DANGEROUS LOVE//FINALIZADA

25. ACLARACIÓN

MARINETTE:

-No tenemos que ir si no te sientes cómodo, estoy segura que Luka y Kagami lo entenderán- le digo cuando entro a la sala de estar y lo encuentro sentado en uno de los sofás, con el rostro oculto en sus manos.

Cuando me escucha intenta cambiar su semblante sin mucho éxito, levantándose mientras toma su celular y lo guarda en su bolsillo.

-No, está bien- responde con pesadez- necesito despejar mi mente por un rato- dice con una sonrisa ladina.

No quiero insistir mucho con el tema, así que simplemente lo dejo pasar por ahora.

[...]

Cuando llegamos al lugar acordado que no es más que una pista de hielo inmediatamente reconozco a Luka, en un extremo de una puerta y a Kagami del otro.

Me alejo del rubio para saludar a mi amigo y él hace lo respectivo con ella, logrando remover algo en mi interior.

-¿Por qué no entramos?- pregunto en voz alta, tirando de la mano del rubio.

-¿Celosa bugaboo?- murmura Adrien en mi oído.

-¿Qué?- me hago la desentendida- claro que no- miento, ya que no lo admitiría en voz alta.

-Si tú lo dices- canturrea- sabes que soy completamente tuyo- besa sonoramente mi mejilla, haciéndome sonreír.

[...]

La primera media hora realmente es entretenida, ya que Adrien se estaba llevando mejor con Luka, lástima que no pudiera decir lo mismo entre Kagami y yo.

No me agradaba en lo absoluto, aunque tampoco me esforzaba en que lo hiciera.

-¿Por qué no vamos por algo de beber?- propone Adrien después de un par de vueltas.

-Yo apoyo la idea, estoy sediento- le sigue Luka.

-Por mi está bien- responde esta vez Kagami, y no puedo evitar poner los ojos en blanco con disimulo.

Ella siempre estaría de acuerdo si se trataba de Adrien.

-¿Vamos bugaboo?- pregunta el rubio, tirando de mi brazo para acercarme a él.

Asiento con la cabeza, y después de dejar los patines y tomar nuestras cosas salimos de la pista de hielo con algún rumbo.

Llegamos a un pequeño kiosco de bebidas, donde Luka y Adrien se ofrecen a ir por las bebidas, dejándome sola con Kagami.

Nótese mi felicidad.

Ninguna de las dos dice algo los primeros segundos, yo no quiero y no tengo idea si ella tampoco, pero tampoco me interesa.

-¿Puedo preguntarte algo Marinette?- ella es la que rompe el silencio, sorprendiéndome en el fondo.

Asiento en respuesta, bajando las manos a mi regazo.

-No te agrado, ¿verdad?- pregunta, asombrándome por no darle rodeos.

Abro la boca sin saber que decir, no podía decirle la verdad.

-¿Qué?, claro que me agradas- miento, pasando un mechón de cabello detrás de mí oreja mientras desvió la vista un par de segundos.

-Si te agrado, ¿entonces porque actúas como si fuera lo contrario?- vuelve a cuestionar, tomándome desprevenida.

¿Es que acaso esta chica no tiene ningún filtro?

-No es eso, es solo que...- me quedo sin excusas, mirándola como si eso fuera a ayudar.