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        Algo estaba mal

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        Algo estaba mal. Muuuuuuy mal.

Y lo que más le preocupaba era que su abuelo estaba involucrado.

No sabía cómo, o por qué estaba tan segura de esto, pero la experiencia le había enseñado que debía confiar en su instinto.

⎯ Tranquila, te aseguro que él está bien. ⎯ intentó calmar Wanda.

Pero aunque intentase no le podía creer. Aún así, Wanda estaba haciendo su mejor intento para calmar sus nervios y eso era algo que Leila agradecía mucho, así que fingió que le había creído y sonrió.

Entre más se acercaban su pecho se comprimía más y más en angustia y aunque quisiese convencerse así misma de que todo estaba bien, el pinchazo de que algo estaba mal no desaparecía.

Ya se estaban acercando, ya casi llegaban.

Estaban solo a un par de calles de la casa de su tía. Ya pronto comprobarían que su abuelo estaba bien.

Pero justo cuando faltaba solo una calle. Wanda paró y se estacionó.

No dijo nada, solo aparcó el auto y miro de un lado a otro la calle con aspecto intuitivo.

⎯ ¡¿Que haces?! ¡La casa es más adelante! ⎯ Exclamó desesperada.

⎯ Shh, espera. ⎯ la calló sin mirarla y continuo inspeccionando la calle.

Pero Leila estaba demasiado preocupada para esperar órdenes. Quería ir, rescatar a su abuelo de lo que fuese que le sucediese y luego seguir con su escape despreocupada.

Entre más rápido mejor.

Así que sin prestar atención al comportamiento de Wanda, bajo del auto.

⎯ ¡Leila! ¡No! ⎯ Escucho gritar a la ex-vengadora, pero no le prestó atención.

Error.

A penas y dio 3 pasos cuando ya estaba rodeada. No eran policías, eso era obvio, era mucho peor que eso.

Uno de los hombres la tomo del brazo con suficiente fuerza como para manejarla a su antojo, mientras los otros lo respaldaban alzando sus cañones como amenaza para que no pusiera resistencia.

El miedo que sentía antes por su abuelo, evoluciono a pánico por su propia vida y la de Wanda.

Ahora irían por ella y sabrá Dios que le harían. Estaba segura de que la única razón por la que la mantenían viva a ella era por orden de su padre, pero no sabia si también había ordenado mantener viva a Wanda.

Si ella fallecía sería su culpa solo de ella, y sería algo con lo que no podría cargar. No cuando aún le quedan tantas cosas por decirle, por explicarle, por vivir junto a ella. No cuando ella aún creía que no recordaba el beso de la fiesta.

𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑¹ ― W. MaximoffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora