ScarletWidow One shots

Pide un deseo.

Esta obra puede leerse como una secuela de 'Todo lo que quiero para Navidad eres tú' o como una historia independiente. Lo que desees. 

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"Vamos", se quejó Natasha mientras arrastraba a Wanda por los pasillos vacíos de la torre.

"Nat", se rió Wanda mientras tropezaba detrás de ella, "espera, ¡déjame atarme los cordones al menos!"

La espía puso los ojos en blanco. "Más tarde, cariño, solo faltan cuatro minutos para la medianoche, ¡date prisa!"

Wanda suspiró pero aceleró un poco para seguir el ritmo de su novia. "¿Qué estamos haciendo Nat? ¡Los demás están afuera! "

Natasha se detuvo frente a la ventana de emergencia y golpeó el cristal. "¿FRIDAY? Ábreme esto, por favor". Wanda se estremeció cuando la ventana se abrió realmente con un crujido. No hay alarma. "Tenga cuidado, señorita Romanoff", dijo FRIDAY antes de que Natasha saliera por la ventana y Wanda se encontró preocupada. "¿Nat? ¿Qué estás haciendo?"

Se paró junto a la ventana y miró hacia afuera, para poder ver mejor lo que estaba haciendo la rusa. La mujer estaba ocupada escalando el último tramo del edificio y no parecía que estuviera haciendo eso por primera vez.

"Natasha, por favor, ten cuidado", suplicó Wanda, pero su temor era infundado, porque en poco tiempo Natasha se sentó en el techo, con las piernas colgando del borde, mirando a su novia con una sonrisa.

"Ahora tú", le dijo a Wanda, cuyos ojos se abrieron de par en par por la sorpresa. "No. No, no voy a hacer esto, olvídate de eso". Dio un paso atrás, pero Natasha le tendió la mano. "Vamos. Te cogeré en cuanto pueda alcanzar tu mano".

Wanda miró esos ojos verdes que brillaban en la oscuridad y suspiró mientras finalmente salía también por la ventana. "Odio esto, es una mala idea. No debería haber subido aquí contigo. No debería haber empezado a salir contigo en primer lugar", murmuró para sí misma, pero Natasha se limitó a reír. " Nena, sabes que me quieres. Ahora vamos, sube aquí".

Con un gemido, Wanda se soltó del marco de la ventana y el mundo se detuvo por un momento mientras miraba la hierba a muchos metros bajo ella.

"No, Wanda, no. No mires hacia abajo, ven aquí", la instó Natasha alejándose del borde. Había un ligero pánico en su voz que coincidía con los propios sentimientos de Wanda, pero la hizo levantar la cabeza y mirar a la espía. "Buena chica, ahora ven aquí, agárrate a ese pequeño agujero de ahí, ¿lo ves?".

Wanda asintió y lo alcanzó con dedos temblorosos. "Están por toda la pared, sólo trata de encontrar uno que puedas alcanzar", dijo Natasha y observó cómo su novia comenzaba a trepar por el último tramo de la torre.

Con un gemido, la chica volvió a mirar hacia abajo por accidente y luego dejó escapar un pequeño grito, su agarre se aflojó en donde se sostenía.

"¡No!" gritó Natasha y la buscó. "¡No, Wanda, mírame!"

La cabeza de la chica se giró para mirar a Natasha y pudo leer puro miedo en su expresión.

"¡Por favor, vamos, toma mi mano!" Ahora estaba tumbada en el tejado y trataba de alcanzar a Wanda, pero no era suficiente. "Tienes que saltar", le dijo a la temblorosa chica.

"¿Y si me caigo?" Wanda gritó horrorizada, pero Nat negó con la cabeza. "Te atraparé, lo prometo".

Natasha vio que Wanda seguía dudando, así que tuvo que pensar en otra cosa. "Vale, Wanda, mírame". La chica no le hizo caso. "Wanda, mírame a los ojos".

Esta vez lo dijo con más urgencia y Wanda la miró a los ojos como si sólo la retención de sus miradas en la otra pudiera salvarla de la caída.