CAPÍTULO 20

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Extrañas sensaciones cruzaban por mi cuerpo mientras la televisión sonaba de fondo, la luz alumbraba mi rostro mientras todo lo demás permanecía a obscuras.
¿Cómo podía ser posible que Brian estuviera haciendo eso?. Estaba claro que me deseaba de todas las maneras posibles. ¿Pero yo estaría dispuesta a aceptarlo de la misma manera?. No dudaba en que posiblemente me estába atrayendo un poco, no demasiado. Y tampoco aunque parecía extraño mi ego me hacía sentirme especial. Pero eso me asustaba. ¿Que diría el mundo de que me gustaba mi profesor?
—Mía, ¿Que haces despierta a estas horas?.
Me puse tensa al escuchar su voz , sintiendo como se agachaba a mi altura para poder mirarme a los ojos y los suyos destilaban preocupación absoluta haciéndome sentir especial pero a la vez nerviosa por su tan inesperada cercanía.
—Nada Bri, solo que no puedo dormir.–desvíe mi mirada avergonzada.
Quería salir corriendo y esconderme, simplemente la idea de Brian tocándose y diciendo mi nombre me avergonzaba hasta la médula.
Su sonrisa pícara aparecíó inmediatamente en sus mullidos labios y sentí como mi corazón empezó a latir frenéticamente cuando sentí sus manos aprisionar las mías sintiendo su calidez.
—¿Quieres que me quedé contigo hasta que logres dormir?–pregunto el en tono amable mientras acariciaba con su pulgar mi muñeca en suaves círculos.
Su tacto me ponía nerviosa y quemaba como vil fuego y lo observé indecisa.
—¿Sucede algo?–preguntó el soltando mis manos con delicadeza, dándome un poco de espacio.
Negué rápidamente.
—Solo, estoy nerviosa eso es todo.
Brian se alejo metiéndose en la cocina haciendo algo de ruido. Regreso a pasos rápidos con un vaso de agua entre las manos y me lo ofreció.
Comencé a beber en pequeños sorbitos bajo su atenta mirada. El agua helada me obligó a despertar de mi pequeño letargo y me levanté dejando el vaso en la mesita.
—La verdad es que no tengo nada de sueño–replique mientras me comenzaba a deshacer el improvisado moño que traía en la cabeza.
De reojo observé como Brian observaba atento todos mis movimientos.
—¿Quien es el que te quita el sueño eh?–pregunto el divertido.
—Tu–conteste mientras me volvía a sentar en el sofá y comenzaba a hacer zapping al televisor con el mando. De reojo ví como Brian abrió los ojos y se mordió el labio.
En silencio se sentó a mi lado.
—Es extraño porque yo también he pensado mucho en ti.
Voltee sorprendida por su confesión y lo observé en silencio.
—Me preocupa cuando no te tengo aquí cerca. –sus palabras sonaron tan sinceras, que no pude evitar sonreír un poco. —Es extraño porque solo con que te vayas unos momentos duele no verte, me he acostumbrado a tu presencia últimamente.

Pude darme cuenta de que a Brian le pasaba exactamente lo mismo que a mí.

—Eres una buena compañía.–completó el para después quedarse en silencio. Un silencio que los dos disfrutamos.

Deje caer mis manos a ambos lados del sofá y observé las imágenes que ahora pasaban en el televisor y Brian me imitó mientras una pequeña sonrisa asomaba de sus labios.
Su mano igual permaneció cerca de la mía sin llegar a tocarse, pero quería que lo hiciera porque amaba sentir su tacto en mi piel.
No sé si pudo leer mi lenguaje corporal o leía mentes porque en cuanto rozó la punta de sus dedos suavemente contra los míos solo pude lanzar un pequeño suspiro y gritar internamente: "¡Oh dios mío está tocandome!".

