DANGEROUS LOVE//FINALIZADA

23. KAGAMI TSURUGI

MARINETTE:

Si conocía a Kagami gracias a que quería saber todo lo posible sobre el rubio. Pero nunca pensé que sería tan perfecta como parecía.

Es hija de los Tsurugi, una de las macas más importantes de Japón y ahora también de Estados Unidos.

Kagami a sus dieciocho es la líder de esa corporación en este país, y aunque antes parecía presumirlo, ahora es muy humilde.

Y si no fuera suficiente, Adrien se había interesado en ella hace unos años.

-¿Todavía sigues practicando esgrima?- le pregunta Adrien con interés, apoyando sus codos sobre la mesa-apuesto a que sigues siendo fantástica- dice Adrien con una sonrisa amable.

Pero solo logra revolver mi estómago mientras tiro del borde del mantel con celos.

-No es para tanto Adrien, tú también eres muy bueno- responde, pasando un mechón de su cabello detrás de su oreja.

-Necesito ir al sanitario- digo, levantándome de la mesa mientras tomo mi bolso.

Cuando llego al tocador lavo mis manos y peino un poco mi cabello.

-Estás celosa, ¿cierto?- pregunta Tikki saliendo de mi bolso.

No tiene caso negarlo.

-Sí, lo estoy- confieso, poniendo mis palmas para que Tikki se sienten en las mismas- digo, ¿y si Adrien me deja por ella?, es mil veces mejor que yo- le comento con una mueca, sintiéndome desganada al instante.

-Tu eres maravillosa Marinette- me recrimina mi kwami- además Adrien está enamorado de ti- señala, pero eso no me anima mucho.

Tikki no comprendía que el amor podía actuar de una forma muy misteriosa.

-Sera mejor regresar- le digo, haciéndole una seña para que regrese a mi bolso antes de salir del sanitario.

-...se encuentra en la quita avenida, llega temprano- le dice Kagami a Adrien, logrando que frunza el ceño.

-¿Llegar a dónde?- pregunto sin querer sonar entrometida.

-Oh, Kagami quiere que practiquemos esgrima juntos mañana en la tarde- responde Adrien, logrando que lo mire sorprendida.

-Puedes acompañarnos si gustas Marinette- responde con amabilidad Kagami.

-Lo considerare, pero gracias- respondo. Aunque estaba debatiéndome entre ir con ellos y pasar una tarde sofocante, o quedarme sola en el departamento.

[...]

Después de que Adrien se ofreciera a llevar a Kagami a su apartamento, nos encontrábamos en el nuestro.

Empezaba a incomodarme el hecho de que Adrien estuviera hablando de ella casi todo el regreso, pero luego entendía que acababa de rencontrarse con ella y que le tiene mucha estima.

-¿Mañana a qué hora debemos estar en la universidad?- le pregunto, quitándome los zapatos mientras los dejo a un costado de la cama. Estaba cansada y ni siquiera quería cambiarme de ropa.

-A las ocho- responde Adrien, desabrochando su camisa. Bufo en protesta y me dejo caer boca abajo a la cama, abrazando una almohada mientras cierro los ojos.

Siento sus manos tirar de mi cuerpo hacia abajo, recostándose a mi lado con una mano en mi cintura y su respiración cálida chocando con mi nuca, causándome cosquillas.

-Debo cambiar mi ropa- le digo con pereza, no haciendo mucho esfuerzo por levantarme.

-No la cambies- responde de igual forma.