ScarletWidow One shots

... pero era ella

Era tarde y Clint y su familia habían recibido a Wanda en su casa.

La chica ya no tenía dónde quedarse y la casa del arquero parecía el lugar más seguro.

Tan pronto como cruzó la puerta, se dio cuenta de que no podía quedarse en ese lugar tan lleno de niños, necesitaba quedarse sola de todos por un momento, por lo que le pidió a Laura que la dejaran entrar en lo que hubiera sido su nueva habitación.

Wanda entró en la habitación de invitados, cerró la puerta y miró alrededor de la habitación.  Parecía que fue ayer cuando salió de las Instalaciones de los Vengadores, después de ponerse su traje de combate, para ir a Wakanda con Steve, Natasha y los demás miembros del equipo.

Cinco años. 

Había perdido cinco años de su vida y, al parecer, ni siquiera era lo más importante que había perdido.

"Me quitaste todo".

Esa frase, llena de desesperación, seguía resonando en su cabeza sin cesar y parecía vaciarla cada segundo. Su mente voló a Visión y una culpa increíble se apoderó de cada parte de su cuerpo. La forma salvaje y dolorosa en que se vio obligada a matarlo no sería fácil de olvidar. Era su novio desde hacía mucho tiempo. Era dulce y guapo y, aunque ella no entendía su espíritu, le tenía mucho cariño.

Cariño.

Como si hubiera sido un viejo amigo.

Por mucho que le quisiera, nunca había sido capaz de entregarse por completo a él. Siempre había algo que la detenía, que no la dejaba pronunciar esas dos palabras que parecían tan cruciales en otras relaciones, pero que, por suerte, él no les daba tanta importancia. 

Wanda se escondió detrás de ese 'sólo te siento' que Visión parecía repetir a menudo con todo el sentimiento que era capaz de mostrar, para evitar revelar la verdad oculta tras esas palabras: que amor no era lo que ella sentía por él.

Con el tiempo comprendió que el único sentimiento que les unía era sólo afecto que, por mucho que lo intentara, no podía convertir en algo más. 

Su pasado, hecho de experimentos de Hydra, tortura y muerte, le había apretado el corazón, haciéndola no sólo incapaz de escudriñar todos los sentimientos que escondía, sino también de exponer aquellos sentimientos que sentía muy bien, pero tenía miedo de mostrárselos a sí misma en primer lugar.

Por eso, al principio estaba segura de sentir algo por él, eso esperaba, se engañaba a sí misma de que era así, pero la verdad era otra.

Pero, después de todo, perderlo la había destruido.

Él era su ancla, su mejor amigo, la persona que, aunque solo era una inteligencia artificial avanzada, era una de las personas más amables y dulces que jamás había conocido. 

Cerró los ojos e inspiró.

No quería seguir con esos pensamientos, porque sabía que, tarde o temprano, habría chocado con la terrible realidad que aprendió durante esas horas, la que más temía. Abrió los ojos, notando que le temblaban las piernas, sin saber si era por el cansancio o por el peso de la situación, así que se sentó, sin fuerzas, en su cama. 

Miró alrededor de la habitación, dándose cuenta de que la habitación era muy similar a la de la base, y esta comprensión le dio un momento de descanso. Fue agradable tener algo familiar después de cinco años en los que muchas cosas habían cambiado. 

Pero después de unos segundos, un pequeño detalle, una foto en la mesita de noche al lado de la cama, le trajo a la mente a esa persona que nunca olvidaría.