Sentí sus mano rodear mi muñeca y lo regrese a mirar con una sonrisa.
—Ven aqui muñeca–susurro dulcemente abriendo sus brazos.
Me arrastre hacia ellos gustosa, claramente lo estaba disfrutando, el sentir sus manos acariciando mi espalda delicadamente, escuchar los latidos de su corazón a media noche,percibir el aroma de su cuerpo tan varonil y exquisito alzar la vista y poder encontrarme con sus ojos color hazel era una experiencia divina y hermosa, mis manos se quedaron prensadas a los lados de su camisa haciéndolas puños. Mis cinco sentidos estaban dirigidos solamente a el nada más.
Me obligue a ocultar mi rostro en el espacio abierto de su camisa obligando a mis instintos hormonales a quedarse quietos. Las ganas inmensas de besarlo en esos momentos se apoderaron de mi, subí mis manos a su cuello y enrede mi dedo índice en uno de sus rulos jalandolo un poco.
Me quedé ahí entre sus brazos, tratando de aminorar mis nervios y cerré mis ojos.

[•••🌙•••]

Cerré mis ojos con fuerza al sentir como la persona que tenía encima mío se intentaba separar y enrede mis piernas en su cintura aferrandome a su cuello con fuerza.
—¡No te vayas!–llorisquee
—Mia, el timbre está sonando–rio un poco nervioso, intentando soltar mis brazos de su cuello sin éxito alguno.
El peso le ganó y cayó de cara justo al lado de mi cuello, poniendo sus manos a ambos lados de mi cabeza, su nariz rozó el lóbulo de mi oreja y sentí como sus labios recorrieron esa parte de mi cuello, erizando toda mi piel.
Mis dedos se enterraron en su abultada cabellera presionando su rostro contra mi cuello, mientras el timbre seguía sonando insistentemente.
—¡Malcidión Mía no me hagas esto, soy débil cuando se trata de ti!–se quejó el apartando sus labios de mi cuello.
Sonreí maliciosamente mientras el pasaba una mano debajo de mi cabeza y con la otra intentaba desenredar una de mis piernas de su cadera sin éxito alguno.
Volvió a enterrar su rostro en mi cuello y sentí como acarició los costados de mi cuerpo con rapidez de arriba a abajo mientras depositaba un suave beso en mi cuello.
Sentí como mi respiración se atasco en mi garganta y afloje mi cuerpo ante el movimiento de sus manos, en este instante Brian aprovecho para escapar dejándome con las hormonas alborotadas en el sofá.
Regreso con un puñado de cartas que aventó en la mesita y después me observó fijamente lamiéndose los labios.
—No puedo perder el control contigo. No me hagas hacerlo.
—¿Porque?–pregunte aún con la respiración agitada.
Ambos nos quedamos en silencio.
Y Brian se llevó una mano a la cabeza haciendose el cabello hacia atras en señal de frustración.
—No quiero hacer algo de lo que luego tú te arrepientas.
Me quedé en silencio procesando sus palabras, en parte tenía razón, Brian me gustaba pero no aún lo suficiente como para llegar a otro nivel con el.
—Lo siento–replique.
Brian sonrió y se sentó junto a mi. Palmeo suavemente mi rodilla atrayendo mi atención.
—Hay mucho de lo que tengo que hablar contigo. ¿Quieres ir de picnic hoy conmigo?
Lo observé con emoción.
—¿Me llevarás de picnic?
El asintió.
—¡Siiii!–lo abrace contenta y el río.
—Ve a bañarte mientras yo preparo todo.
Me levanté animada del sofá y regrese a observar a Brian.
—Brian
El me observó en silencio.
—Te quiero
—Yo también te quiero preciosa.
Sentí como mis mejillas se encendían y subí las escaleras mirando mis zapatos. Brian sabía cómo hacer mi mundo color de rosa definitivamente.

Holaaa.

Bendito Dios que ya pude actualizar, una disculpa de nuevo  por tardar en actualizar, escribo poquito a poco durante mis horas de comida en el trabajo pero hoy descanse y pude por fin terminar.

Saludos a todas.
Gracias por sus votos y comentarios.

•Fer🌙








𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐃𝐎//𝐁𝐑𝐈𝐀𝐍 𝐌𝐀𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora