La cabellera rosa estaba alborotada por el sudor y los movimientos de la persona, Jimin subía y bajaba gimiendo con desganas mientras cogía con el chico que acababa de conocer en el bar, le había parecido tierno cuando intentó coquetearle mientras le invitaba un trago, cuando claramente él podía beber todo lo que quisiese sin necesidad de pagar ya que ese bar era uno de los tantos que tenía su familia, al ver su intento de coqueteo terminó aceptando solo para escapar, terminó siendo él quien le coqueteaba al chico mientras veía a sus guardias mirarlo desde lejos, en definitiva seria su escapatoria de aquellas bestias enorme que lo mantenían vigilado por orden de su padre, terminaron en un motel pequeño de muy mala pinta donde habían ido solamente para coger.
Esperaba más, no tenía todo lo que le gustaba en un chico, su pene y la forma en que lo cogieran debía ser en definitiva su punto fuerte, aún así por lastima al verlo querer coger con él termino aceptando, el chico desconocido lo tiró a la cama poniéndose en medio de sus piernas, se había puesto rudo, eso era algo que al menos había agradecido, le gustaba que fuesen rudos, hasta que llegó al punto de comenzar a embestirlo mientras lo ahorcaba, el de cabellos rosas amaba que lo hicieran, solo si él lo permitía, pero comenzaba a sentirse sin aire cuando apretó aún más su agarre, así que comenzó a forcejear, ya no le estaba gustando en nada, una voz dentro de él repetía la palabra matar, matar, a cada segundo, así que le dio una patada en la entre pierna para sacárselo de encima, luego se puso de pie viendo al chico con una sonrisa burlona mientras se retorcía y él tomaba sus bóxer, se acercó nuevamente dándole una patada en el rostro con otras más para luego ponerle una media en la boca como mordaza y al mismo tiempo con las sábanas amarrar sus manos.
Por precaución volvió a darle repetidas veces patadas en el rostro, para luego buscar en su chaqueta el sed de navajas que siempre cargaba, el chico lo miró e intentó agarrar al de cabellos rosas, pero lo único que ganó fueron unos cuantos cortes en los brazos, luego lo tomó por los cabellos para al final cortar su garganta haciendo que la sangre corriera por sus manos y salpicara un poco sobre él, el cuerpo del chico dejó de moverse y sus pupilas se dilataban y hacían más grandes. En su mente escuchaba un mátalo, mátalo, así que un corte en la garganta no fue suficiente, se puso de cuclillas cortando con la navaja en su abdomen, moviéndola para luego sacar una navaja más fina escribiendo un Park de manera pequeña, luego cortó en la parte de su corazón para meter su mano a fuerzas.
—Es asqueroso esto, sabes —Dijo mirando el cadáver. —¡Asombroso! Estoy tocando tu corazón, ¿Debería sacarlo? —Preguntó. En su mente se decía que sí.
Sacó su mano cortando un poco más en la piel para hacer más grande el espacio y con mucha tranquilidad sacó el corazón haciendo que la sangre salpicara en su rostro, luego buscó una bolsa en donde meter el corazón, no limpió nada de su cuerpo manchado con la sangre, ni mucho menos su rostro, parecía orgulloso de lo que había hecho, así que se vistió con total calma, acomodó un poco su cabello alborotado viéndose al espejo.
—Te ves muy bien Kitty —Se dijo a sí mismo.
Se acercó al cuerpo dándole un corto beso en los labios y sonreír, luego coger la bolsa con el corazón y salir de la habitación del motel, cubrió un poco su rostro para no ser visto por la pareja que iba entrando, llevaba el corazón metido dentro de su chaqueta manchando así su camiseta blanca, salió con una sonrisa para luego comenzar a silbar mientras se perdía por las calles de Busan, unos segundos después se detuvo sintiéndose extraño, su cabeza estaba comenzando a doler y se sentía desorientado, sintió lo caliente en su cuerpo y sacó lo que llevaba dentro de su chaqueta notando sus manos llenas de sangre como la bolsa viendo su contenido, eso lo aterró bastante, no recordaba que había sucedido, lo último que sabia era que estaba teniendo un pésimo sexo con un chico que había conocido en el bar, ni siquiera sabía su nombre, las ideas venían a su mente y lo que menos quería creer era que el corazón que tenía en dicha bolsa perteneciera al chico, había sido como sus hermanos, quiso retroceder en sus pasos cuando chocó con un chico que lo miró molesto, más detuvo su vista en su rostro manchado de sangre como su ropa y manos, el de cabellos rosas quiso ocultar la bolsa detrás suyo, pero fue inevitable cuando el otro agarró su muñeca elevándola al aire mientras veía el contenido de la bolsa.
—Вы убили кого-нибудь? —Habló en ruso.
—No habló basura —Dijó.
—¿Mataste a alguien, niñito? —Preguntó esta vez en coreano.
—¡¿Qué te importa?! —Habló forcejeando en su agarre para soltarse —Suéltame maldito, no te metas en lo que no te importa si no quieres verte muerto —El mayor se rió en su cara.
—¿Debería reportarte con la policía por asesinato? —Cuestionó.
—Créeme que no quieres tenerme como enemigo —Habló.
—Pruébame —Sonrió.
Jimin siguió forcejeando hasta que por fin pudo soltarse del agarre en el que lo tenían, volvió a guardar el corazón dentro de su chaqueta y miró a la persona que tenía en frente, no lo había reparado bien, pero era apuesto y un poco más alto que él, tenía el cabello menta, un bonito color según su criterio, le sacó la lengua y el dedo para luego salir huyendo del lugar, el mayor lo miró sin entender su extraño comportamiento, más lo dejó ir como si nada viendo a la nada en cuestión de segundos.
—¡Agust! —El nombrado volteó cuando escuchó ser llamado. —Se te dijo que no debes andar por las calles solo, no las conoces y podrías perderte —El chico de cabello rubio corto regañó.
—Заткнись —Dijo en ruso con molestia.
—No me mandes a callar, te recuerdo quien manda cuando estas acá, así que es mejor que regresemos —Habló.
—Una cosa, ¿Es normal pasearse por aquí lleno de sangre y con un corazón en una bolsa? —Preguntó.
—De que demonios hablas, no sacamos corazones a menos... Olvídalo, padre podría estar dándome un sermón, vamos ya a casa —Demandó.
—Я бы предпочел остаться в России —Murmuró.
—Padre preferiría que estes en corea y no en rusia, debemos ganar territorio aquí, Agust, ya perdimos mucho contra los Park —Dijo.
—Me vale una mierda si prefieren que este aquí, prefiero mil veces estar drogado en rusia haciendo orgias con todas las chicas del club —El rubio sonrió.
—Eres heredero, no puedes andar por ahí como si nada, ten respeto —Dijo.
—Cuando llegué estaban teniendo todos una orgia en el salón principal con varios jaulas colgando con cadáveres que derramaban su sangre, no me pidas que tenga respeto —Habló viendo a pocos metros la casa en la que se estaba quedando. —Y una cosa más, no me llames Agust fuera de la mansión o el territorio, dejará mucho que decir, más si estoy en corea —Dijo.
—¿Cómo esperas te llame? —Cuestionó.
—Yoongi, para la familia, Suga para la mafia —Respondió con una sonrisa ladina.
ESTÁS LEYENDO
La mafia bratva
FanficUno es heredero de la mafia rusa, mientras que el otro es heredero de la mafia coreana de los Park, secretos, lagrimas, sangre, mucha sangre, el trastorno de personalidad disociativa era algo que Jimin tenía claro en su subconsciente, lo cual le tra...