sin poder pronunciar ninguna palabra, mi padre en un movimiento rápido, me coloca detrás de él y agarra mi mano. El rostro de aquel hombre está serio. Se mueve. Mi padre insiste en que de media vuelta y me vaya, pero no puedo dejarlo solo.