ScarletWidow One shots

Brujería.

El aire frío que entraba por la ventana la despertó. Poco a poco, abriendo los ojos, Natasha sonríe sintiendo el cálido cuerpo reposar sobre su costado. La chica de cabello castaño está durmiendo pacíficamente. Su pecho sube y baja ligeramente mientras un suave aliento deja sus labios rosados.

Con la mitad de su cara enterrada en la almohada, la viuda observó la sonrisa más tranquila y pacífica en el rostro de Wanda. La sábana cubre su pelvis, y unos pezones turgentes y rosados ​​la saludan recordándola la noche anterior. El sólido recuerdo dibuja una sonrisa juguetona en su rostro.

Su mano se eleva para acariciar suavemente el valle de esos senos que tanto ama. Mira de cerca cómo esa piel caliente se le pone la piel de gallina bajo su toque inocente. Un suspiro profundo sale de sus labios mientras su brazo envuelve su torso, abrazándola cerca de su cuerpo y acurrucando su nariz en el hueco de su cuello.

Un tierno suspiro sale de los labios de Wanda al sentir el cálido cuerpo de su novia contra el suyo. Natasha se ríe con curiosidad antes de dejar un dulce beso en su cuello, oliendo el aroma afrutado de su champú.

La bruja inconscientemente aprieta el brazo alrededor de su pecho reconociendo claramente el toque familiar de su amante.

"Eres tan linda". Natasha susurra roncamente en su oído.

Wanda gime en sueños, sintiendo la mano segura de Natasha tocando con ternura la piel de su vientre tonificado. Las yemas de los dedos acariciaban el pequeño piercing brillante que decoraba la parte inferior de su vientre.

Lentamente, unos dedos soñolientos empezaron a dibujar un tonto camino sobre su piel rosa flameante. Subieron y bajaron hasta sentir el mechón de vello oscuro y rizado que cubría su pubis, mientras un rubor alcanzaba las mejillas y la nuca de Natasha, al tiempo que una fuerte oleada de deseo irrumpía en su interior.

Su frente se apoya en el hombro de Wanda, dejando escapar un cansado suspiro de excitación. De repente, una tímida pierna se posiciona sobre la suya, dejando al descubierto por completo ese bonito coño empapado, como si la bruja se regalara inconscientemente a su amante.

Natasha sonríe. Tras dudar unos segundos, deja que las puntas de sus dedos rocen la sensible piel de su núcleo. Sin presionar demasiado, sólo deslizando sus dedos por los pliegues descuidados y cálidos que se sentían tan suaves bajo su tacto. Aunque sumida en su profundo sueño, Wanda levantó las caderas, como si buscara aquel contacto familiar, como si lo necesitara desesperadamente, lo que hizo que la viuda sonriera orgullosa.

Sabía que a esas alturas se le estaba haciendo tarde, y seguramente tenía que excusarse ante Steve por no haber aparecido a primera hora de la mañana para entrenar o simplemente preparar el gimnasio para que otros los otros. Pero estaba tan excitada, Dios. La sola visión de Wanda allí toda desnuda contra su cuerpo era suficiente para hacer que su clítoris empezara a palpitar, además, la forma en que su cuerpo reaccionaba a su tacto suave y caliente valía totalmente la pena.

Le echa un vistazo a la cara y vislumbra el pequeño surco entre las cejas que indica frustración. La bruja estaba tan excitada como su novia y lo sabía. Natasha suspira y aprieta un poco más los dedos, rodeando perezosamente su clítoris y obteniendo un dulce y lento gemido como respuesta de los encantadores labios de Wanda.

"Ah, detka, me vuelves tan jodidamente loca", le susurra al oído, y Wanda le responde con un gemido como si fuera totalmente consciente de la situación, aunque todavía dormida, lo que hizo que la viuda se excitara aún más.

Sus dedos descienden hasta alcanzar por fin su entrada. Recoge la humedad con su dedo índice y lo desplaza hacia arriba para estimular su clítoris ya despierto. Wanda gime con los ojos aún cerrados, acurrucando inconscientemente su rostro contra el de Natasha que admiraba cada pequeña respuesta que su cuerpo le daba desde atrás. Dejó unos dulces besos en la comisura derecha de su mandíbula, sintiendo la suavidad de la piel de su novia contra sus labios y nariz moviendo sus dedos un poco más rápido, haciendo que la chica empujara su cuerpo contra su mano cada vez más fuerte.