#Maki

27

—No está mal.

—Ella era la clase de persona que querrías que creyera en ti.

—¿Entonces Malenalie no cree en ti?

—Eso es distinto.

—Fue traída solo para controlarte y aun así te escapaste.

—Está bien, me aseguré de ello antes de venir.

—¿Cree en ti? — Loki lo pensó un momento, casi podría afirmarlo, pero algo lo hacía dudar, claro que se reflejaba en su rostro.

—¿Dónde aprendiste a hacer el...? El... ¿lo que sea?

—Aprendí sola.

—¿Aprendiste sola esa magia?

—Sí.

—¿Qué, solo...? ¿Entras en las mentes y proyectas una clase de ilusión?

—Sería más fácil si yo...

—¿Me hechizas, tomas el TemPad y saltas del tren?

—No.

—Entonces no preguntes.

—Bueno.

—¿Champán?

—Sí, muchas gracias.

—No quiero, gracias.

—Tomaré el de ella, gracias. Salud, por el fin del mundo— bebió una de las copas—. Qué pena que la anciana eligiera morir, ¿no?

—Estaba enamorada.

—Ella lo odiaba.

—Quizá el amor sea odio.

—Debería recordarlo. ¿Qué dijiste? "El amor es...", "El amor es odio".

—¡Vete al diablo!

—Entonces, hablando de amor, ¿te espera algún afortunado pretendiente al final de esta cruzada?

—Creí que los de la AVT te lo habrían dicho, maté a Lord Mal por no saber endulzarme el oído como Lady... ¿ya le dices así?

—No, ella no sabe que así le puso la reina.

—Me topé con dos Madinaveitia, tres si la contamos a ella...

—¿Mandaron a tantos a detenerte?

—Solo a uno, las otras dos ni intentaron relacionarse conmigo.

—¿Quién se resistiría a ese encanto?

—Solo fue para aguantar. ¿Y tú? Eres un príncipe. Deben haber sido aspirantes a princesas o quizá, otro príncipe.

—Un poco de ambos, igual que tú, sospecho. Pero nunca nada...

—Real. El amor es una travesura.

—No. El amor es algo que requiere otra capa para pensarlo.

—¿Sabes que le quitaremos la fuente de poder a una civilización desahuciada?

—Sí.

—No será fácil. Necesitamos descansar.

—Bien, relájate a tu manera, y yo lo haré a la mía.

El tren avanzaba a prisa, los meteoritos eran cada vez más prominentes. La música sonaba alegre cuando Sylvie despertó, todavía somnolienta por no haber descansado en días, luego tuvo un doble enfrentamiento, uno con Malenalie y otro con Loki, era lógico que su mente y su cuerpo requirieran cuidado extra. Loki cantaba con la bartender, ignoró las señales y cuestiones de su compañera, todos estaban expectantes a las palabras del pelinegro, la rubia lo veía sorprendida, luego volvió al canto y baile, bebió su trago y lanzó la copa al suelo.

—Estás borracho.

—Pero ten en cuenta que estoy muy lleno, necesito que pruebes esto, combina muy bien con el oporto. ¿Quién tiene oporto? Créeme lo del oporto.

—¿Y tu uniforme? Debíamos ser discretos.

—A nadie le importa, es el fin del mundo.

—Creo que está pasando algo.

—Sí— volteó hacia arriba y apuntó con el dedo—, ese planeta está por chocarnos.

—No seas tonto, vi que unas personas te miraban raro.

—¿Qué? ¿Te volviste paranoica?

—Debió empezar cuando me pasé toda la vida huyendo de tus jefes fascistas y omniscientes y de tu noviecita.

—Es una pena desperdiciarlo— señaló el suelo—. ¡Oye! Cambio de tema, pensé en una respuesta.

—¿A qué?

—A tu pregunta— se acercó a ella—. El amor es una daga— le mostró una de sus armas gemelas—. Es un arma que se puede blandir de lejos o de cerca, puedes reflejarte en ella. Es hermosa— luego la giró para entregar el mango a su interlocutora—. Hasta que te hace sangrar. Pero al final, cuando la alcanzas— ella la iba a tomar, él la desapareció.

***

—Ya recorrimos todos.

—Cálmate.

—¡No me pidas que me calme! Loki está perdido.

—Se fue detrás de la variante.

—¡La variante me atacó antes! ¿Y si solo fue para defenderme?

—¿Dijeron algo que los delatara?

—¡No! B-15, para ti todos son culpables, ¿por qué no me has acusado de confabularme con él?

—Porque en tu expediente dice que nos ayudarías, tienes un sentido del deber arraigado, en contra de lo que sientes por él.

—Él y yo no somos nada.

—Te pidió ayuda y viniste.

—Me dejó inconsciente.

—¿Eso no te dice nada?

—Malenalie— Mobius la tomó de ambos brazos para que lo encarara en lugar de seguir peleando con Be-15—. Escúchame.

—Mobius, yo... solo quiero encontrarlo.

—Serán arrestados en cuanto logremos dar con ellos.

—Solo necesito saber que está vivo.

—Si se fueron a algún apocalipsis, no lo sabremos.

—¿Cuál es el peor de todos? Cuando estábamos en New York, Loki me puso lo más cerca de su objetivo, el teseracto, pero a cierta distancia porque no podía tomarlo. Yo era su segundo objetivo, pero intentó llevarme al límite... Creo que ya sé qué quiere hacer.