Capítulo 7

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Kitty bajó rápido las escaleras viendo a la mujer que estaba hace un rato besando al de cabellos menta coquetear con otros mientras la volvían a enjaular, algunas personas iban entrando, así que se apuró en ir a la habitación que le habían dado, a...

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Kitty bajó rápido las escaleras viendo a la mujer que estaba hace un rato besando al de cabellos menta coquetear con otros mientras la volvían a enjaular, algunas personas iban entrando, así que se apuró en ir a la habitación que le habían dado, abrió la puerta del armario viéndose al espejo que estaba colgado en este, se miró unos segundos acomodando su cabello.

—Deja de enamorarte de personas que no conoces —Se dijo a sí mismo. —Estoy cansado de soportar lo que tú no eres capaz de soportar, me vale mierda que tengamos la misma cara, deja de ser un bebé llorón y enfrenta todo lo que te duele —Se dijo. —No te dejaré recordar lo que pasó, pero me divertí dejándole claro que no eres un niño, porque sé que no lo eres, así que me ahorraré ese recuerdo y dejaré que te sientas igual de confundido que él, pero detente y madura, no debo enfrentar tus miedos, deja de ser un puto cobarde y...

—¿Interrumpo algo? —El pelirosa volteó hacia la puerta viendo a Seokjin entrar a la habitación.

—Nada, adelante —Sonrió falsamente.

—Te escuché hablando —Confesó.

—Me gusta hablarme al espejo, es motivacional —Mintió.

—¿De verdad? Bueno... ¿Te sientes cómodo? —Preguntó.

—¿Eres bastante chismoso, Hyung? —Seokjin se rió.

—Solo intento que te sientas más cómodo —Dijo.

—Lo siento, Hyung... Tuve un pésimo día y muero de hambre —Habló.

—Ven conmigo a que busques algo de comer —Dijo caminando hacia la puerta.

Kitty sonrió y se miró por última vez en el espejo, Jimin parpadeó varias veces sintiéndose confundido al verse en la habitación, Seokjin lo volteó a ver viendo su confusión cuando el menor lo miró extrañado.

—¿Sucede algo? —Preguntó.

—Hyung, ¿Qué hace acá? —Seokjin sonrió.

—No me tomes el pelo, vamos a comer algo —Dijo saliendo por fin de la habitación.

Jimin miró al espejo haciendo un puchero, había entendido lo que había pasado y estaba odiando eso por completo, su estómago gruñó, así que salió de la habitación siguiendo a Seokjin por la mansión, había un poco de música y algunas personas iban y venían, miró como esta vez en las jaulas estaban mujeres, giraron en un pasillo entrando a una cocina donde estaban preparando algunos bocadillos, Seokjin sacó de la alacena algunas cosas para servir en un plato hondo y ofrecerle a Jimin, el menor agradeció y comenzó a comer.

—¿Qué hiciste en la habitación de Suga? —Jimin lo miró.

—¿Cómo sabe que estuve ahí? —Preguntó de vuelta.

—Tengo más rango que tu en este lugar, mi habitación esta en ese piso de la mansión, te vi saliendo de ella y un rato después a Suga lo bastante frustrado —Respondió.

La mafia bratvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora