Puse mi mochila en el sofá una vez que baje las escaleras.
De inmediato un rubio de ojos azules y cara de niña me observo divertido con los brazos cruzados.
–¿Así que hoy tienes clase con tu adorado profesor?–replico mientras se ponía su saco negro.
–¡Cállate Roger!–le grite de vuelta enojada mientras me ponía la mochila a jalones.
El alzo las palmas de las mano en señal de paz y abrio la puerta de entrada divertido.
Subí a su auto de mala manera y me cruce de brazos.
–Animo. Cuando llegues a casa vemos una película. ¿Te parece?–pregunto el con una sonrisa que se le desvaneció al instante al observar mi cara agria. Y sacudió la cabeza.
–Bueno ¿Cuál es la dirección?.
Saque de mi bolso delantero el papelito que el profesor les había dado a mis padres. Roger al leer el papel comenzó a reir divertido.
–¿qué?–agregue mientras observaba con extrañeza al rubío.
–Nada.–sacudio la cabeza y encendió el auto.
No dijimos nada durante el camino y aparcamos delante de una casa de dos pisos, de ladrillos rojos y una puerta blanca, no estaba tan lejos de la casa de Roger.
Salí del auto y caminé junto a Roger, hasta la puerta el rubio tocó el timbre mientras yo jugaba con uno de los tirantes de mi mochila nerviosa.
Escuchamos unos pasos y de inmediato la puerta se abrió dejándonos ver al profesor de matemáticas con un aspecto un poco más desalineado. Llevaba una camisa blanca con los tres primeros botones de la camisa sueltos, pantalones de mezclilla obscuros y addidas blancos con tres rayas negras.
Tragué saliva mientras el observaba confundido al rubío a mi lado.
–¿Roger?–pregunto para luego mirar en mi dirección y fruncir el ceño, al ver mi mano entrelazada con la del rubio.
Alce la vista hacia mi cuñado y el me observo sonriendo para luego mirar al profesor May divertido.
–Hola Bri.
–¿Y Liz?–pregunto mirando de reojo en mi dirección.
–Salio por unas cosas que necesitábamos en la casa y vine a dejar a su pollito a sus clases de matemáticas. –agrego jovialmente mientras se recargaba en el marco de la puerta.
Lo observé sin comprender nada.
–Bueno me voy, se me hace tarde. Soltó mi mano y me palmeo levemente la cabeza. –Portate bien pollito ¿Okay?. Vengo por ti a las ocho.
–Si Rog–murmure.
El se subió a su auto y le hice adiós con la mano. Entonces el profesor May me hizo entrar a su casa. Una vez que cerró la puerta se produjo un absoluto silencio.Su casa estaba limpia y ordenada, adornada estilo bohemio, caminamos hasta el comedor para seis personas. Me indico con la mano que me sentará y el se sentó junto a mi.
Entonces comencé a sacar mis cuadernos bajo su atenta mirada.
–Ire por mis planeaciones, no tardó.–Agrego levantándose y saliendo de la habitación rápidamente.
Acomode libreta y lapicera con cuidado, saque goma sacapuntas y lápiz y el libro lo deje abierto a un lado del cuaderno.
Regreso con varios libros y hojas en las manos y se volvió a sentar a mi lado. El efluvio de su perfume se metió en mis fosas nasales, era dulce y agradable. Como un cupcake. Sus crespos rebotaron cuando se sentó en la silla y me observó con una sonrisa amable para luego dirigir su vista a los libros.
–¿Así que conoces a Roger?–pregunto.
–¿Y tu a él?–agregue con los ojos entrecerrados.
El asíntio con la cabeza.
–Si es mi amigo.
–Es mi cuñado.El profesor May me regreso a observar con sorpresa.
–¿Tu eres la pequeña hermana de Liz?
Sonreí divertida.
–Si. ¿Cómo la conoces?–pregunte curiosa.
–Ella y yo fuimos novios un tiempo.
Asentí con la cabeza.
–Ah.
No me imaginaba a mi hermana con alguien como el profesor May, era una total loca igual que Roger. Por algo se entendían tanto.
–Pero ahora está con Roger
–Lo se y agradezco eso. Son mis mejores amigos.
–Vaya. Que pequeño es el mundo.
El profesor May sonrió divertido.
–Si muy pequeño.–¿Que tal van tus clases con el profe May? –replico Lily mientras le daba una mordida a su hamburguesa.
–Son aburridas. De verdad. No te recomiendo reprobar.
–Oye....–se callo un momento–¿Y te quedas sola con el?.
Mastique rápidamente el bocado y lo tragué.
–Pues si. No vive con nadie, creo yo. –agregue encogiendome de hombros.
–Ahhh–añadio ella para seguir comiendo.
–¿Porque? –pregunte curiosa. –¿Tiene algo de malo?.
–No. ¿O si?–agrego ella con el ceño fruncido. –No es que el profe sea un psicópata, pero es extraño que te de clases privadas.
–Se apiadó de lo burra que soy en su clase.
Ella lanzo una carcajada.
Y ambas seguimos comiendo.–Oye rubia–agregue entrando al garage donde Roger revisaba afanado su auto rojo. –Alzo la vista poniéndome atención.
–¿Dónde está mi hermana?
–Ah espérame ahorita la busco.–replico mientras se revisaba la bolsa del pantalón.Luego me regreso a mirar. –Oh se me perdió.Le hice una mueca de fastidio y la risa de Liz se escuchó detrás mío. Me di la vuelta mientras una rubia de estatura media,tez blanca, ojos azules, sonrisa pequeña y labios delgados se acercaba a mi y me daba un abrazo.
–Te quiero preguntar algo.–agregue mientras seguía abrazada a ella.–¡Pero que no escuché Roger!.
El río con la cabeza metida dentro del cofre del auto rojo.
–Es extraño que este con el profesor May a solas.–pregunte.
Ella se rió.
–No porque. El te está enseñando matemáticas. Roger y yo lo conocemos, papá y mamá está al tanto de la situación. –se encogió de hombros restándole importancia–Al menos que a ti te gustará Brian, eso cambia las cosas.
Me rei.
–Se ve que es bien aburrido. A todas mis compañeras se les cae la baba por el. Agradezco ser la única con los tornillos completos.–agregue riendo.
Liz y Roger compartieron una mirada que no supe descifrar.
–Pero mientras no se entere nadie mucho mejor. Pueden correrlo del trabajo.–agrego Roger.
–¿Y entonces porque acepto si sabe que lo pueden correr?
Roger desvió la vista hacia Liz y luego me regreso a mirar encogiéndose de hombros.
–No tengo idea.
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𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐃𝐎//𝐁𝐑𝐈𝐀𝐍 𝐌𝐀𝐘
Teen Fiction"Necesitaba al menos contener todo o iba a perderlo en ese instante en que pasaba caminando por el pasillo del colegio en donde yo trabajaba y ella estudiaba" -Brian May "Estaba tratando de mandar a la mierda todo incluido al profesor"-Mia Walsh