CAPITULO 23

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Antes de leer:

Contiene escenas explícitas, se recomienda discreción, no me hago responsable de traumas en el futuro.
Disfrútenlo :)

¡Auch!–se quejo Brian después de que le di un golpe con mi mano en la barbilla.
—¡Perdon!–susurre.
Sentí como Brian se llevó la mano a la parte adolorida y me sentí fatal. Otro poco y casi le tumbó los dientes. Pero no había derecho, estaba tan asustada y tan nerviosa.
—¡Lo siento! –replique disculpándome de nuevo.
Sentí el pecho de Brian vibrar producto de su risa y recargue mi cabeza en su hombro, mientras me cohibia de pena.
Sus labios capturaron los míos en un movimiento dulce, me di la vuelta tratando de tener un mejor acceso a ellos y Brian saco su mano de mi ropa interior para tomarme entre sus brazos. Estiro las sábanas para cubrirnos del frío nocturno y puso sus manos a los lados de mi cabeza soportando el peso de su propio cuerpo para evitar aplastarme. Mis manos fueron directamente a su rostro y acaricie sus pómulos con mis pulgares, sentí como los labios de Brian se estiraban en una sonrisa bajo las yemas de mis dedos, volteo su rostro hacia mi muñeca y depósito un suave beso en ella para luego volver otra vez a capturar mis labios con debida urgencia.
Mí mente vago feliz al sentir las sensaciones tan bonitas que me provocaba aquel íntimo momento, sentí como las mariposas subían a mi estómago y cerré los ojos mientras lanzaba un largo suspiro, un ronco gemido inundó su garganta y sentí como mi respiración se atascaba en mi garganta, mientras sentia como los vellos de mi nuca y mis brazos se erizaban y algo en mi interior se apretaba.
Brian gimiendo era la puta gloria. Sentí como el ritmo de sus besos comenzo a ser más demandante, su lengua caliente entro en mi boca tratando de llevarse todo y mis dedos se crisparon entereandose entre su camiseta de dormir.
Mordí su labio con fuerza y lanzo un respingo.
Sus labios trazaron una estela de besos húmedos y calientes por mi barbilla hasta mi cuello en dónde enterró su rostro.
Cerré de nuevo mis ojos mientras sentia como la piel de todo el cuerpo comenzaba a hormiguearme, sentí como Brian, lamía, mordía y chupaba la piel de mi cuello con desesperación. Comencé a respirar agitadamente mientras enterraba mis dedos en sus rizos y los jalaba con fuerza.
—¡Oh Brian oh!–susurre.
—Eso era lo que queria escuchar.–susurro cerca de mi oído. Sentí como bajaba su mano lentamente poniéndola sobre mi estómago con su palma abierta, con su dedo meñique comenzó. Jueguetear con el borde de mi pantalón de pijama.
—¿De verdad quieres esto Mía?–pregunto Brian en un susurró no muy convencido.
—Brian May, te dije que si. ¿Que pasa? ¿Te echarás para atrás?.
—No, pero es que de pensar que estamos haciendo algo prohibido... simplemente estoy cometiendo un delito. Pero luego te veo y ¡Dios mío!. No creo que sea algo malo, yo en verdad estoy enamorado de ti.
Tragué saliva nerviosa.
—¿¡Pero desde cuando!?
Escuche a Brian reír.
Por una foto tuya que tiene Roger en la sala de su casa. Hace medio año justo después de que Roger trajera a vivir a Liz con el yo teminaba de romper con Chrissie Mullen. Roger siempre me habla de ti, el siempre había querido una hermana menor y la había encontrado. Liz igual estaba feliz de que hubieses aceptado a Roger tan rápido y se convirtieran en una y mugre. Cuando cumpliste dieciséis estuve un rato acompañando a Roger mientras bailabas tu Vals, desde ahí hubo algo que me atrajo de ti. Todo el tiempo observaba tu foto cada vez que iba a la casa de Roger. Hasta que el comenzó a sospechar y me lo preguntó.
Ni me dejó de molestar en todo el mes, luego por pura casualidad entre a trabajar en tu escuela y te vi. Y supe que jamás podría llegar a tener algo contigo. Hasta este momento.–Brian se quedó en silencio y yo también.
—Vaya–susurre impresionada.
Un año exactamente en lo que Brian tuvo que esperar para poder acercarse a mi.
Me provocó ternura pensar eso, Brian era tímido, sonreí sometiéndome especial. No podía creer lo revelado por Brian, sin duda el destino estaba de su parte.
Brian volvió a enterrar su rostro en mi cuello y depósito un beso en mis labios.
Sentía como la urgencia de sus labios tocaban los míos, acaricio mis hombros con sus dedos largos y los bajo suavemente hacia mis pechos apretandolos suavemente, mi espalda se arqueo en respuesta mientras mis manos se enrollaban en las sábanas blancas.
Sentía el poder del intenso placer que envolvía poco a poco mi cuerpo. ¿Cómo sería tener mi primera vez con el?, ¿Cómo sería estar a su lado junto al el haciéndome suya?,¿Cómo sería besar y amar todo su cuerpo y que el hiciera lo mismo conmigo? ¿Podría pasar? ¿Estaría dispuesta a dejarlo entrar en mi vida, en mi corazón?, ¿Me atrevería a entregarme a el?.
Sus labios nublaron las preguntas en mi mente y cerré los ojos mientras lo abrazaba por el cuello.
Hoy no pensaría en eso, solo quería disfrutar y saber lo que se sentía ser tocada por alguien.
Paso sus manos por debajo de mi pijama de dormir dejando al descubierto mis senos, sus pupilas estaban dilatadas, su respiración era agitada y sus labios estaban rojos. Tomo entre sus dedos mis pezones y los apretó suavemente para después acariciarlos con sus dedos de un lado a otro enviando olas de placer a mi cuerpo. Se llevó uno a sus labios y lo succionó levemente, repitió el mismo movimiento con el siguiente y siguio jugueteando con ellos por un buen rato.
Paso sin precio aviso su mano sobre la pijama que tenía y mis las piernaslas flexione ante la sensación de placer que me inundó, metió su mano enredado la en la prenda y la quito de un tirón dejándome totalmente expuesta ante el.
—¿Quieres que prenda la luz?
—No
La risa de Brian inundó el lugar.
—Me encantaría ver tu preciosa carita mientras te hago llegar a tu primer orgasmo.
Mordí mi labio mientras sentia como Brian jugueteaba con mi pecho apretandolo suavemente.
—Bueno, está bien. –susurre bajito.
Sentí la sonrisa de Brian sobre mis labios y depósito un pequeño beso mientras corría a prender la luz.
—Estoy emocionado porque estás conmigo.–replico mientras se acomodaba de nuevo en su lugar.
Le sonreí mostrando mis dientes y el hizo lo mismo.
Creo que con nuestras miradas era suficiente, sentía algo, algo cálido al ver sus ojos. Las mariposas revoloteaban en mi estómago, sus ojos color hazel, su mirada penetrante que te hacía perderte en ella, su sonrisa mostrando sus dos colmillos. Sus largas pestañas que adornaban sus ojos, su piel blanca y suave. Brian era muy apuesto y muy guapo.
Lleve mis manos a su rostro de nuevo, ansiando recorrer con mis dedos sus mejillas, sus pómulos, lo tenía tan cerca, tan cerca que podía admirar su piel, contar sus lunares, besar su rostro, acariciar sus labios, sus párpados, su nariz, podría fundirme en el esquisito olor de su piel aún sin perfume, olía a hombre.
Lleve mis manos a los bordes de su camisa y sin decir nada Brian se la quito dejando expuesta su piel lechosa, sus delgados brazos, sus hombros anchos y su espalda prominente.
Puse mis manos en su nuca, acercándolo un poco más a mi y sonreí mientras cerraba mis ojos y jugueteaba con sus rulos entre mis dedos.
Abrí los ojos dedicandole una pura mirada de seducción y note los nervios de Brian florecer, al retirar su mirada, lo había puesto nervioso.
Me alce sobre mis codos acercandome a su rostro y comenze a desnudarme por completo delante de el.
—¡Carajo quería ser yo quien lo hiciera!–se quejo.
—Estas en las nubes May, no te esperaré toda la madrugada.
Brian me empujó despacio hacia la cama y caí de espaldas mientras reía. Suspire mientras Brian pasaba sus manos por debajo de mi espalda para desbrochar mi sostén y luego bajaba sus manos para bajar mis pantalones junto con mis bragas.
Se levantó de la cama dejándome expuesta ante el frío de la noche. Sentí como escurtiñaba y admiraba en silencio cada parte de mi piel, estaba desnuda por primera vez ante el.
—Me encantaría tomarte una foto. Eres preciosa.
Mi rostro se torno rojo a causa de los nervios y sonreí.
Brian salió por la habitación déjandome con el corazón en la garganta, estire mi brazo agarrando una sábana para cubrir mi feminidad, aparte del frío tremendo de Londres,nel pudor que sentía era inmenso. Mi cuerpo tembló entero al recordar su mirada, llena de exitacion, deseo, admiración y sonrei. Era increíble queo provocaba todo eso en Brian, aún no me lo creía.
El entro con la vista puesta en la cámara fotográfica, al alzar la vista me sonrió.
Mi piel se erizo mientras observaba cómo preparaba la cámara.
Con mi puño sostenía la sabana tapando mis pechos, caía de forma abierta por entre mis piernas, hice mi cabello hacia atrás mientras sonreria risueña y lo observaba preparar todo.
—Asi quedate–murmuro mientras alzaba la cámara.
Sonrei nerviosa y escuché el flash mientras me lastimaba los ojos.
Brian dejo a un lado la cámara después de revisar que las fotos salieran bien y mostrarmelas para confirmar.
Sus ojos regresaron a mi cuerpo y paso la lengua por sus labios mojandolos mientras se acercaba a mi y la palma de su mano ahueco mi mejilla.
—Eres tan hermosa –susurro. Cerré mis ojos mientras suspiraba ante sus palabras. Sentí como sus labios capturaron los míos en un suave beso y lo bese con fervor disfrutando el sabor de sus labios.
Mordí su labio inferior con fuerza y lo delinee con mi lengua, suspire mientras aumentaba la velocidad de nuestros besos, ahora calientes, feroces y humedos. nuestros dientes chocaban, nuestras narices se rozaban, pero aquí me di cuenta que lo deseaba tanto. Mis dedos se metieron entre su melena rizada jalandola con fuerza. Tome su mano y la lleve hacia mi parte íntima. Estaba lista para el.
Brian separó nuestros labios dando un respingo al acariciar con sus dedos mis labios vaginales, paso sus dedos índice y medio por toda mi parte ya húmeda explorandola poco a poco. Mi estómago subía y bajaba mientras mis caderas respondían al movimiento de sus dedos, ansiaba ya que desatara el nudo incómodo que se formaba cada vez más intenso bajo mi estómago  al ritmo del movimiento de sus largos y niveos dedos.
—¡Brian ya basta!, ¡Tocame ahora!–susurre desesperada al ver que ya solamente acariciaba mi parte una y otra vez sin hacer otra cosa.
Sentí como sus dedos tocaron mi clítoris y temble al sentir ese punto tan débil.
Su pulgar comenzó a dazar en suaves círculos alrededor, de mi punto sensible, tan despacio pero a cada roce estaba mandando olas de calor por mi cuerpo. Comencé a respirar agitadamente , mientras sentia como todo de mi se apretaba ante el movimiento de sus dedos, flexione mis piernas al sentir poco a poco el placer que me estaban regalando sus dedos. Lo estaba disfrutando tanto. Sus dedos fueron aumentando su ritmo poco a poco obligándome a cerrar los ojos con fuerza. Lleve una mano a mis labios para ocultar el grito que se me iba a escapar en esos instantes. Y hundí mi cabeza en la almohada mientras Brian pasaba su mano acariciando sin pudor alguno mis pechos. Metió sus dedos índice y medio a mi boca para opacar los gritos. Los lami dentro de mi boca una y otra vez. Hasta que los saco y sentí como separó mis labios vaginales y suspiro mientras chupaba sus labios y luego los mojaba con su lengua.
Me observó en silencio, esperando alguna reacción por mi parte, estuve a punto de abrir la boca para decirle algo pero mis caderas se alzaron cuando sentí sus dedos penetrar con suavidad en mi vagina lentamente.
Un pequeño quejido salió de mis labios al sentir sus dedos completamente dentro de mi. Era una sensación muy diferente, al besar a alguien o decirle te quiero. 
¿Como sería cuando estuviésemos juntos? ¿Sería más intenso, algo inexplicable, dolería?.
Comenzó a mover sus dedos de adentro hacia a fuera, siguiendo un ritmo bastante calmado.
Me alce de nuevo sobre mis codos, tenía mi vista enfocada en sus rulos inquietos, Brian concentraba su rostro en mi parte íntima, al centrir mi cercanía alzó la vista. Y le sonreí, depositando un suave beso en sus labios.
El negó con la cabeza.
Sonreí mientras cerraba los ojos y hacia atrás mi cabeza excitada por el placer que me estaba provocando ahí abajo.
Pequeños gemidos comenzaron a salir de mis labios involuntariamente. Brian estaba haciendo que se me nublara la mente. Mi corazón palpitaba desbocado, el cuerpo me temblaba como gelatina, quería entregarme a él en cuerpo y alma, quería que me amara y me hiciera suya.
—Brian.–gemi su nombre.
Me regaló una sonrisa que hizo que mi corazón comenzará a martillar como loco.
—Crei que jamás lo harías.
Un suspiro fue arrancado de mis labios y abrí la boca haciendo mi cabeza de nuevo hacia atrás mientras me sujetaba de sus hombros desnudos.
—¡ Oh por dios si!–replique.
Abri mis piernas lo más que pude, sus dedos entrando y saliendo de mi vagina, sus otros dedos atendiendo mi punto más delicado, sus labios besando los míos y sus palabras más dulces lo hacían el momento perfecto. Brian sabía cómo hacerte sentir mujer, cómo hacerte sentir una diosa, y como poder hacerte sentir placer al mismo tiempo.
El sonido acuoso de sus dedos contra mis líquidos comenzó a sonar entra la habitación. Su mirada se ensombreció, e hizo sus labios en uno o para luego morderlos. El mismo gesto que hacía cuando hacía un solo de guitarra cuando tocaba con Roger en la batería.
Comencé a gritar su nombre como desquiciada mientras un calor se apoderaba de mi cuerpo enteró, mientras comenzaba a sentir todo más, intenso, más rojo, había más fuego, un fuego que se incrementaba al movimiento de sus dedos, al ritmo de sus besos, al calor infernal que nos estaba envolviendo.
—Estas caliente–susurro.
Sentí como mis paredes se apretaban alrededor de sus dedos.
—¡Brian!–grite. —¡Oh Brian!- eche mi cabeza hacia atrás mientras sentía mis piernas temblar incontrolablemente.
Enterré mis uñas en sus hombros, varios quejidos salieron de mis labios, la sensación que estaba sintiendo era poderosa, mis paredes se cerraron completamente en sus dedos y lance un gritó de puro placer mientras sentía como todo en mi interior se liberará. Brian saco sus dedos y se los llevó a los labios probando mis fluidos. Abri los ojos asombrada mientras intentaba calmar mi respiración, el sudor me cubría el rostro y el cuerpo.
—¿Te gusto?.
—¡Me encanto!–sonrei satisfecha.
El río para después besar mis labios, me cubrió con la sábana y se acurrucó a mi lado pasando su mano por mi cadera y abrazándome.
—Gracias Brian.–susurre.
—¿Porque?
—Por ser el primer hombre en mi vida. Lo disfrute tanto
—Me alaga escuchar eso.
—Te quiero Brimi.
—Y yo a ti preciosa.
—¿Que pensaran Roger y Liz?
—Por mi que se vayan ahora al cuerno, me importa poco. ¿Que piensas tú?.
—Espero que no te maten.
—No me arrepiento de haberte llevado al espacio sideral Mía.
—Me hiciste ver el universo Brian, y espero volver a repetirlo pronto.
Entralace nuestras manos acurrucandome contra su pecho.
—Cuando quieras, como quieras, a la hora que quieras. Sabes que lo haré, estaré deseoso de hacerlo siempre y que yo sea el que esté en tu mente cada vez que gritas.
—Siempre serás tú Brian. Eso tenlo por seguro. Seras tú y solo tú.

Nuevo capitulo y me voy.
Nos vemos pronto chicas. Gracias por su apoyo a la historia y sus comentarios.

-Fer🌙






𝐏𝐑𝐎𝐇𝐈𝐁𝐈𝐃𝐎//𝐁𝐑𝐈𝐀𝐍 𝐌𝐀𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora