Capítulo 21

130 22 6
                                    

Eli

De regreso a casa puedo notar que está nerviosa, se ha mordisqueado la boca lo suficiente para que empiece a sangrarle dentro de poco.

Quiero que me cuente lo que pasó esta tarde, entender las lágrimas secas en sus mejillas al salir después de hablar con Andrés.

- Las malas experiencias me han enseñado a tener miedo de decir lo que siento - Me mira de manera intensa y siento mi corazón latir un poco más rápido. Espero que continúe.

- Cuando conocí a Andrés, lo tome como un lugar seguro, para ese entonces mi padre apenas tenía un mes de haber muerto y en vez de sanar esa herida, me concentre en él. Puedo decir que me enamore de él, tanto así que siempre acepte que nunca le pusiera un título a lo de nosotros; hoy en día no me sorprende el desenlace de esa historia. Eli, lo que quiero que sepas es que te quiero en mi vida - Me quedo un poco pasmado por su declaración y decido abrirme con ella con respecto a lo que siento.

- Para ser honesto, nunca he sido una persona que deje entrar a las personas, pero de alguna manera entraste en mi sin que yo pudiera hacer algo al respecto. ¿Qué me hiciste con esos ojos color chocolate? - La miro y la acerco un poco a mi, se sonroja y acaricio su mejilla con mis nudillos.

- ¿Entonces fueron los ojos?

- Sí, pero tú faceta de reno cerró el trato.

- ¿Cual trato? No hemos pactado nada.

- Claro que sí, yo te entrego mi corazón y tú me entregas el tuyo. Así funciona.

- Ósea... ¿Me estás pidiendo que seamos novios?

- Lo que quieras. Podemos ser extraterrestres juntos. 

Bernice me mira detallando mi rostro y sin previo aviso se lanza a mis brazos presionando su boca contra la mía. La tomo de la cintura acercándola más a mi y acomodo su rostro en mis manos tomando control del beso.

Aquí estoy en medio de la calle con mi guitarra colgando de un hombro y a la chica que quiero entre mis brazos. No puedo pedir más.

...

Al llegar a casa me siento entre las nubes. Veo a mi madre preparando la cena y me le acerco sin poder contener mi felicidad.
La abrazo.

- Te amo mami - Le beso la mejilla y ella queda quieta por la sorpresa.

- Yo también te quiero bebé ¿Qué te tiene tan feliz?

- Aveces la vida es bella - Voy escaleras arriba hacia mi cuarto. Dejo la guitarra por ahí y me asomo a ver si veo a Rodolfa.

Su ventana está cerrada pero sus cortinas abiertas. No veo luz en su cuarto y decido llamarla.

Primer tono.
Segundo tono.

Responde.

- Hola novia

- Hola novio. Esto es muy raro.

- ¿Por qué?

- No sé, estoy acostumbrada a que las personas me dejen a mitad de camino antes de poder mostrarles mi luz.

- No necesitas enseñarla, tú siempre brillas.

- Que cursi.

- Algo. Cuando quieras.

- Que complaciente.

- Solo contigo Rodolfa.

Prende la luz de su cuarto y la veo acercarse a la ventana mientras la abre. Me sonríe con las mejillas sonrojadas.

Dios, que tierna.

- Deja de hacer eso.

- ¿Qué?

- Hacerme quererte.

Nota de la autora

Holaaaa
Feliz navidad!
¿Cómo están?
¿Qué tal pasaron navidad?
¿Qué les pareció el capítulo de hoy?
Solo pasaba a dejarles mi regalo y decirles que nos vemos el próximo año.
Un beso,
Pía.

El chico de la ventana amarillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora