CAPITULO 21

1.1K 69 47
                                    

Los campos de Londres siempre tenían un toque mágico y especial cuando se trataba de ir a hacer alguna actividad al aire libre.
—¿A donde vamos?–pregunté con curiosidad mientras regresaba la vista a un concentrado Brian.
—No lo sé. Cualquier lugar es bueno para hacer un picnic. ¿No crees?–regreso a observarme sonriendo .
—Estoy de acuerdo–replique devolviéndole la sonrisa.
Mi emoción era muy obvia, recordaba siempre venir a estos lugares y correr y correr entre las áreas verdes sintiendo el aire chocar contra mis mejillas y adentrándose en mis pulmones llenándome de vitalidad. La sensación de libertad era increíble y maravillosa.

Brian detuvo el auto cerca de un pequeño lago, ambos bajamos y el cargo en su mano derecha una cesta. Extendió una manta con cuadritos blancos y rojos a unos cuantos metros del lago e indico que me sentara.
El copio mi acción y luego acerco la cesta para abrirla y sacar todo. Unos sándwiches,algunos bocadillos salados, un poco de queso, agua de frutas, pan con mermelada, fresas y uvas frescas y unos cupcakes como postre. Al ver todo acomodado en la manta con esmero sabía que Brian se había esforzado mucho para que me agradaría y un sentimiento de ternura hacia el invadió mi ser.

Lo observé emocionada.

—¡Profe May que bonito!
—¿Segura? No es mucho pero fue lo único que encontré. –replico inseguro
—¡Oh no sea así! ¡Esta genial!–replique dándome cuenta de lo negativo que llegaba a ser a veces.
—¡Brian esto está increíble!.–replique aún sin salir de mi emoción, probablemente estaba gritando, mientras él me observaba embelesado.

No podía creer que me había traído a un picnic, y el había preparado todo para mí. Estaba en las nubes. Ambos comimos en silencio, pero de vez en cuando sacaba alguna que otra pregunta.

—¿Tienes mascotas?

—Una perrita, se llama Shandi.

—"Shandi, tonight must last us forever and ever"–canto Brian.

"Forever we say good night and go home"–lo acompañe cantando.

—Es un poco irónico, porque tú eres una Shandi para mi.

Lo observé impactada por su confesión.
—Ay Brian May–mi voz sonó toda nerviosa.
—Lo siento.

Me quedé en silencio entendiendo su frustración, yo apenas estaba sintiendo algo por el y aunque lo sintiera no podíamos hacer nada al respecto, estaba mal visto y si nos descubrían el podría ir a la cárcel.

Tenía miedo a enamorarme de mi profesor, pero había algo en el que me atraía tanto, que llamaba mi atención.
—Se que esta mal, pero no me interesa en absoluto, yo se lo que siento y eso no cambiará nunca. –replico el mientras se metía una uva a la boca y comenzaba a mascar en silencio.

Lo observé en silencio admirando cada uno de sus atributos físicos, por inercia tome una uva y la lleve a sus labios, el me observó sonriendo y entreabrió sus labios. Roce mis dedos en ellos al darle la uva y retire mi mano lentamente conteniendo el aire en mis pulmones mientras el sonreía y me lanzaba un guiño.

Sonreí y retire mi vista ruborizada. Me ponía tan nerviosa.

—¿Cuál es tu color favorito?
—El rosa
—¿Y tus flores?
—Las rosas
Él sonrió.
—Acerte entonces.
—¿En que? –lo observé confundida

Se relamió los labios y luego una pequeña sonrisa iluminó su rostro, busco dentro de la cesta de nuevo y saco un ramo de rosas bajo mi grito de asombro. Después comencé a reír nerviosa mientras él me lo entregaba.

No sabía cómo reaccionar ante la primera vez que un hombre me regalaba rosas. Estaba emocionada, tanto que me saltaron unas cuantas lágrimas de felicidad.
—¡Muchas gracias Brian!.
Mire emocionada el ramo y lo regrese a mirar con emoción.
—¡Esto es increíble!. Rei feliz. Estaba tan agradecida y contenta que el rostro de Brian solo podía tener una hermosa sonrisa mostrando sus colmillos que tanto me encantaban.
Las lágrimas traicioneras bajaron de mis ojos y él me abrazó con ternura mientras reía levemente.
—Ay perdón no quería sonar tan dramática–dije en sollozos contra su pecho.
—Para nada, me gusta que expreses tus emociones.
Sentí como acarició mi cabello con dulzura y después su voz penetrando mis oídos...

𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐃𝐎//𝐁𝐑𝐈𝐀𝐍 𝐌𝐀𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora