CAPITULO 17

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Pensaba que tal vez había metido la pata al incomodar a Brian después de nuestra interacción. Porque había entrado a la cocina sin dirigirme la mirada y con una expresión tensa. Ahora me encontraba delante de la puerta que daba a su habitación dudando en si entrar o irme a mi cuarto.

Me sentía culpable, si había logrado provocarlo, tan solo tener su cercanía había echo que la parte baja de mi estómago se encendiera como leña al fuego ardiente. Mi mente solo reproducía esa escena una y otra vez dejándome con la misma extraña pero ansiada sensación. Se sentía bien y era horripilante.
¿Porque de un momento a otro había pasado de odiarlo a querer que me besara?.

Subí mis manos a mis mejillas y las tenía calientes. Estaba ruborizandome al pensar como sería la sensación de probar los labios de Brian.

-Esto esta mal-murmure para mí misma.
En ese instante la puerta se abrió y el profesor salió de ella observandome con ojos curiosos.
-¿Necesitas algo preciosa?.-pregunto dulcemente.
Su voz mando vibras de emoción por todo mi cuerpo y junte mis manos sobre mi pecho.
-¿Puedo tomar su teléfono para hablar con mi hermana?.
-¿Te sientes mal?.-Sonrei un poquito y negué con la cabeza. Me gustaba que se preocupara por mi.
-No, solo quiero hablar de cosas de chicas.
Brian sonrió y fue por el teléfono.
-Avisame cuando termines, quiero saludarla también.
-Si profe.
Me dedico una sonrisa y antes de cerrar la puerta logré captar su atención.
-¡Brian!
-¿Si?
-Perdón, por lo de hace rato.
El mordió su labio y retiro su mirada.
-Esta bien, solo no lo vuelvas a hacer. Es peligroso.
-¿Porque?. -agregue sin entender
El se quedó en silencio, mirándome fijamente, sus ojos reflejaban miles de emociones.
-Son cosas mías. -replico con voz ronca, se aclaró un poco la garganta.
-No entiendo.-replique.
-Y yo no puedo explicártelo
-¿Explicarme qué?.
Brian se pasó una mano por el cabello de manera nerviosa y se metió en su habitación dejando la puerta abierta. Un impulso idiota de seguirlo me dominó y entre.
-Por favor. No me sigas. -replico mientras se sentaba en la cama.
Tome asiento a su lado.
-No entiendo nada Brian.
-Si no me hubiera detenido hace rato, no sé que hubiese pasado.
Tragué saliva nerviosa.
-¿Me hubieses besado?.
Un gemido ronco inundó su garganta.
-Probablemente, y es incorrecto eres una niña.
-Tu no eres Matusalem.
Agregue mientras me temblaban las manos.
El sonrió.
-No tanto pero soy más grande que tú por un poquito. -agrego mientras hacia una pequeña seña con su pulgar e índice. Está prohibido.
-Lo se. -agregue mirando la a pared.
-No voy a aprovecharme de ti, ahora que estás sola aquí conmigo. Va en contra de mi ética. Contra las leyes, contra la confianza que me dieron tus padres, contra Liz y Roger. Contra el universo entero.
-Eso es cierto. Me tocas un pelo y todo se te derrumba.
-Ya ves. Tengo que controlar mis instintos y tú pequeña ingrata no ayudas mucho. -replico divertido mientras me apretaba la nariz en un gesto cariñoso.
Rei y sin saber porque me abrace a el de su cintura.
-Sabes Brian, a pesar de todo me caes bien. Eres como un hermano mayor.
Cerré mis ojos mientras lo abrazaba y aspiraba su dulce aroma.
Sentí como sus dedos se enterraron en mi cuero cabelludo acariciándolo con suavidad. De un momento a otro sin saber porque había caído en el limbo de la inconsciencia. Pero nada me quitaba la paz que me provocaba abrazar su cuerpo, era como si me sintiera segura y protegida entre sus brazos, se sentía amor, calor y protección.
Algo que siempre imaginé en mi primer amor.

[•••🌙•••]

Despierte poco a poco, abriendo los ojos, la oscuridad se hizo presente ante mis ojos.
Pero los brazos de Brian May se llevaban todo el terror que me provocaba.
Recostada sobre su pecho, con sus brazos rodeando mi espalda y nuestras piernas enredadas, me sentí feliz.
Cerré los ojos, imaginando que si probablemente fuese novia de Brian estaría así con el todo el tiempo. Que bonito sería. Lastima que lo era. Me abrace a el con fuerza enterrando mi rostro en su pecho, dejando que mis lágrimas se derramarán sobre su camisa y la empaparan. Un pequeño pequeño sollozo emergió de mi ronca garganta. Sus brazos me aprisionaron con fuerza y me quedé en silencio.
-¿Estás bien?-su susurro hizo estragos en mi cuerpo y otra vez las ganas de lagrimear me invadieron.
Sus dedos se dirigieron a mi mentón y me alzó la cabeza suavemente para mirarlo.
La luz de la lamparita de noche se encendió revelando mi rostro surcado en lágrimas. Y en ese instante la mirada de Brian se torno compasiva.
-¿Que paso?.
Mordí mis labios, nerviosa, no quería que Brian se enterará de la pelotudez que me había imaginado minutos antes con el, un sueño guajiro, seguro pensaría que estaba loca, imaginarme con el besándome sobre su cama.
-Me da miedo la oscuridad.
Bueno eso era del todo cierto.
-Estas bien, estoy aquí.
Su mano acaricio mi rostro suavemente tratando de calmarme pero solo lograba ponerme más nerviosa y querer más de su tacto.
-Lo se, Gracias Brimi. -Agregue abrazándolo de nuevo.
-Cada vez que tengas miedo, puedes venir aquí a dormir.
-¿De verdad?
-Si.
-No quiero ser inoportuna, ¿Que tal si estás con una chica.
-Mia, tu eres la única chica que ha pisado mi habitación. Aparte de Liz. No suelo meter a chicas aquí.
-¿Porque me explicas eso?.
-Porque eres especial para mí.
Me quedé en silencio, conteniendo mi emoción.
Y sin querer deposite un beso en su mejilla.
-Gracias Brian.
Sus ojos me observaron con ternura. Y sonrió un poquito apagando la luz quedándonos de nuevo por completo a oscuras.
Le ayude a destender la cama y nos metimos debajo de las sabanàs en la misma posición.
El calor de su cuerpo era reconfortante. Sentí sus labios en mi frente y sonreí.
-Descansa preciosa.
-Igual tu Brimi. Te quiero.
-Y yo a ti, no sabes cuánto Mía.
No respondí, pero sabía que me quería de otra manera, su manera de quererme ya era amarme en completo silencio.
Ya sabía su secreto y a veces me sentía mal por aprovecharme de su situación como hace rato.
El problema es que probablemente en cualquier momento, caería a sus pies. Sucumbiría ante lo prohibido que era.
O tal vez ya lo estaba haciendo y necesitaba hacer algo para detenerlo, aunque en el fondo sabía que no lo haría. Quería saber todo lo prohibido que era Brian May, todo lo prohibido que podríamos llegar a ser.

Nuevo capítulo para ustedes.
Gracias por esperar la actualización, agradezco sus comentarios, lecturas y votos.

Nos leemos pronto.

-Fer




















𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐃𝐎//𝐁𝐑𝐈𝐀𝐍 𝐌𝐀𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora