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—Lady Malie.

—El poderoso Thor. ¿Pasabas por el vecindario?

—Necesito tu ayuda.

—Darcy me dijo que te llevaste a Jane.

—Y también quiero que vengas conmigo.

—¿Qué ocurre?

—El Éter, Jane lo posee y necesito sacarla de Asgard...

—Haz como hiciste tú.

—Heimdall usa magia negra para este encuentro, no lo quiero enfrentar al Éter...

—¿Qué quieres que haga?

—Habla con Loki, madre ha muerto defendiendo a Jane, para que los elfos oscuros no se hicieran con el Éter, ahora que necesito sacarla para alejar el peligro de Asgard, debo buscar algún pasadizo secreto. A ti sí te escuchará.

—¿Por qué?— sollozó, deseaba poder hablar con la reina, escuchar su sabiduría de su propia boca para saber de sus poderes, luego pensó en lo devastado que podría estar el dios del engaño, aquel que solo tenía de apoyo a su madre—. Vamos, por favor.

***

—Thor, ¿después de todo este tiempo, ahora decides visitarme? ¿Por qué? Solo te vienes a regocijar, a burlarte...

—Loki, es suficiente, no más ilusiones— dijo y la celda cambió a un caos.

—Ahora sí me ves.

—Loki— la pelinegra salió de su escondite y tiró la sorpresa, no podía con lo que veía.

—¿Qué haces aquí?

—Thor...

—¿Ella sufrió?

—No estoy aquí para compartir nuestro dolor. Loki, te ofrezco encontrar una empresa más satisfactoria.

—¡No!— espetó la pelinegra al dejar de ver la celda y girarse con su amigo—. Así no...

—El tiempo apremia.

—Quiero quedarme con él, no es momento de planes.

—Pero necesito...

—Ya lo sé, pero tú pudiste estar en el funeral, él apenas recibió la noticia. Déjame quedarme con él y en la mañana nos pones al tanto.

—No es prudente.

—Es tu hermano— espetó la pelinegra al borde de las lágrimas, estaba de rodillas lo más cerca de la celda, pero miraba con súplica a su amigo.

—Vendré temprano— dijo Thor al pedir a Sif que entrara al área, así abriría la celda.

—Gracias— suspiró al apresurarse y abrazarlos.

—Nada de llamar la atención— sentenció Sif. La membrana dorada se desvaneció y la pelinegra avanzó hasta pisar el suelo blanco, giró para ver a los asgardianos y vio que se levantó de nuevo.

—Vendré en cuanto salga el sol— dijo Thor.

—De verdad está desesperado si accedió a dejarte aquí sin protección— dijo Loki una vez se fueron.

—Por favor no lo hagas, sé que estás mal...

—No puedes vivir sin mí, ¿verdad?

—Hasta crees— respondió ella a la broma que él inició. Ambos forzaron una sonrisa que se asemejaba más a una mueca, no era el momento de jugar, aún se sentía el luto en el ambiente, pero él trataba de verse entero.

#MakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora