Capítulo 12

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—Deberían tratarme con un poco más de respeto a la hora de secuestrarme de un lugar —Se quejó

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—Deberían tratarme con un poco más de respeto a la hora de secuestrarme de un lugar —Se quejó. —¿Quién me mandó a buscar? —Preguntó, más no le dieron respuesta. —¡Díganme algo, me molesta que siempre se queden callados! —Se exaltó.

—Yo fui quien pidió que te buscaran —La voz de Bogum se hizo presente una vez entró a la sala.

—¿Me estas espiando? —Preguntó.

—Orden del oficio, aún no nos das información sobre los Bratva, es obvio que tomaríamos medidas necesarias —Respondió.

—¿Cómo supiste donde encontrarme? —Preguntó.

—Hermanito, deberías considerar bien a nombre de quien haces tus citas medicas —Contestó tomando asiento frente al menor. —¿Qué puedes decirnos sobre los Bratva? —Preguntó.

—Son iguales a todos ustedes a la hora de buscar gente, lo que pasó en el puerto con la mercancía, mataron a varios infiltrado que pusiste, el entrenamiento en el que nos han puesto, muchas cosas —Respondió.

—¿Eso es todo lo que tienes? —Se burló. —Pensé que estabas haciendo las cosas bien, pero veo que no es así, quiero saber de sus planes, los hijos, la droga, todo por lo que te mandamos, Jimin —Habló.

—Aún no me dan la confianza para saber esas cosas, como mucho solo tuve una misión donde murió el senador Yo —Recordó.

—Bueno, gánate su confianza, si no lo haces tu al menos que esa cosa rarita dentro de ti lo haga —Dijo.

—No es una cosa rara... Soy yo —Murmuró.

—Como sea, gánate su confianza y sácales información que nos vas a dar más adelante, si no sabes cómo, insinúateles para que te cojan, eres bueno en eso, hermanito —Bogum habló poniéndose de pie. —Llévenselo —Ordenó. 

Aquellos hombres que en su momento habían sido sus guardaespaldas para "no causar problemas" según su padre, esta vez lo estaban llevando a rastras fuera del lugar.

—¡Déjenme! ¡Suéltenme malditos! ¡Los mataré! ¡¿Escuchan?! ¡Los mataré! —Jimin gritaba, él podía irse por sí solo.

—Ustedes dos, déjenlo —La voz que Jimin tenia rato sin escuchar se hizo presente, aquellos guardias no lo soltaron. —Les di una orden —Demandó con notoria molestia.

—Su hermano dio una orden —Uno de ellos dijo.

—Y yo les estoy dando otra, así que dejen a Jimin. ¡¡AHORA!! —Gritó.

Aquellos hombres soltaron al de cabellos rosa y reverenciaron para irse, Jimin les sacó la lengua y llevó sus manos a los bolsillos, de su chaqueta, tenía ahí su juego de navajas.

—Creí que estabas en Seoul —Dijo.

—Estaba, tu mismo lo dijiste —Chanyeol respondió. —Escuché que Bogum te mandó a secuestrar y traer acá... Te ves delgado —Dijo.

La mafia bratvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora