Capítulo 8

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Jimin miró obviamente el auto en el que iba, antes de acercarse a la cabaña, entró a un estacionamiento que no tuviese cámaras y cambió las placas, esperaba al menos que no notaran el cambio, cuando por fin se acercó a la entrada fue detenido, eso...

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Jimin miró obviamente el auto en el que iba, antes de acercarse a la cabaña, entró a un estacionamiento que no tuviese cámaras y cambió las placas, esperaba al menos que no notaran el cambio, cuando por fin se acercó a la entrada fue detenido, eso lo esperaba, sabía que no se la dejarían fácil, no solamente porque había sido atentado contra su vida, era un senador y cualquiera querría secuestrarlo o asesinarlo.

—¿Quién es? Esta es una propiedad privada —Uno de los guardias preguntó.

—Dígale al senador que tiene un enviado de los Park —Jimin contestó enseguida.

—Pruebas —Pidió.

—Dígale que quien está aquí esperando por verlo es uno de los hermanos menores de Park Chanyeol, con eso le bastará —Jimin habló.

El guardia enseguida fue a comunicarlo, había algo que Jimin tenia que aprovechar para matar al senador, priorizaban su asesinato y no secuestro, conocía bien quien era Jimin, sabía que tendría que inventar una excusa lo bastante convincente para que los Bratva no vieran el asesinato sospechoso, el guardia le dio el pase y Jimin arrancó nuevamente la camioneta, bajó y no fue siquiera requisado, sabia bien que el senador era un pervertido que le gustaba tocarlo cuando tenia la oportunidad y solamente por los negocios de su padre este no decía nada por más que quisiera arrancarle la mano en esos momentos, así que Jimin no veía su asesinato solo como algo normal, quería venganza también de ese sucio hombre.

—Cuando escuché que alguien había llegado pensé en mandarlo a matar sin dudar, pero que avisaran que era nada más y nada menos que uno de los menores Park me llevé una sorpresa, sabiendo a ciencia cierta que uno no se encuentra en Busan, Park Jimin —El hombre saludó.

—Mucho tiempo sin verlo, senador Yo —Reverenció.

—El gusto es mío, pero acércate muchacho, déjame verte de cerca —Jimin tragó acercándose al hombre. —¿Qué te trae a mi cabaña? —Preguntó.

—Debo decir que por negocios —Mintió.

—Bien, los Park para mi son una familia con los negocios, así que brindemos por el negocio que viene —Sonrió.

—¿No prefiere saber de que depende el negocio? —Cuestionó.

—Son los Park, no hay necesidad de saberlo —Respondió.

Uno de sus guardias llegó con dos copas ofreciéndole una a Jimin, el menor la miró y luego miró al senador, no estaba del todo seguro si debía beber con él o no, peor si no o hacia sería más sospechoso, tendría que actuar rápido, el hombre lo miró mientras bebía de su copa como si esperara que Jimin lo hiciera, así que el de cabellos rosa bebió para no ser tan evidente.

—Cuéntame, ¿Cuál es el negocio nuevo que me tiene propuesto Park? —Preguntó.

—Mi padre quiere.... Lo que los Bratva tienen, se sabe sobre una nueva droga que están preparando y para ello necesitamos más conexión para salir de corea y no ser vistos en rusia —Mintió, aunque seria una buena idea, uno segundos después estaba sintiéndose mareado y eso le preocupaba.

La mafia bratvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora