DANGEROUS LOVE//FINALIZADA

24. REENCUENTROS

MARINETTE:

El día en New York me gusta tanto como la noche. Aprovechando que todavía teníamos un par de días antes de que iniciaran las clases, Adrien y yo dábamos un pequeño recorrido por las calles, tomándonos fotografías y comprando cosas faltantes para las clases.

No estaba Kagami rondando alrededor y eso me gustaba de momento. No me había hecho nada, pero no me agradaba.

-¿Qué es eso?- le pregunto, señalando un grupo de personas que forman un circulo, donde proviene una música agradable.

Me bajo de un salto de la espalda del rubio, queriendo saber de dónde viene esa melodía que me resulta familiar, pero por más que me paro de puntillas no veo nada.

-Vámonos- dice Adrien, tomando mi mano mientras tira de ella para alejarnos, su semblante cambiando a uno más serio mientras sigue caminando.

-¿Por qué?- le pregunto confundida, pero aun así lo sigo hasta ponerme a su lado.

-Se nos hará tarde y quiero ir a dejarte a la cafetería- explica, abrazándome por los hombros mientras caminamos.

-Faltan más de cuatro horas Adrien- le digo con ironía, intentando mirar detrás sin mucho éxito.

-Quiero pasar tiempo contigo- responde, besando un costado de mi cabeza.

ADRIEN:

-Y bien, ¿cómo me veo?- pregunta Marinette, dando un saltito cuando sale del baño ya vestida con su uniforme.

Levanto la vista del celular para observarla, lleva un vestido azul con detalles blancos, un mandil a la cintura y su cabello recogido en un moño alto.

-Hermosa- respondo, tirando de su mano para poder besarla.

-Gracias gatito- responde, empujándome por los hombros para levantarse de la cama y seguir arreglándose- ¿ya me vas a decir la razón por lo de tu actitud extraña?- pregunta frente al espejo, mientras aplica algo de gloss en sus labios.

-Ya te dije- respondo nuevamente, volviendo a mirar el celular.

Nunca le diría la verdadera razón.

-Te creeré por ahora, solo porque se me hace tarde- responde. Me levanto y camino detrás de ella.

-Te llevo- le aseguro, pero ella me mira divertida.

-La cafetería está a unas calles- responde, girando sobre sus talones.

-Entonces te acompaño- vuelvo a insistir.

-De acuerdo- responde feliz, tomando su bolso antes de que ambos salgamos del departamento.

[...]

Cuando entramos a la cafetería hay bastante gente, y Marinette me lanza un beso apresurado cuando la que creo es su superior la llama detrás de una barra.

No tenía nada que hacer el resto de la tarde, así que me acerco a una mesa algo alejada mientras miro alrededor.

Y mi estómago se anuda cuando lo veo de nueva cuenta, con una guitarra arriba de lo que parece un escenario.

¿Qué demonios?

¿Por qué ese idiota está en New York?

No me agradaba, a pesar de que ya había puesto distancia entre él y Marinette seguía sin hacerlo. Y menos cuando sé que la había besado en más de una ocasión.

Inmediatamente mi mirada viaja a Marinette, pero ella esta ajena al tipo que toca la guitarra a unos metros.

Y eso por ahora.