Pero Malie no pudo acompañar a su hija, sino que permaneció ahí en el bosque, en el santuario que creó Banner para alejarse de toda perturbación del mundo. Los dolores aumentaron conforme el pasar de los días. Tony Stark lloró verla en ese estado, pero lo instó a acompañar a los niños, pues necesitaban un guía, ya que sí contaban con un líder. Pronto, cuando la bestia verde se había ocultado, Banner y Betty volvieron a la cueva, ambos se asustaron de verla tan deteriorada, tan distinta a la mujer que conocieron en combate. Banner y ella discutieron por días qué era lo mejor para la mutante, mas no lograban hacerla entrar en razón, ir a Ciudad Ultra sería sólo para preocupar a sus hijas.
—Es lo correcto.
—Lo dice el hombre que huyó.
—Porque era lo mejor.
—Esto es lo mejor.
—Necesitas un médico.
—Ya llamé a Visión— dijo Betty—, al menos deja que él te analice.
—El cáncer está muy avanzado, quizá en etapa terminal.
—Madre— sollozó Velma al escucharla, negó mientras caía de rodillas y lloraba.
—Padre— llamaba Thorun a gritos.
Malie lloraba verlas así de aterradas por su salud, por eso no quería decirles. Se levantó del catre y anduvo hasta ellas, Velma salió detrás de su prima y proclamó a su padre. Ahí estaban Tony y los niños, incluso Visión ya tenía su cuerpo de vuelta. La pelinegra les dedicó una mirada y la noche se iluminó cuando el Bifrost se abrió, la Ciudad Dorada se veía a lo lejos. Entre tanto oro se distinguió al rey de Asgard y al rey de Jotunheim, acompañados del hijo de Heimdall. Las piernas de la mutante casi flaquearon, Velma tenía la mandíbula por el suelo, ella no conocía a su padre.
—¿Por qué no me dijiste?
—El trono exigía un rey.
—Pude evitar que avanzara.
—Soy un mortal, criatura tonta, estas cosas me pasan.
—No deberías pasar sola por este trance.
—Tony me cuidó todo lo posible.
—Despídete, toma a nuestra hija y vámonos.
—No, Velma pertenece aquí.
—Ve con tus padres— Azari soltó la mano de su novia.
—Volveré— sollozó en sus brazos.
—Adiós, hermano, te prometo que el sol volverá a brillar.
—Así que él te hace feliz.
—Demasiado.
—Vuela libre, yo cuidaré de ella.
—No esperaba menos de ti.
—Malie, ya puedes descansar.
—Sólo te siento a ti— Tony le besó la frente y ella se estremeció ante ese suave tacto.
Loki le dio la mano a la mujer de su vida, a la mortal que le robó el aliento desde que se cruzaron aquella vez en el desierto y pelearon por el martillo de Thor. Atrás quedaban los malos entendidos de la pareja, las vidas antes de conocerse, las veces que se tuvieron que enfrentar en el campo de batalla y cómo cada uno tomó un camino distinto. Ahí sólo estaban ellos y su hija, porque Velma se colgó del brazo de su padre, emocionada por al fin conocerlo, tantas historias que escuchó y por fin lo tenía enfrente. Malie cambió su ropa por algo más apropiado para Asgard, por fin volvía a su hogar.
—Oh, hermana— Thor la abrazó antes de llevarse a las niñas con él, la pareja necesitaba su tiempo a solas.
Pero las semanas pasaban y nada podía serenarla, el dolor era cada vez más fuerte y no había remedio alguno en los Nueve Reinos que pudiera curarla, el pelinegro se negaba a dejarla ir, sabía que tendría una buena vida después de esta, pero no estaba seguro de si compartirían la eternidad. Malie se paró y fue a los aposentos de su antigua amiga, cómo la extrañaba, su sabio consejo sería bien recibido en tiempos funestos como aquellos, sin olvidar por supuesto, a la madre de su esposo. Yacía ojerosa, encorvada, cada día más delgada y su cabello se volvió grisáceo, opaco y sin vida, como la que se le escapaba a ella.
—Enfermarás si no descansas.
—Tenerte aquí es mi mayor reposo.
—Velma está capacitada y sabe bien qué hacer cuando yo marche de aquí.
—No digas eso.
—Admiraba los regalos que me diste, los de Thor, los de Sif, algunos que escondí aquí de Tony... guárdalas para mis hijas, para que me recuerden.
—Ninguna joya te hará justicia.
—Hay un deseo que impera sobre todo lo demás.
—Y en mi ánimo está cumplirlo.
—Quiero que me lleves a la cabaña, junto a mi niño, junto a los gemelos, pero quiero reposar donde estés tú, si es aquí en Midgard o en Asgard.
—Dormirás entre mis brazos, rodeados de todos nuestros hijos.
—De todo lo que la vida me dio, tú fuiste mi mayor aventura.
Loki se arrodilló junto a la cama donde reposaba su esposa y ella acarició su cabeza descubierta, pues se había desprendido del casco. Ella suspiró al sentir paz y él lloró saberse sólo. Se aferró al cuerpo mientras lloraba. Poco y nada importaban la compostura y rectitud. Seguramente su hija ya había escuchado el llanto de su padre, sabía lo que significaba, pues hasta Thor sabía que sólo una cosa haría llorar así al dios de las mentiras. El rey de Asgard no permitió que nadie entrara, Loki necesitaba despedirse de su esposa en tanto asimilaba lo que acababa de pasar. Cuando Velma creyó que era prudente, que había pasado el tiempo necesario, entró. La rubia sollozó esperando que la promesa de amarse hasta morir no cesara ahí, sino que se fueran juntos al Valhalla.
Lady Malie volteó a ver a su esposo, no era el final que esperaban, niel destino que pesara sobre los hombros de Velma, aunque no era como su pequeña, ella sabía que pasaría. Esa Malie no estaba lista para morir hasta que Ultron no fuera derrotado y ese Loki siempre supo que se iría detrás de ella dejando en el limbo si Velma se quedaría a gobernar o volvería a Midgard. Decidieron dejar esa realidad y visitar otra.
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#Maki
Fanfiction*Recopilación de escenas de Loki y Malie, los otros dos fics. *Spoilers de Hero's Sacrifice, Héroes del Mañana, Larga Vida al Rey, El precio de ser digno y Loki & Malie.⚠️⚠️⚠️